“No hay una gran cantidad de actores estatales que estén en condiciones de realizar este tipo de actividades”, agregó Morrison en una conferencia de prensa llamada de improvisto.
“No hay una gran cantidad de actores estatales que estén en condiciones de realizar este tipo de actividades”, agregó Morrison en una conferencia de prensa llamada de improvisto.
Uno de los que forman parte de esta corta lista, según concluye la inteligencia nacional, es China. El sector afirmó el año pasado que el gigante asiático fue responsable de un ciberataque a su Parlamento nacional y a los tres partidos políticos más grandes poco antes de las elecciones generales de mayo de 2019. La información fue reportada por Reuters, que citó a cinco personas con conocimiento directo del asunto.
La agencia de inteligencia cibernética de Australia concluyó que el Ministerio de Seguridad del Estado de China era responsable del ataque, dijeron a Reuters las personas con conocimiento directo de los resultados de la investigación. Sin embargo, las fuentes se negaron a ser identificadas por la delicadez del tema.
El informe de la ASD, que también incluía aportes del Departamento de Asuntos Exteriores, recomendaba mantener en secreto los hallazgos para no interrumpir las relaciones comerciales con Beijing, dijeron dos de las personas. El gobierno australiano no reveló quién cree que está detrás del ataque ni ningún detalle del informe.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de China negó estar involucrado en cualquier tipo de ciberataque y dijo que Internet estaba lleno de teorías que eran difíciles de rastrear. “Queremos subrayar que China también es víctima de los ataques de Internet”, dijo el Ministerio. “China espera que se pueda hacer más para beneficiar la confianza con Australia y la cooperación entre los dos países”, cerró.
Tensiones
China es el mayor socio comercial de Australia, dominando la compra de mineral de hierro, carbón y productos agrícolas australianos, comprando más de un tercio del total de las exportaciones del país y enviando allí más de un millón de turistas y estudiantes cada año.
Pero las relaciones entre ambos países crecieron en tensión este año, especialmente por el rol del país asiático en la expansión del Covid-19. Luego de que Australia pidiera una investigación al respecto, China amenazó que ello podría conducir a un boicot de los consumidores al vino australiano o interrumpir los viajes de los turistas del gigante asiático.
Las autoridades australianas consideraban que había una “perspectiva muy real de dañar la economía” si acusaban públicamente a China del ataque, dijo una de las personas.