Campeón defensor de la Copa del Mundo ganada en 1978, con la lujosa base de ese mismo plantel más las tres principales joyas que habían ganado el Mundial Juvenil de 1979, con Diego Maradona a la cabeza, la Selección Argentina era amplia favorita para gozar de un gran debut en España 1982. La realidad estuvo lejos de esos presagios.
Contra todos los pronósticos, Argentina cayó por 1-0 ante Bélgica, y el partido del que se cumplen 38 años supone uno de los desenlaces más sorpresivos en la historia de las jornadas inaugurales de los Mundiales, en un orden similar al de la derrota argentina a manos de Camerún en Italia 90 y la de Francia con Senegal en Corea-Japón 2002.
Bélgica venía de cumplir una gran campaña en la Eurocopa de 1980, subcampeón tras perder 2-1 con Alemania en el estadio Olímpico de Roma, pero no dejaba de ser una representación de segundo orden de un país con cuatro participaciones en Mundiales (1930, 1934, 1938 y 1970) y en todas con resultados opacos. Dirigida por César Luis Menotti, Argentina era la virtuosa contracara: salvo los delanteros Leopoldo Jacinto Luque y Oscar Ortiz, mantenía la formación que el 25 de junio de 1978 había ganado el Mundial frente a Holanda en el Monumental.
Pero en lugar de Luque estaba Ramón Díaz (un goleador implacable, de zurda dúctil, casi un número 10 bis) y las riendas del equipo eran cosa de Maradona, perfilado ya como un serio aspirante a meterse en la élite de los mejores futbolistas del planeta. Además, constaban en el plantel el tercer mohicano de los campeones mundiales del Sub 20 de Japón (Juan Barbas), Patricio Hernández que acababa de ser transferido al Torino de Italia y delanteros de la talla de Jorge Valdano y Santiago Santamaría.
Víctima de una marcación rigurosa, a menudo con excesiva vehemencia, Maradona estuvo lejos de brillar, pero así y todo se las ingenió para producir los mejores momentos de Argentina y además suya fue la oportunidad más clara para empatar, con un tiro libre que se estrelló en el ángulo superior derecho del arco de Jean-Marie Pfaff. Con poco Bélgica había llegado al gol a través de Erwin Vanderbergh y tras defenderlo con orden y disciplina dio la gran sorpresa en un Camp Nou de lleno imponente.
El 13 de junio de 1982, en el templo catalán, la Selección formó con Ubaldo Matildo Fillol; Jorge Olguín, Luis Galván, Daniel Passarella y Alberto Tarantini: Osvaldo Ardiles, Américo Gallego y Diego Maradona; Daniel Bertoni, Ramón Díaz y Mario Kempes. A los 18 minutos del segundo tiempo Valdano sustituyó al riojano Díaz.
Cinco días después, en Alicante, un Maradona inspirado jugaría su primer gran partido de los 21 con la camiseta albiceleste en la Copa del Mundo, con dos de los cuatro goles anotados frente a Hungría. El Mundial 82 tendría para la Selección Nacional y Maradona un desenlace adverso: tras perder 2-1 con Italia se despidió con otra derrota en el mismo escenario, en el ya demolido estadio de Sarriá, con una caída de 3-1 con Brasil y la expulsión del Diez por un planchazo a Batista.