Estaba más que claro que, luego de tres años y medio, no sería fácil para el fútbol profesional del Club Atlético Unión darle forma a la sucesión de Leonardo Carol Madelón. Es que, a su medida, el Tate también disfrutó de su propio Napoléon santafesino: hizo olvidar la calculadora del promedio cuando había promedios, lo clasificó a Unión para jugar sus dos primeras copas interncionales, eliminó al Minerio y casi siempre ganó los clásicos. Pero, además, generó oportunidades de negocios que nunca brillaron en López y Planes por la mala política de ventas en la Administración Spahn: lo regaló a Soldano, dejó libres a Gamba-Fragapane y finalmente armó un verdadero e inexplicable “desguasadero” en la última ventana de pases, lo que terminó por agotar la poca energía y paciencia que le tenía Madelón.
Hoy se cumplen, justamente, 100 días de Unión sin entrenador en el post madelonismo y todos los caminos conducen al mismo lugar, al mismo nombre y con la misma música: “Cuando Pa’ Chile Me Voy”. Ahora sí, a casi nada de su propia cuarentena trasandina, Juan Manuel Azconzábal es el nombre al que todos esperan.
En la previa de estos casi tres meses donde al grupo de futbolistas lo dirigió “Mr. Zoom”, no hubo uniformidad en el relato rojiblanco. En una de las últimas notas donde le permitieron hablar antes del “bozal futbolístico”, el secretario técnico Martín Zuccarelli había deslizado: “No es fácil reemplazar a Madelón y no es momento de pensar en ahorrar”. Con un par de días de distancias, el presidente Luis Spahn fue para el otro lado: “Nos sacamos al Quini 6 al no tener que pagar un técnico durante la pandemia”.
Especialista en hacer “caja” con su chanchito, no queda muy claro el resultado del “Dr. Ahorro”: no hay predio, no hay tribuna y no hay achique de la deuda eterna-externa que el club tiene con él más “su familia”: 5 millones y medio de dólares, reclamo cuyos papeles “duermen” en un Juzgado de Santa Fe y por la cual la Dra. María Servini ya les “recordó” mediante un oficio que los necesita en Buenos Aires. Más precisamente en Comodoro Py.
Antes de volver a Madelón-Azconzábal: el simple hecho de calcular y multiplicar cinco milones y medio de dólares por el costo del “contado con liqui” marcaría que Unión le debe a Spahn más de lo que le debe Haití al Fondo Monetario Internacional (FMI). Con esa plata, un club “normal” no sólo hubiera terminado una tribuna mutilada sino que tendría el estadio techado. Como mínimo, Old Trafford.
La sucesión de Madelón —más allá de coincidir o con la “avivada” de ahorrar— fue, como mínimo, desprolija: exisitiendo tantos técnicos disponibles en medio de esta malaria, fueron a buscar a dos entrenadores con contratos vigentes. Primero, Sergio Rondina en Arsenal (el “Huevo”, al final, les dijo no y se quedó en el Viaducto). Ahora, el “Vasco” Azconzábal en Antofagasta de Chile, con vínculo firmado hasta diciembre de este año.
En el medio, demasiada exposición mediática innecesaria: entrenadores de cualquier calaña por micrófones locales y nacionales con la frase de “me llamaron de Unión de Santa Fe y estoy en carpeta”. Y en el final, el tiroteo previsible del magnate Cristian Bargarnik, que pasó de la mentira habitual —“Unión no me pidió un entrenador”— a la frase mercantilisa de “Si lo quieren a Azconzábal, tienen que pagar la cláusula de salida en Antofagasta”.
Convengamos algo: poco importa, a esa altura, que alguien explique lo de los 50.000 dólares de la cláusula del “Vasco”. No hay que gastar “pólvora en chimango”: debiera rendir cuentas por regalar a Franco Soldano en 857.000 dólares (pequeña diferencia: los griegos lo valorizaron en 5 millones de euros) o entrar en Guiness por ser el primer club del mundo que firma el blindaje de un jugador en dos millones de dólares y lo vende por menos en amistosas cuotas (Yeimar Pastor Gómez Andrade a la MLS).
Se viene el “Vasco” Azconzábal, la gran apuesta del mánager Martín Zuccarelli, viejo conocido de los años imaginarios de 57 y 1 o Citty Bell. Como todo técnico, hay ganadas y perdidas. El de Tucumán (59 por ciento de puntos) pareció mejor que el de Huracán (38 puntos). Y el de Antofagasta de Chile (57 por ciento) mucho mejor que el de Guaraní de Paraguay (33 por ciento).
