Este viernes desde las 20, el mundo de la danza se une para ayudar a los que más lo necesitan en un evento virtual con el objetivo de recaudar fondos para Unicef, y presentar a importantes compañías de nivel internacional; coronado por el estreno mundial de la obra “Co.Danza”: una pieza artística única en la que más de 27 destacados bailarines argentinos en todo el mundo expresan, a través de su arte, el particular momento que estamos viviendo.
Con la conducción de Facundo Mazzei, el evento será de una hora de duración y reunirá a referentes de la danza argentina actual presentando distintas piezas e interactuando con el público. Contará con la dirección artística de Leonardo Reale y algunos de los intérpretes que se verán son: Cecilia Figaredo y Hernán Piquín, Ana Sofía Scheller (Ballet Nacional de Ucrania), Luciana Paris (American Ballet Theatre, Estados Unidos), Nadia Muzyca y Juan Pablo Ledo (Ballet Teatro Colón) Laurita Fernández (bailarina y actriz) Agustina Galizzi (Compañía Nacional de Danza de México), Daniel Proietto ( Bailarín Ballet Nacional de Noruega), Lucas Erni (San Francisco Ballet, Estados Unidos), Grupo Cadabra, Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, entre otros.
Se puede acceder desde https://bue.tickethoy.com de manera gratuita, aunque se podrá colaborar con entradas a partir de 100 pesos. Todas las personas que compren entradas participarán automáticamente de un sorteo de obsequios exclusivos de los invitados y personalidades que apoyan este evento. Una parte de los aportes recaudados será donado a Unicef Argentina con el propósito de atender el impacto que la pandemia?genera en la infancia y la adolescencia.
Para conocer más sobre la iniciativa, El Litoral dialogó con Reale, reconocido coreógrafo y ex bailarín.
—Venís trabajando desde hace años con Danza por la Paz. ¿Cómo se llegó a realizar “Co.Danza”?
—Danza por la Paz nació en el 2014, en el Teatro Nacional Cervantes, con 100 bailarines de las mejores compañías argentinas. Tuvo mucho éxito y a partir de ahí se realizó ininterrumpidamente todos los años en la Argentina; a partir de 2015 se comenzó a hacer a beneficio de Unicef, y empieza su camino internacional. En 2018 se hizo en Chile, luego en Miami, en Brasil y también sale por el país: se presenta en San Juan, Córdoba, Rosario, Rafaela.
Ahora con todo este tema de la pandemia, el aislamiento y todo lo que ha pasado se planteó la continuidad del evento de alguna manera: surgió esta posibilidad de generar este evento en vivo, en streaming; con el dolor de haber perdido lo que este año teníamos, cuatro ediciones en el país y la primera salida a Uruguay; sumábamos un país más al evento y llegábamos a más provincias.
De esta manera se puede hacer un evento artístico saliendo un poco de lo que se está viendo hoy: este evento va a tener la característica de ser en vivo, conducido por una persona muy joven y carismática como Facundo Mazzei, que va a ser el presentador y el que va a guiar el programa online. Va a estar como invitada Eleonora Cassano, voy a estar yo; se van a ver los trabajos que hace Unicef por los niños, en un video. Y va a haber un pequeño mix de 20 minutos (más o menos) de varias ediciones de Danzar por la Paz, donde participaron artistas hermosas y compañías de primer nivel, en fragmentos de cuatro minutitos, en distintos momentos del programa en vivo: artistas como Hernán Piquín, Cecilia Figaredo, Luciana Paris (solista del American Ballet Theatre) y Juan Pablo Ledo (primer bailarín del Teatro Colón); el Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín, la Compañía Pucará, el Grupo Cadabra; tienen ahí una variedad de estilos folclóricos, clásicos, contemporáneos. Todos arengando y poniéndole fuerzas para llegar al final del programa donde van a ver algo que llevó mucho tiempo y mucha realizarlo: es la famosa obra “Co.Danza”, una idea que comparto con Gabriel Olivera y la colaboración de Constanza Torres: es un video que habla del aislamiento del Covid-19, cómo afecta a los artistas. Convoqué a distintos bailarines de distintas ramas de la danza: ellos bailaron desde el país donde estaban, llegamos a todos los continentes con estos bailarines argentinos que nos representan en el mundo. Desde su hogar realizaron un trabajo artístico guiados por mí, sobre este aislamiento y la cuarentena que están transitando y pegando tan fuerte a los artista.
Ahí se hizo una edición muy linda, con trabajo de drones, con la edición de Fernando Lurie, mostrando la situación que está padeciendo la Argentina. Tiene un storyboard el video, una guía conceptual, basada en la música de “The show must go on” de Queen. Primero se ve al artista sin barbijo, después se lo tuvo que poner por la pandemia, en el último momento el artista dice “basta, quiero salir y volver a bailar en los espacios abiertos y lograr que esto que está pasando se termine. Es muy emotivo; tiene un riesgo también: tiene un running muy rápido, porque se pensó para llegar a toda la comunidad, no solo a la comunidad de la danza; que sean parte de este movimiento artístico.
—¿Qué desafío te implicó a vos y al equipo poder guionar y dirigir a un montón de bailarines a kilómetros, y trabajar la coreografía de cada uno (dentro de lo que podía hacer cada uno)?
—Totalmente. Los bailarines somos una especie tan linda... son solidarios, colaboradores, ponen la voluntad siempre de ayudar en primer lugar. Entonces fue más fácil. Lo difícil fue la situación de cada bailarín, cómo está atravesando el momento: uno puede atravesarlo más feliz, otro más dramático, otro con un gran problema económico. Hay muchas situaciones. Aquí también afectan a que el bailarín pueda interactuar y colaborar.
