No sólo dengue y Covid: 30 patologías se analizan en el Laboratorio Central
En abril coincidieron los brotes de las dos afecciones que tuvieron -y tienen- al país en vilo. Pero el trabajo de profesionales y técnicos es mucho más amplio y, en el análisis de la enfermedad de la rabia, también abarca a Entre Ríos.
Flavio Raina En equipo. Con la dirección de Carlos Pastor (segundo desde la izquierda), bioquímicos y técnicos integran el grupo de trabajo el Laboratorio Central.
Apenas se ingresa al Laboratorio Central se observan estantes con envases cerrados y rótulos que indican el nombre de distintas localidades. Son muestras que llegan para su análisis desde efectores públicos y privados del centro-norte provincial. “Si venían dos semanas atrás iban a encontrar mucho más material para analizar posibles casos de dengue”, indica el bioquímico y director del organismo Carlos Pastor. Con una curva que viene mostrando un esperado y sostenido descenso, la enfermedad transmitida por el mosquito aedes aegypti dio una tregua —aunque quedan muestras por analizar— pero sólo para dejar paso al resto de las patologías que se analizan en las instalaciones que, desde hace cinco años, funcionan en el tercer piso del ex Hospital Italiano (Zavalla al 3300).
Allí también llegan muestras para establecer casos de Covid-19. El laboratorio fue habilitado a fines de marzo —junto con el Cemar, de Rosario— para analizar el nuevo coronavirus, y durante varias semanas esta tarea coincidió con el mayor brote de dengue en la provincia y el país. Como es referente para muchas patologías, todas infecciosas, en estos meses de alta demanda nunca se detuvo el análisis de leptospirosis, hantavirus, febriles, coqueluche (tos convulsa), chagas en recién nacidos, tuberculosis, “que es una enfermedad que siempre permanece, registra nuevos casos y requiere un control de tratamiento”, y rabia, enumera Pastor, por citar algunas.
De principio a fin
Las muestras se reciben en envases de seguridad que son rotulados —sin ser abiertos— y transportados al área que corresponde. El material llega refrigerado y la documentación, por fuera de la caja que se abre en una cabina de bioseguridad. Luego, se descontamina ese contenedor para ser devuelto a los efectores de salud.
Flavio Raina. El inicio. Las muestras llegan desde efectores públicos y privados del centro-norte de la provincia en envases acondicionados para garantizar la seguridad, y son derivadas a las distintas áreas para su análisis.
El inicio. Las muestras llegan desde efectores públicos y privados del centro-norte de la provincia en envases acondicionados para garantizar la seguridad, y son derivadas a las distintas áreas para su análisis.Foto: Flavio Raina.
Todas las fichas que acompañan a las muestras son escaneadas y remitidas a Epidemiología. Allí figuran datos personales, lugar de procedencia, contactos, posible vinculación con algún viajero y todos los datos que permitan seguir el recorrido de ese caso si es que llega a ser confirmado. A comienzos de esta semana ya había 2.400 fichas, convenientemente clasificadas para facilitar su búsqueda en caso de tener que seguir una pista epidemiológica.
Como se dijo, al momento de recorrer el Laboratorio la mayoría de las muestras eran para analizar posibles casos de Covid-19; sin embargo, la actividad no se detiene para el resto de las patologías que allí se investigan y que suman aproximadamente 30. Alrededor de 16 bioquímicos y técnicos especializados trabajan en el lugar, con un criterio de “apoyo permanente donde haga falta; nos vamos reemplazando o asistiendo, de manera que quien hoy está disponible va reforzando a otros y tratamos de dar todas las respuestas. Ese es el orgullo de este equipo”, asegura Pastor. Al grupo se suman “todas las personas que intervienen en tareas de apoyo, por ejemplo, enviando la información al Ministerio de Salud, y la unidad que produce los kits de tomas de muestras para hospitales y demás servicios sanitarios”.
Flavio Raina. La cabina de seguridad donde se analizan muestras para la detección de tuberculosis.
La cabina de seguridad donde se analizan muestras para la detección de tuberculosis.Foto: Flavio Raina.
—¿Cuántas muestras se reciben por día?
—Hasta hace unos diez días se superponían dos brotes (dengue y Covid-19) y pasábamos las 150 muestras diarias. Hoy (por el pasado lunes) vamos a llegar a cerca de las 100, porque estamos focalizando el trabajo en la situación del norte provincial (Villa Ocampo, donde hubo varios casos del nuevo coronavirus, y Reconquista), y la búsqueda que se realiza con el programa Detectar. Más los casos que se presentan como sospechosos en efectores públicos y privados.
—¿Esperaban una situación más complicada en cuanto a Covid?
—Es todo incierto. Mirábamos el espejo de lo que pasaba en los países del norte, y hoy miramos a Brasil y, en el país, a Buenos Aires donde la situación preocupa. De hecho, los últimos casos en Rosario fueron por ingresos de contactos con esa provincia. Y lo que ocurre en el norte es contacto desde Chaco. Es lo esperable de acá a futuro: ingresos esporádicos que hay que salir a detectar cuanto antes, focalizarlos y aislarlos para seguir en el estado actual (N. de la R.: en la provincia hay hasta este sábado 285 casos confirmados desde que comenzó la pandemia, con tres fallecimientos).
—¿Las medidas que se tomaron hasta ahora sirvieron?
—La estadística lo demuestra. Si no, podríamos tener otros números. Por otra parte, otros años teníamos, para esta época, muchos más casos de enfermedades respiratorias como coqueluche, influenza, virus sinciciales. Y eso no está pasando.
Flavio Raina. Equipo Real-Time en el Laboratorio de Biología Molecular, para un diagnóstico más rápido y preciso de Covid-19.
Equipo Real-Time en el Laboratorio de Biología Molecular, para un diagnóstico más rápido y preciso de Covid-19.Foto: Flavio Raina.
Claves
Virus respiratorios: Se observan menos casos que el año pasado para esta época, cuestión que se atribuye a la cuarentena adoptada por Covid-19. “Al no haber tanto intercambio social, y debido a que los chicos no están asistiendo a las escuelas, el contagio es menor”. A esto se suma la prevención que significa el lavado frecuente de manos y el uso de barbijo, explica Carlos Pastor.
Zoonosis: Una dependencia del Laboratorio Central está destinado a patologías transmitidas por animales: brucelosis, leptospirosis, hantavirus, triquinosis, psitacosis y rabia. De esta última se analizan, también, las muestras que llegan desde la provincia de Entre Ríos.
Chagas: La enfermedad puede ser transmitido de madre a hijo. Al Labotatorio llegan muestras extraídas a niños recién nacidos a fin de identificar el virus de manera precoz para iniciar el tratamiento correspondiente. “Es uno de los ítems que figuran en los controles prenatales, junto con toxoplasmosis y hepatitis. Cuando se sabe que la madre tiene Chagas, los controles son periódicos sobre el hijo para establecer si es posible confirmar o descartar la enfermedad”.
Dengue: Si bien se estima que el pico de casos ya pasó y los contagios disminuyeron junto con la llegada de las bajas temperaturas, “el trabajo de concientización comienza antes de que empiece el verano porque para ese momento los índices larvarios indican que el mosquito ya está presente. Tuvimos el peor brote a nivel ciudad el año pasado y este año se registró una dispersión por todo el territorio provincial”, explicó Pastor.
Flavio Raina. Una de las cabinas de bioseguridad donde se abren los recipientes que transportan las muestras y se inicia la tarea de análisis.
Una de las cabinas de bioseguridad donde se abren los recipientes que transportan las muestras y se inicia la tarea de análisis.Foto: Flavio Raina.