"Por todo lo que me das, te estaré siempre agradecido. Así que gracias por estar, por tu amistad y compañía. Por todo lo que recibí, estar aquí vale la pena. Gracias a ti seguí remando contra la marea. Por todo lo que recibí, ahora sé que no estoy solo. Ahora te tengo a ti, amigo mío, mi tesoro. Así que gracias por estar, por tu amistad y tu compañía. Eres lo mejor que me ha dado la vida", reza el tema que va acompañado de un videoclip en el que hay una protagonista muy especial: su hija Sara, de 16 años, que aparece bailando en una terraza barcelonesa con uno de los componentes del grupo que acompañan a su padre.
Y es que la joven es el centro de la vida de Pau Donés y por ella se alejaba de la música hace casi dos años. "Me perdí la infancia de mi hija. El año que nació estuve dos meses en casa. Ahora nos hemos vuelto a encontrar. Estoy encantado de poder empezar a vivir con ella", comentaba entonces explicando que se marcharían lejos para no ‘caer en la tentación’ de participar en algún concierto en España. Y así lo hicieron. California fue el lugar elegido por Sara y Pau para estar más unidos que nunca.
En 2015, la vida le daba un nuevo golpe a Pau Donés. “Todo empezó con un leve dolor de barriga. En 20 días pasé de unas pequeñas molestias en el estómago a operarme de cáncer de colon, o lo que es lo mismo, de un tumor maligno en el intestino grueso”. Así es como el líder de Jarabe de Palo anunciaba que padecía la enfermedad en septiembre de ese año. “El cáncer es como un fantasma, que aparece sin apenas avisar, sin motivo aparente. Le da igual la edad, el sexo, si eres músico o médico o rico o soltero. Se manifiesta de múltiples formas, pero casi siempre tarde y acompañado de grandes titulares. Por eso es importante estar atento. Con el cáncer lo de más vale prevenir que curar cobra todo el sentido”, añadía.
Desde ese momento, Pau, que cancelaba una gira por España y América, se puso en manos de los médicos del Hospital del Vall D’Hebrón y fue narrando en sus redes sociales los tratamientos y operaciones a los que fue sometido. En abril de 2016 explicaba que estaba ‘limpio’ de cáncer, pero en febrero del año siguiente daba la noticia de una recaída contra la que iba a volver a luchar con fuerzas.
“La vida es una y ahora: vivámosla. Vive el momento, no pensando en el futuro. Y no tengamos miedo. Lo que tenga que ser, será. El tiempo que estemos aquí, disfrutémoslo”. Unas palabras de ánimo que siempre ha manifestado Donés y que cobraron especial importancia en 2018 cuando quiso retirarse de manera temporal para aprovechar el tiempo perdido para estar con su hija. “Me perdí su infancia y no quiero perderme su adolescencia”, dijo entonces.
Así lo hizo a partir de enero de 2019 cuando incluso desaparecía de las redes sociales. Pero la sorpresa llegaba el pasado marzo. En pleno confinamiento, Pau salía al balcón de su casa de Barcelona para, en primer lugar, agradecer a los sanitarios el esfuerzo que están realizando y para gritar al mundo la vuelta de Jarabe de Palo con un nuevo álbum para septiembre con la letra de la canción Vuelvo: “Vuelvo hoy mientras el cuerpo aguante, vuelvo hoy por mi gente, vuelvo y aquí pienso quedarme para siempre. Vuelvo porque de nuevo la música a mi cabeza ha vuelto”.
El amor de su vida: su hija
Y es que sin duda alguna, el gran amor de su vida es su hija Sara, que tiene 16 años y cuyo nombre lleva tatuado en los nudillos de la mano derecha y la palabra amor en los de la izquierda. “Cuando Sara nació yo me fui de casa, me fui de gira ocho o nueve meses seguidos. Intenté dar mucha calidad al tiempo que le he dispensado, pero ha sido muy poco”, decía el cantante. "Cuando ella nació me volví cariñoso, amoroso, incluso pegajoso. Gracias a ella soy más fuerte, más persona, más feliz", dice en su biografía.
Por Sara decidió dejar la música en 2018 de una manera temporal. Se marchó con ella a California donde ha disfrutado del surf y la música, pero en casa, y donde se ha apuntado a clases de baile con la joven adolescente, que da buena muestra de sus dotes para los bailes latinos en el nuevo videoclip de su padre. Su hija ha heredado su oído y cuenta que ha aprendido a tocar la guitarra sin dar una sola clase y que toca el piano de maravilla. Eso sí, Pau no quiere que siga sus pasos como cantante. “Prefiero que lleve una vida más convencional y con un músico en casa… es suficiente”, recalca siempre.