Por María del Carmen Villaverde de Nessier
Hay que saber encontrar las bibliografías oportunas, siempre bien documentadas e informados. Sabremos así decir para orientar, para vivenciar y mostrar mil caminos posibles y diferentes con distintos tipos de límites pasados y presentes.
Por María del Carmen Villaverde de Nessier
Para estos tiempos líquidos, como se los ha llamado, tiempos indiferentes y muchas veces vacíos de sentido, no seamos falsos y mentirosos, la verdadera vida palpitante, esos momentos que vivimos a lo largo de del camino de nuestra historia social y/o familiar, que sería imperiosamente necesario compartir.
Palabras y silencios operativos, ¡silencios que conquistan voces!
Revisando lo transitado de este modo vamos subiendo armoniosamente en la conquista de la propia palabra, vamos hacia adelante, redescubriendo, subiendo la escalera del Ser, escalón por escalón, siguiendo siempre el sentido de las Pasarelas... y pasando por esa zona del camino superior de la pasarela, para pensar y reflexionar con palabras propias que tendrán luz y silencios. Después, tal vez, bajar y tener la suficiente luz para volver a subir.
En todo caso siempre hace falta contar con límites necesarios para alcanzar plausibles formas de decir y hacer. No caer en la debilidad de dejar... sin poder ejercer el rol personal de enfrentar nuevas situaciones y realidades..., no caer tampoco en la violencia, ni desligarnos de lo nuevo o dudoso.
Los adultos debemos redimensionar el pensamiento y las respuestas.
El límite nos hará gozar, después del necesario reposo del silencio, brindándonos la posibilidad de comenzar otra vez (subir), seguros y diligentes. Sin límites se buscarán formas de escape desde lo social (drogas, libertinaje, violencias). Los chicos, limitados por adultos responsables, se sentirán siempre protegidos.
La Literatura desde siempre supo marcar, sensiblemente, modos, tiempos, avances y conquistas valiosas para cada tipología y/o necesidad. Hay que saber encontrar las bibliografías oportunas, siempre bien documentadas e informados. Sabremos así decir para orientar, para vivenciar y mostrar mil caminos posibles y diferentes con distintos tipos de límites pasados y presentes. Siempre habrá caminos con “paradas” para pensar, elegir y resolver o tomar el camino correcto... Las Palabras nos alimentan y nos “anuncian”; nos advierten. Cada lectura oportuna encierra una mirada diferente y una respuesta inesperada.
Quien lee y comparte, completa con su lectura muchos silencios personales y preguntas con respuesta convenientes y tal vez ni siquiera pensadas... Cada obra, cada autor, tiene en cada lector su propia voz.
En cada lector hay voces diversas que demandan y se vinculan con:
¡A leer y contagiar!