Roberto Sagra es el presidente de San Martín de Tucumán y fue uno de los pocos en pegar “el grito en el cielo” por algunas decisiones que se tomaron en la Afa. En este caso, la Afa decidió la continuidad del torneo de la Primera Nacional, en contradicción con la postura de dar por concluida la temporada en Primera. San Martín es líder de una de las zonas y según el reglamento de la categoría, el primer ascenso se debe resolver con una final entre los dos primeros, mientras que el segundo se dirime en un reducido del cuál el que pierda la final entra en la etapa de semifinales. San Martín reclama el ascenso, marca la diferencia de criterio y, de paso, el presidente tucumano habló de Ignacio Arce, arquero que pertenece a Unión y Lucas Acevedo, el defensor que vendió el año pasado a Colón, en la entrevista en La Primera de Sol.
—¿Está molesto, presidente?
—Porque la decisión que tomó Afa es arbitraria, desobliga a los que están abajo en la tabla de promedios de Primera suprimiendo los descensos, da por terminada la temporada, premia a los que están clasificados para las copas y castiga a los clubes de la B. Si tenemos que seguir jugando en la B, pues que sigan jugando todos.
—No. La ley no es pareja con Primera ni tampoco con el descenso en la B Nacional, que se determina por escritorio y allí está el club del presidente Tapia. Es injusto. Los que tenemos que seguir jugando somos los que peleamos el ascenso, con planteles que estarán desvirtuados cuando se reanude o que tendremos que mantener como si esta pandemia no existiera para nosotros. San Martín es un club ordenado, pero el presupuesto es cuatro veces superior al cheque que recibe de Afa. No somos aventureros, basamos el presupuesto en la recaudación. La decisión es desobligar a los que están abajo pero a nosotros nos obligan a mantener el plantel sin saber ni siquiera cuándo se puede reanudar.
—Lo curioso es que recibieron apoyo de Atlético. Es como si en Santa Fe, un reclamo de Colón sea apoyado por Unión o viceversa...
—Atlético no clasificaba para ninguna de las copas pero si seguía jugando, si la temporada no se daba por terminada, podía clasificar a la Sudamericana, al menos, con todo el rédito económico que eso supone. Es muy grato que nos apoyen. Es una cuestión de justicia, no de rivalidad.
—¿Hay cuestiones políticas en las decisiones?
—Hay respaldo político y por eso el silencio de casi todos. Nadie salió a decir que soy un loquito por lo que reclamo, pero salvo Amor Ameal, tampoco nadie salió a decir que hay que jugar por todo, incluido los descensos en Primera. Hay clubes que estaban en zona de descenso y licenciaron el plantel hasta febrero. A nosotros se nos vencen el 70 por ciento de los contratos y no los vamos a poder renovar. ¿Con qué salimos a jugar?. Es injusto y caprichoso.
—Hay una desigualdad deportiva muy grande...
—Es una grosería... A nosotros nos dijeron que San Martín y Atlanta iban a ascender, pero saltó Achile, presidente de Defensores de Belgrano y de la mesa de la B Nacional, diciendo que les correspondía a ellos por haber sacado más puntos que Atlanta en la general y por eso no lo iba a aceptar... Lo que me sorprende es el silencio de los dirigentes.
—Si alguno de los que pisa fuerte en Afa se veía perjudicado como San Martín, ¿esta decisión igual salía?
—Cuando hay decisiones arbitrarias, da lugar a pensar lo que vos me estás planteando. Todos los campeonatos tienen un reglamento y una conexión. La A va a jugar un torneo “amistoso” hasta diciembre y se va a preparar para el 2021 con un presupuesto muchísimo más grande; nosotros, o el equipo que suba, vamos a tener que “matarnos” para ascender en todo ese período y, además, durante seis meses los clubes de la A van a cobrar el cheque de Primera que es 8 veces superior al que recibimos nosotros. Es injusto y desigual.
—Fútbol argentino, presidente. ¿O acaso no cambiaron la cantidad de ascensos en la B Metropolitana en medio de un torneo?
—Por eso vamos al TAS... ¿Por qué tenemos que pagar un recurso carísimo si no tenemos plata para pagarle a la gente del club?... San Martín le está pagando el 50 por ciento del sueldo a los jugadores y con aportes personales míos. Tenemos un club ordenadito, pero sin recaudaciones hay que afrontar el presupuesto de 8 millones de pesos que tiene el fútbol. Y con los 2 millones que nos da la TV, no alcanza.
—¿Qué sería lo justo para San Martín?
—Un ascenso para San Martín y otro para Atlanta, que tiene un partido pendiente, le tienen que dar los puntos y con eso se convertiría en el equipo con mayor puntaje de la categoría, además de ser el puntero en su zona.
—¿Por qué el único que reclama es San Martín?
—Porque hay obediencia debida... A mí me denunciaron en el Tribunal de Etica y después quisieron hablar conmigo y les dije que no... Creo que soy el único dirigente en la historia del fútbol argentino denunciado en el Tribunal de Etica... A mí no me van a apretar. Han mandado a dirigentes a decir que mi actitud es miserable.
—Nosotros “batimos parches” porque Unión y Colón no están en el comité ejecutivo. Los tucumanos tampoco. ¿Es grave?
—A mí me ofrecieron ser vocal titular, les dije que no, porque la verdad es que, hasta ese momento, llegaba y me escuchaban. Pero ahora he perdido hasta la voz dentro de Afa.
—¿Cómo es la situación del arquero Ignacio Arce?
—Pertenece a Unión, termina su contrato el 30 de junio y no estamos en condiciones de asegurarle la continuidad. Los jugadores están angustiados y con ellos se tomó una decisión dictatorial sin escucharlos.
—¿Por qué no rindió Lucas Acevedo en Colón?
—Me acuerdo que estaba Diego Cagna con nosotros y nos dijo que le gustaban los dos centrales de Santamarina. Priorizamos a Lucas, que era uno de ellos, y anduvo realmente bien. Lo querían Colón, Rosario Central y hasta el mismo Atlético Tucumán. Es raro lo que le pasó. Es alto, fuerte, rápido, pero se vé que no se ensambló, creo que la situación de presión interna lo pudo haber afectado.
—¿Mantiene contacto con él?
—Sí, me dice que le está yendo bien en Palestino. Lástima por Colón, porque hizo un esfuerzo grande para llevárselo.