Aumento de insumos y fuerte caída en el flujo de pacientes
Clínicas y sanatorios del interior, en situación "cada vez más crítica"
Hay preocupación y alerta por el grave momento que atraviesan los sanatorios privados del interior del país desde el comienzo de la pandemia generada por el Covid-19. “La situación se torna cada vez más crítica”, señalaron. Hay una serie de factores que inciden: aumento de insumos, caída vertical de la actividad y falta de actualización de aranceles, entre otros.
Mauricio Garín
21:59
Días atrás, el sector que nuclea a los principales sanatorios y clínicas privadas del interior del país, había lanzado el alerta por la grave situación que se prolonga desde marzo y que colocó al borde del colapso al subsistema que soporta el 65 % del esquema total de salud del país. Ahora, fueron más allá y precisaron una serie de puntos que dan cuenta de la gravedad de la situación, a la que califican sin eufemismos como “crítica”.
Así lo han hecho tanto en un documento como en declaraciones de los principales referentes. Uno de ellos, el Dr. Roberto Villavencio, presidente de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de Rosario (y titular del Grupo Oroño, de los más importantes del país), señaló que confluyen una serie de factores que ponen en jaque no sólo a clínicas y sanatorios del interior, sino al sistema de salud mismo.
“La realidad indica que estamos con muy poca actividad. En pacientes ambulatorios hubo una merma del orden del 85 por ciento, mientras que en internaciones, la caída fue del 65 por ciento. Es muy difícil mantener así el sistema. No es sustentable”, advirtió.
Situación extrema
Clínicas y sanatorios fijaron su posición en las últimas horas. Detallaron, por ejemplo que “a los nuevos protocolos de atención, se suman los aumentos en los insumos y la fuerte caída en el flujo de pacientes en todos los servicios médicos. Este escenario nos obliga a poner en agenda algunas cuestiones fundamentales para la sustentabilidad del sistema privado de salud que asiste a más del 65% de la población de nuestro país”, afirman.
Uno de los puntos, que consideran central, tiene que ver con el prefinanciamiento: “La merma de la actividad prestacional ocurrida entre los meses de marzo a junio nos obliga a plantear anticipos financieros del 50% de la facturación actualizada de un mes de atención normal, para poder afrontar los meses de julio, agosto y septiembre, en los que veremos extremadamente menguados nuestros ingresos. Este prefinanciamiento será devuelto contra facturación futura en plazos a definir, sin intereses ni actualización de valores”, sostiene el documento.
Otro punto de vital importancia tiene que ver con los aranceles. “Resulta impostergable plantear la necesaria adecuación de aranceles a partir del 1ero. de mayo, de un 12% sobre todos los rubros (consulta, internación, prácticas, cirugías, etc.), en un contexto que requiere medidas extremas de precaución e higiene para la seguridad del personal médico y de pacientes”, argumenta.
A ello debe sumarse necesariamente que los nuevos circuitos y protocolos de atención generados a partir de la pandemia (insumos requeridos, bloqueo de espacios exclusivos de atención, restricciones horarias para evitar aglomeramiento de pacientes, etc), exigen la definición de nuevos módulos de atención Covid para pacientes ambulatorios y de internación, que permitan hacer frente a los costos extraordinarios que generan.
Plazos de pago
Las clínicas y sanatorios enfatizan la necesidad de un acortamiento de los plazos de pago, “que no supere en ningún caso los 30 días fecha factura, para sostener la cadena de pagos de los establecimientos privados de salud sin contratiempos.
“Este reclamo se fundamenta -agregan- en indicadores varios, como la inflación acumulada 2020, la desvalorización monetaria ocurrida en el mismo período, los incrementos salariales (16% Cláusula Gatillo Fatsa) del convenio colectivo de trabajo que rige nuestra actividad, el impacto de los insumos Covid y el incremento exponencial de costos que han sufrido en los últimos meses, entre otras variables”.
Y culminan reclamando “respuestas urgentes para seguir garantizando la atención médico sanatorial en los mejores establecimientos del interior del país”.
Villavicencio: “El sistema no puede sostenerse de esta manera”
El presidente de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de Rosario, Dr. Roberto Villavicencio, destacó que “vivimos momentos extraordinarios y representamos un sector cuya importancia está fuera de discusión. Lamentablemente, la responsabilidad en el sostenimiento del vital servicio de salud, no ha sido pareja hasta aquí. Las clínicas y sanatorios hemos asumido costos, mientras otros actores han estado distraídos o lentos. Hoy tenemos una situación gravísima: caída exponencial de la actividad, aranceles muy retrasados y problemas muy concretos y críticos de financiamiento”.
Recordó además que los establecimientos de salud privados -que atienden al 65% de los pacientes- son sustentables por las prestaciones médicas que realizan. Con caídas que van desde el 65 al 85% promedio de la actividad, según los casos, puede advertirse de un solo golpe de vista la gravedad de la situación.
“Nuestras clínicas y sanatorios -precisó-, los mejores del país, tenemos altísimos costos fijos. Lamentablemente, las obras sociales empresariales, sindicales, las prepagas, las cajas profesionales y mutuales, no han advertido la necesidad que tenemos para poder continuar prestando servicios de calidad y poder salir adelante. Así, claramente, el sistema no es sustentable”.
Otro punto sobre el que llamó la atención el titular de la Asociación de Clínicas, Sanatorios y Hospitales Privados de Rosario es que no se han hecho diferencias entre la ciudad de Buenos Aires, su gran área metropolitana (Amba) y el resto del país. “Tenemos situaciones muy distintas y sin embargo mismos protocolos y restricciones. Es una cuestión de sentido común. No tenemos circulación del virus en Santa Fe y en muchos otros puntos del interior, pero seguimos atados a los protocolos de Buenos Aires y Amba, a veces de manera difícil de justificar o de entender”.
Reclamó en ese sentido, saber diferenciar situaciones, cumpliendo todos los protocolos razonables que deben cumplirse, pero atendiendo a la particularidad de cada región.
Un punto no menor preocupa a Villavicencio -médico también él- y es la serie de patologías ocultas que la gente ha venido padeciendo recluida en sus casas, postergando o suspendiendo su atención. Y ello va desde la interrupción de tratamientos incluso en fases críticas, como la postergación de estudios necesarios para la prevención o la temprana detección de patologías que luego son graves y afectan la calidad de vida, o la vida misma de la gente.
Señala por último que en este período y habiendo ya advertido la situación grave de los prestadores de salud, la respuesta de los gobiernos, tanto nacional o provincial, ha sido satisfactoria, de comprensión y de acompañamiento, en la medida de sus posibilidades. Pero también, enfatizó que “necesitamos respuestas urgentes y que las obras sociales reconozcan estos puntos para seguir garantizando la atención médico sanatorial en los mejores establecimientos del interior del país”.