El canciller Felipe Solá consideró hoy que la soberanía sobre las Islas Malvinas es "una política de Estado que debe tener continuidad más allá de los gobiernos", al advertir que la gestión de Mauricio Macri "tuvo una política de baja intensidad respecto a Malvinas deliberadamente".
El ministro de Relaciones Exteriores sostuvo, en tanto, que "hay que sacar a Inglaterra de la "zona de confort’, es decir, que sea incómoda para Inglaterra esa posición".
"Nosotros le hemos pedido especialmente al canciller de la Unión Europea, y he hablado con el canciller de Francia, con la canciller de España -ellos tienen el tema de Gibraltar-, que Malvinas no figure dentro de las negociaciones que se hagan entre la UE y el Reino Unido", explicó.
"Que Malvinas no sea considerada también parte de las negociaciones, sino que quede como zona en disputa internacionalmente y por tanto no entre en la negociación. Esto es importante porque si Inglaterra negocia un arancel o cualquier cosa que negocie desde el punto de vista comercial con la UE, no puede estar incluida Malvinas", señaló Solá.
El canciller se expresó así al hablar de los tres proyectos de ley que enviará en los próximos días el presidente Alberto Fernández con el objetivo de reafirmar al reclamo argentino de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.
En declaraciones a FM Fuego de Río Grande, Tierra del Fuego, el canciller manifestó: "La política sobre Malvinas debe tener una continuidad más allá de los gobiernos, deber ser una política de Estado. Es un objetivo nacional y está en la Constitución".
El ministro de Relaciones Exteriores afirmó que esa política de Estado debe incluir medidas "que logren algún grado de efectividad en relación a obligar al Reino Unido a sentarse a dialogar y a conversar, tal como dice la histórica resolución 2065 de la ONU".