Nació en Cerrito, Entre Ríos. Jugó en inferiores de Unión Agrarios de esa ciudad, primero como arquero y luego como defensor. Como no convenció a los técnicos, dejó el fútbol. Hoy, obligado por las circunstancias, trabaja físicamente en su pueblo natal mientras espera que vuelva la actividad que le permita mostrar todo lo bueno que viene cosechando desde sus inicios como árbitro de fútbol.
“Nací el 15 de septiembre de 1988 en Cerrito, ahí viví hasta los 17 años. Es el lugar donde vuelvo todos los fines de semana que puedo a visitar a mi familia y amigos. Estos últimos son con los que compartíamos la pasión del fútbol desde chicos. La mayoría jugamos juntos en la categoría 87-88 de Unión Agrarios, donde mi puesto era de arquero (era muy malo, ja), por ese motivo abandoné el arco y empecé a jugar de defensor central. Ya entrado en la adolescencia, dejé de jugar y no practiqué más ningún deporte”, dijo a modo de anticipo.
—¿Cuándo volvés a vincularte al fútbol?
—En el año 2006 fue cuando me vine a estudiar Ciencias Económicas a la UNL y a vivir a esta ciudad, con un par de amigos que estudiaban educación física en el ISEF. Vivíamos viendo y hablando de fútbol todos los días, fue en la etapa que decidí querer hacer algo vinculado con este deporte. Primero no sabía de qué forma, ya que como jugador era limitado. Pensé la opción de hacer la carrera de DT pero sentí que no iba a ser muy viable; y ahí fue cuando me surgió la idea de probar por el lado del arbitraje.
—Una vez decidido, comencé a querer saber de qué forma podía capacitarme y encontré un curso que se dictaba en un instituto que se encuentra en las calles 4 de Enero y Salta, en Santa Fe. Me acuerdo que fui muy entusiasmado a averiguar todo, pero tuve la mala suerte de que me coincidan los horarios con el cursado de una materia de la facultad. Eso generó que vaya a consultar a María Grande, lugar donde está la sede de la Liga de Fútbol de Paraná Campaña. Ahí arranqué el curso de capacitación que se dictaba los domingos a la mañana, eso era en el 2008. En ese mismo año tuve la suerte de debutar como asistente en reserva y de cuarto árbitro en primera división. Pasaron varias temporadas, hasta que empezaron a ir árbitros de la Liga Santafesina. Carlos Córdoba, en una oportunidad, y el “Pato” Quiroga en otra, me invitaron a entrenar con ellos en el CARD, ya que sabían que yo durante la semana vivía en Santa Fe.
—¿Cómo y cuándo se da tu llegada a la Liga Santafesina?
—En 2013 llego a Corrientes 3049, lugar donde me abrieron las puertas y me brindaron todas las herramientas para poder hacer una carrera dentro del arbitraje. Es algo que hasta el día de hoy me sorprende y por lo cual estoy muy agradecido, ya que en Paraná Campaña no dirigía primera división. Luego de arbitrar cuatro partidos en reserva, me dieron la posibilidad de debutar en primera, en un partido que Santa Fe FC le ganó 5 a 1 a Banco Provincial. De allí en adelante, fueron todas cosas positivas que se me fueron dando muy rápidamente, como por ejemplo mi primer clásico Colón vs Unión que fue mi cuarto partido, o la final entre La Salle y Sanjustino en el 15 de Abril, que fue mi décimo partido en primera división.
—¿Cómo y cuándo llegás para hacer el curso nacional?
—Al año siguiente me mandaron al curso de árbitro nacional en la ciudad de Buenos Aires, donde recibíamos la capacitación por parte de Instructores de AFA, como lo eran Juan Carlos Crespi, Carlos Coradina y Abel Gnecco. Este curso duró dos años y en 2015 pude convertirme en árbitro nacional. Ya con dicho título, pude ocupar los primeros puestos de la tabla de mérito de la Liga Santafesina, que te habilitaba a poder dirigir, en ese momento, el Torneo Federal B y el Torneo del Interior.
En 2016 debuté como árbitro en el Federal B y después de dirigir todo ese año en esa categoría tuve la posibilidad de firmar una pasantía en AFA para ser asistente en el Federal A. Pasaron dos años hasta llegar a poder firmar la relación de dependencia con AFA, que era mi gran objetivo.
—Sí, desde 2017 hasta la fecha, he tenido la chance de poder vivir momentos muy lindos dentro del fútbol, viajando a diferentes ciudades del país; y además, muchas veces acompañado por Carlos Córdoba o Adrián Franklin, que son compañeros con mucha experiencia en la categoría.
“Una anécdota: hace poco con Carlos Córdoba viajamos un domingo a Bahía Blanca porque jugaba Olimpo con Camionero por el Federal A. Llegamos el lunes a Santa Fe y el martes a la mañana temprano nos tuvimos que ir a Resistencia porque a la noche jugaba por Copa Argentina Chaco For Ever con Sarmiento (clásico) y nos tocaba ser parte de la terna arbitral”.
“Otra, con Córdoba, fue en diciembre pasado que cerramos el año dirigiendo a Crucero del Norte vs Güemes de Santiago del Estero. El local, no sé por qué motivo, jugaba en el interior de Misiones muy cerca de Puerto Iguazú, eso nos dio la posibilidad de poder ir a visitar algo espectacular como son las Cataratas. Fue algo que disfrutamos mucho, la verdad es que muchas veces el arbitraje te pone en ciertos lugares que te sorprende y yo desde mi lugar siempre intento disfrutar todo al máximo”, agregó,
La realidad de hoy y el futuro inmediato
“Con respecto a este año, lo arranqué muy bien saliendo designado en todas las fechas que se jugó el Federal A. El último partido fue Chaco For Ever con Defensores de Ramallo. Me acuerdo que fue justo la semana anterior al comienzo de la cuarentena, y mientras yo esperaba la hora del partido en el hotel, veía en la TV cómo aparecían los primeros casos justamente ahí en Chaco”.
“A partir de ahí todo cambió, ya no hubo más fútbol, ni tampoco teníamos la posibilidad de entrenar de la forma que lo hacíamos normalmente. Por lo tanto, decidí irme a mi pueblo a pasar la cuarentena. Hoy ya pasadas varias semanas de eso, agradezco haber venido, ya que acá cuento con el espacio suficiente para poder entrenar de la mejor manera que era lo que más me preocupaba. Por suerte acá en Cerrito ya se habilitaron las salidas recreativas, eso me da la posibilidad de poder entrenar y poder mantener el trabajo que venimos haciendo desde la pretemporada en diciembre”, indicó.
“Hoy, la verdad es que extraño mucho desde los viajes, el poder compartir los entrenamientos con compañeros, las sensaciones de arbitrar un partido de fútbol, el entrar a los estadios llenos de gente, hasta las cosas más simple como aprontar el bolso el día anterior al partido. Pero hay que tener paciencia ya que lo primordial es la salud. Sin salud no vamos a poder nunca volver a la normalidad. Pues hasta que llegue ese momento, no queda otra que seguir trabajando desde lo físico y las capacitaciones teóricas, para estar preparado y a la altura de las oportunidades que pueden llegar a venir”, concluyó.