Los que están presentes son los que pusieron el pecho: fuimos trabajando con el celular: los bailarines desarrollaron la idea que se les propuso, mandaron los videos, los fui corrigiendo, si había que corregir algo más se volvía a probar. Y de esa manera se creó esta belleza que estamos muy felices de que el 19 lo vean. Porque es un trabajo muy grande y reunirá a tantos bailarines de diferentes áreas: vos tenés en ese video Ana Sofía Scheller, que es bailarina principal en el ballet Nacional de Ucrania; a Daniel Proietto que bailó desde Noruega, y es reconocidísimo e increíble.
Como también tenés a Laurita Fernández que viene de otro palo, pero también bella y trabajando con una calidad dancística fenomenal. Está el Campeón Nacional de Malambo 2019, que es Ernesto “Tito” Díaz; los campeones de Tango Escenario del Campeonato Mundial de Tango , Fernando Rodríguez y Estefi Gómez. Tenés bailarines del Ballet Folklórico Nacional, de street dance, de bodrum, de flamenco; de todas las disciplinas, unidos para contar lo que es el padecimiento que vive el artista con el aislamiento y con los teatros cerrados es muy fuerte el mensaje que uno va a recibir y grandes artistas como también está Pablo Germán y de danza contemporánea esta Lucas Erni, que es santafesino y ahora es solista del San Francisco Ballet; santafesinos tenés también a Pablo Fermani, Maia Roldán y Denise Montel de la Roche.
—Ahora te estás desempeñando como coreógrafo, después de una carrera muy larga como bailarín. ¿Cómo venías trabajando y cómo te afectó el párate obligado?
—De muchas maneras. La primera fue la emocional, que me tuvo bastante frenado; después con mucho dolor veía cómo se cancelaban los proyectos que venían por delante: actuaciones de mi compañía, el Ballet Metropolitano de Buenos Aires; los infantiles que hace la Fundación Konex en la Ciudad Cultural Konex; cumplíamos los 10 años y muchos bailarines se quedaron sin trabajo, porque no había posibilidad de generar funciones con todo esto del aislamiento: eso fue muy doloroso. Como también las cinco funciones programadas en el país para Danzar por la Paz, un gran trabajo en todo sentido de la producción de Gustavo Castro, que estuvo ahí trabajando codo a codo para sacar adelante tanto las funciones que venían físicamente como también este trabajo online de Danzar por la Paz en streaming.
Como coreógrafo, las cancelaciones del infantil: iban a ser los diez años de “El cascanueces”, primer infantil que hicimos en Konex que recorrió varios países, llegaba a cumplir 10 años y no se pudo; una función muy linda que se iba hacer con la Antigua Jazz Band de una obra mía que se llama “Bastones dorados” que también cumplía 10 años. También la primera llegada a Uruguay de Danzar por la Paz.
Se sintió violento en el sentido de que es una situación dantesca; no tanto las cancelaciones sino como está hoy todo: ves en la calle a todos con barbijos, no podés desarrollar tu movimiento artístico, la cantidad de muertes que hay en el mundo; a uno como artista le afecta doblemente. Muchos colegas están pasando un momento malo, entonces todo eso como que no lo deja a uno estar tranquilo; uno que es humano trata de acomodar esa parte y levantar otra.
Me parece que con esta nueva propuesta le damos una mano a los más necesitados, como son los niños, y también se genera de esta manera un aliciente a la gente que puede ver un producto de esta calidad en la palma de su mano. Lo pueden ver gratuitamente todos, con la posibilidad de donar a Unicef.
—¿Cómo ves el futuro cercano?
—En un primer punto la tecnología acompañó y dio un respaldo para que uno pueda estar mejor, más acompañado. Siguiendo en contacto de esta manera a través de la tecnología, que es nuestro futuro, se pudo hacer este video con 27 bailarines de todo el mundo. De esta manera el Teatro San Martín con Oscar Araiz, sigue trabajando mediante el Zoom, ensayando la coreografía de la obra que van a presentar cuando se abra el teatro
Veo que el streaming puede salvar a muchos de los espectáculos que no se puedan hacer físicamente, y eso va acomodar un poco para que los artistas puedan seguir realizando su trabajo. Aparte la comunidad también puede acercarse a pasar un momento agradable, cultural, junto a los artistas. Es un círculo muy importante, eso sumado a que los teatros de a poco van a empezar abrir; la gente de a poco se va a acercar a los teatros, con desconfianza por el aislamiento o el distanciamiento.
De a poquito se va a ir volviendo a reconectar en un tiempo corto; me imagino que el padecimiento será lamentablemente todo este año, más para las artes. Pero creo que nos va a dejar mucho más fuertes, mucho más unidos y con mucho aprendizaje. Hoy las distancias se acortaron mucho; veo a los niños a los que les doy clase habitualmente, agarrados de la barra o de un placard o de una silla, que siguen entrenando; ahí digo: “Loco, qué interesante que la juventud esté tan fuerte para transitar este momento; ellos tan fuertes y nosotros doblemente fuertes”.
Por eso creo que este evento va a marcar un nuevo hacer, una nueva manera de transmitir, una nueva manera de crear. Creo que va a ser un buen momento para que la gente se acerque y conozca bien lo que es Danzar por la Paz, sus objetivos (que son la cultura de paz y la no violencia) y la ayuda a los niños. La gente va a conocer más lo que hacemos desde hace tantos años; y ojalá que esto sea un puntapié para que muchas compañías puedan generar este tipo de eventos para poder tener una ganancia y poder subsistir en este momento de pandemia.