Como todo entrenador, tiene fortalezas y debilidades. A favor: mucho laburo en la semana y un radar permanente para “barrer” lo que hay abajo en la reserva e inferiores: le gusta poner canteranos. En contra: poco trato “no formal” en el día a día con el futbolista, con la receta de la distancia profesional y la mano dura. La apostilla: para los movileros que van al calor, el viento y la lluvia en Casasol, casi nada de relación con la prensa.
La sucesión de Madelón, hoy a 100 días sin vivir sin DT, se hizo más traumática de lo que se pensaba. Por momentos, desprolija. Los nombres de Rudman, Lorenzo o Bruno Marioni —todos dijeron públicamente que Unión los contactó— parecieron una falta de respeto a un lugar donde el club creció de manera impensada en los últimos años: la banca del entrenador.
A 100 días de la ida de Madelón por López y Planes, con tres meses y pico de “manoseo” al puesto de entrenador, la mejor frase para Leo sería la de Lucas 23,34: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.
Domínguez y la Sudamericana
El presidente de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez, aseguró que no existe “apuro” por retomar la competencia en las copas Libertadores y Sudamericana, que tendrán un “calendario flexible”, posibilitando jugar “un 30 de diciembre o en enero”.
En declaraciones a radio Rivadavia, Domínguez insistió además en la duda que gira en torno a la realización de la final única 2020 en el estadio “Maracaná” de Río de Janeiro, que es una de las ciudades más golpeadas por el coronavirus en Brasil.
“Es todo un tema, hay que evaluar como sigue el virus y su evolución. Nuestro deseo sigue siendo el mismo, de jugar en Sudamérica, pero estamos atados a eso”, remarcó, ante la chance de volver a llevar la final a Europa, como ocurrió en 2018, por otra razón, con River-Boca.
“No hay apuro para retomar la competición. Si se tiene que jugar el 30 de diciembre, se jugará, y en enero también. El calendario será flexible y lo primordial siempre será la salud. Junio, julio y agosto será difícil”, declaró en el programa “La Oral Deportiva”.
En ese sentido, agregó: “No tengo fechas tentativas. Claro que me gustaría, pero sabemos que el virus está en plena evolución. Estamos trabajando para volver y se va a terminar tanto la Libertadores como la Sudamericana y se va a comenzar con las Eliminatorias del Mundial, volviendo a la vida normal pero siempre respetando el ciclo de los virus”.
Domínguez consideró que el coronavirus “es un enemigo que no conocemos y ataca de diferentes maneras”, por lo que hay que confiar en quienes estudiaron las políticas que se tomaron en cada país.
“Hicimos un parate, una pausa pero quiero que quede claro que el fútbol retorna, que va a volver y que vamos a respetar los tiempos de las políticas asumidas en cada país. Tuvimos las ventajas de que nos pasó después de otro país y fuimos prudentes”, indicó.
“Pepi” Zapata, el adelantado
Tal como lo anticipó El Litoral, el ex jugador de Estudiantes de La Plata y Newell’s Old Boys de Rosario, el “Pepi” Ariel Zapata, comenzó la llamada avanzada con los dirigentes de Unión. El ex “5” es el principal asistente del “Vasco” Juan Manuel Azconzábal e incluso el único “no chileno” que trabajó hasta ahora en el Deportes Antofagasta.
Ariel Zapata, que vive en Rosario cuando no trabaja, recorrerá lugares como Casasol, estadio 15 de Abril, La Tatenguita y Los Molinos —ahí entrenan las inferiores— pensando en la llegada del “Vasco” y la vuelta a los entrenamientos cuando la AFA así lo permita en la Argentina.
En cuanto al resto de los integrantes del cuerpo técnico de Azconzábal en Unión, se sabe que estará el profe Rodrigo Anaya en la parte física. El segundo profe será Hugo Díaz, que viene del proceso Madelón como ladero de Mariano Lisanti. El entrenador de arqueros será el ex golero rojiblanco, Rodrigo Llinas.
Lo que falta resolver es el nombre del segundo asistente técnico debajo de Zapata: se mencionó lo del tucumano Raúl Aredes —ex jugador de Unión— pero rápidamente quedó descartado porque seguirá trabajando en Chile.
Organizado por el Departamento de Actividades Sociales y Culturales, se realizaba una olla popular y se entregarán viandas a quienes más lo necesitan.
Las organizaciones sociales de Villa Hipódromo, Barranquitas y Rayito de Sol (Alto Verde), se organizaron para retirar las porciones de comida que solicitaron al Club, a los fines de no generar aglomeraciones en la entrega que se llevaba a cabo al cierre de la presente edición.