La peste en mi pago

Suspiros y una larguísima soledad

La igualdad cromática, la incertidumbre, la trazabilidad y la carga viral repuso el todos podemos ser iguales. Todos podemos ser iguales. No lo somos, el coronavirus indica que el potencial existe: podríamos ser iguales. Al menos igualmente indefensos ante lo desconocido, ante el miedo, ante el espejo de la soledad.

Guillermo Di Salvatore

 15:28