La intervención y, sobre todo, el proyecto de expropiación de Vicentin, dividen aguas en el gabinete provincial y estuvieron muy cerca de provocar la renuncia de la primera línea del Ministerio de la Producción. Ni del anuncio ni en la decisión participaron santafesinos.
La decisión del presidente Alberto Fernández, ordenando por DNU la intervención de la agroexportadora Vicentín, constituye un avasallamiento al sistema republicano, porque significa llevarse por delante los poderes Judicial y Legislativo. Además, se rompe la seguridad jurídica –clave para el reconocimiento institucional de cualquier país-, ya que intervenir una persona jurídica (una empresa) debe hacerse por medio de Personería Jurídica, con la normativa que rige, como la Ley de Sociedades.
Como si eso fuese poco, está vigente la ley de concurso preventivo, que jurídicamente es sagrado porque un juez o un síndico, tutelan los intereses de la empresa, los acreedores, el fisco, etc.
Creo que todos vamos a coincidir: la propiedad privada es sagrada, como lo establece el art 17 de la Constitución Nacional. Y la expropiación requiere la declaración de utilidad pública como causa y todo un proceso para la sanción de la ley, lo que implica también una discusión legislativa.
Comparto lo que sostiene la gente de la Sociedad Rural de Rosario: “Es una medida rara y sospechosa. Si el Estado se entromete en las actividades privadas, nadie querrá invertir en el país” porque Vicentín tiene una deuda con el Estado, aunque en este período, la compañía estuvo trabajando y no hubo ningún problema de seguridad alimentaria. “Acá, lo que han sobrado en este momento, fueron los alimentos, no hubo escasez de ningún tipo”, remarcó la SRR.
En consecuencia, estas decisiones generan más incertidumbre ya que, según se sabe, cada vez que el Estado se entromete en las actividades privadas, se paraliza todo. De este modo, nadie quiere invertir en la Argentina.
De donde sale
Informes a los que accedió El Litoral señalan que el proyecto que terminó con el DNU por el cual se intervino Vicentín, nació hace tres semanas de los máximos dirigentes de La Cámpora. Había varias carpetas a analizar. Pero, presión política de por medio, la semana pasada Alberto Fernández se lo acercó a Kulfas para que lo analice, pero que además lo resuelva.
Según pudo saber este diario, de las últimas conversaciones entre Perotti y Fernández, nunca habría estado presente el tema de la expropiación. Los comentarios giraban en torno a un fideicomiso para concluir en el salvataje de la firma. Pasó el fin de semana, durante el cuál se resolvieron varias cuestiones relacionadas con este proyecto, y llegó el lunes cuando el presidente realizó el anuncio. La pregunta lógica es: ¿sabía el poder político de Santa Fe lo que iba a anunciar Fernández?.
Fuentes incuestionables admitieron que “la mayoría se enteró media hora antes” de la cadena oficial. Hasta Claudio Lozano (miembro del directorio del Banco Nación), que fue uno de los que impulsó la creación de una empresa pública no estatal, también supo de la decisión una hora antes del anuncio. Es más, la mayoría de los integrantes del gabinete que acompaña a Omar Perotti lo supo poco antes del mensaje televisivo. Pero el propio Perotti conversó seguido sobre Vicentin, y su salida, hasta el mismo viernes, cuando el presidente realizó la reunión vía internet con los mandatarios.
Es más, un hombre del entorno del presidente admitió, ante una consulta de El Litoral, que el propio Delgado, designado interventor, recién conoció su nombramiento el sábado a la noche. Estaba reponiéndose de una intervención quirúrgica, pero no dudó en aceptar el cargo. Del tema sabe: fue secretario de Agricultura de la Nación.
Fuera de cámara
Pero lo que más resonó en la política santafesina es por qué en el anuncio de Fernández no hubo ningún dirigente santafesino sentado al lado del presidente. Además de Kulfas, estuvo la senadora Fernández Sagasti, de Mendoza. Dicen que porque es la “mano derecha” de Cristina Kirchner en el Senado. ¿Valía la pena, si en Mendoza, de los un poco más de 2 mil acreedores que tiene Vicentín, sólo hay 10?. La política abrió un nuevo escenario, especialmente para los santafesinos “que lo miran por TV”.
En el diálogo telefónico posterior al anuncio, entre el presidente y el Ceo del grupo Vicentín, Sergio Nardelli, hubo momentos de fuerte tensión. El mundo empresario del norte está ahora pendiente de la reunión, a realizarse en las próximas horas, entre Nardelli y Delgado (el interventor designado), en Rosario.
El otro tema que no se puede olvidar en el análisis es el de la denominada soberanía alimentaria, que se esgrime para la intervención de la firma agroexportadora. No nos equivoquemos: Vicentín exporta granos. Por lo tanto, su perfil industrial no tiene mucho que ver con los alimentos que llegan a la mesa de los argentinos.
Finalmente, no nos podemos olvidar que estamos transitando días decisivos para el pago de la deuda externa. ¿Es conveniente sumar otra deuda cuando no sabemos si podremos sortear el default?. Si hay otros intereses, el tiempo se encargará de traerlos a la superficie.