La histórica bajante del río Paraná y sus afluentes sigue generando sorpresas permanentemente con escenarios no comunes en nuestra región.
La histórica bajante del río Paraná y sus afluentes sigue generando sorpresas permanentemente con escenarios no comunes en nuestra región.
Días pasados El Litoral dio cuenta de la catarata que se había formado en el conocido Arroyo Colastiné, en un sitio cercano a la mítica Laguna Coronda. Quizas con la llegada de un buen caudal de agua deje con el correr del tiempo de ser un lugar para observar y disfrutar.
"Las Cataratas del Colastiné" se trata de un salto de agua ubicado entre la Autopista Santa Fe-Rosario y la Ruta Nacional N° 11, a pocos kilómetros de su desembocadura en el río Coronda, al sur de esta ciudad homónima.
El fenómeno se puede observar en gran parte del año y es un punto atractivo para la pesca deportiva. Pero ahora, con la bajante del río, el salto se hizo más pronunciado y llamó la atención de los curiosos que lo descubrieron.
El pasado mes de abril El Litoral consultó a los geólogos de la Facultad de Ciencias Hídricas de la UNL. “Los saltos de agua no son rasgos extraños en la hidrografía de Santa Fe”, mencionó el investigador Carlos Ramonell, “Los arroyos del sur de la provincia, como el Saladillo, el Pavón, el Del Medio, todos tienen saltos antes de su desembocadura en el Paraná” y “son consecuencias de la história geológica de la región”.
Esto se debe a que “hay muchas intervenciones antrópicas que rectificaron y profundizaron el canal, incluso canalizaciones en toda su cuenca. Y el incremento de pendiente que significó el acortamiento de la desembocadura es responsable en buena medida de la existencia de este salto, que hoy se ve magnificado por la bajante del sistema fluvial del Paraná”, finalizó.
Estos arroyos y ríos menores de la provincia de Santa Fe son materia de investigación permanente de los científicos de la FICH UNL. “Han sido evaluado en forma permanente y, en particular, este arroyo (Colastiné) forma parte de unos cursos de agua que está estudiando el ingeniero agrimensor Alberdi, como parte de su tesis doctoral, para evaluar los límites de inundaciones en ese ambiente”, explicó Ramonell.
“Otro punto a tener en cuenta es el corrimiento que va teniendo aguas arriba a lo largo de los años la caída de agua que hoy parece una novedad, producto de la erosión natural del suelo —advirtió el gelólogo—, por lo que en algún momento de su historia llegará hacia hasta la autopista Santa Fe - Rosario”, y habrá que resolverlo.