“Mirá pibe, vos de acás no te vas ni que entren con veinte cañones. Me voy a poner yo mismo en la puerta del predio para que no entren”, le dijo hace un par de años
Tiene 21 años, menos de 40 partidos con la camiseta rojinegra y Gallardo lo apuntó con todo para que sea el “4” de River. Sus sensaciones en la Final Única, lo que le pidió cada técnico y su comodidad con el “Barba”: fue Domínguez el que lo subió a Primera.
“Mirá pibe, vos de acás no te vas ni que entren con veinte cañones. Me voy a poner yo mismo en la puerta del predio para que no entren”, le dijo hace un par de años
el “Chueco” Miguel Angel Robledo al propio Alex Vigo, hoy consolidado como “4” en la primera de Colón y pretendido por Gallardo para que desembarque en River ante la posible salida de Montiel.
—¿Cómo fue eso de Racing?
—Hace algunos años y se dio en la última fecha de una temporada de reserva. El partido final era contra Racing de Avellaneda. Y cuando termina el partido se me acerca una persona de Racing que se me presenta como coordinador y me dice que me habían seguido todos los partidos y hasta me tenían filmado. Y que me querían sí o sí.
—¡Y cuando lo contaste en Colón el “Chueco” Robledo te sacó de una!
—Sí, fue así. Me acuerdo que me dijo: “Tenés que tener paciencia, al que juega bien siempre las chances le llegan. Y la tuya será acá en Colón”.
—¿Cómo la llevás con este lío?
—Este tema de la pandemia es un dolor para todos, porque veníamos entrenando, jugando y habíamos levantado. Trato de llevarla de la mejor manera, haciendo los ejercicios que nos piden.
—¿Y cómo es entrenar “a distancia”?
—Estamos en el plantel de Colón divididos por grupos. A mí me tocó con Aliendro, Doffo y Gastón Díaz. Tengo espacios donde vivo, tengo lugar en mi casa y ya es algo normal porque tengo todas las cosas y los elementos que necesito. El profe Santella manda la rutina, hago todo, nos grabamos y se lo mandamos.
—Todo lo que te pasó en este último tiempo, en lo individual, fue positivo
—Hago un balance y creo que todo es positivo. Pude debutar, firmar mi primer contrato, jugar mi primera copa internacional y llegar a la final con el club que me vio crecer y que me dio todo. Es lamentable que algunos chicos no llegan: hay que tener constancia, trabajo y saber esperar la posibilidad. Y cuando está...aprovecharla.
—Pasaron Lavallén, Osella y Eduardo Domínguez: ¿cada uno te pidió cosas distintas para la misma función?
—A Eduardo lo conozco de hace mucho tiempo: fue justamente el quien me subió a Primera. Cada técnico tiene su idea, a algunos le gusta atacar, a otros les gusta defender. Eso siempre es relativo, si el técnico me pide que juegue de lateral-volante, lo voy a hacer. Y si me dice que me quede y no pase para defender, también lo voy a hacer, porque es lo que él quiere. Y se lo que tengo que hacer en cada caso.
—¿Dónde pensás que hay que corregir cuando Vigo mira a Vigo?
—Me pongo a ver los partidos de Colón y miro los videos míos. Obviamente que tengo que mejorar las terminaciones, lo que serían los centros. Eso es lo que veo. A veces, también, debo apretar y mejorar las marcas. Lo estoy haciendo cada día. Se que todo pasa por entrenar, entrenar y entrenar hasta que se mejore y se perfeccione.
—Hubo una imágen tuya, el día de la Final de la Sudamericana, destruído y llorando de frente a la gente de Colón en las tribunas
—Sí, es una imágen que volví a ver
—¿Qué sensaciones de lo que pasó en “La Olla”?
—La verdad que para alguien que es hincha y juega fue una alegría enorme llegar a un final. Mucho para nosotros que nunca habíamos podido llegar a jugar un final así. Lo de la gente era impresionante, dos días antes veíamos los videos de como la gente estaba viajando para Asunción y que iban a juntarse más de 40.000 personas era increíble.
—¿Y qué hablaban entre ustedes al ver esa “pueblada” de 40.000 almas?
—Ya queríamos jugar ahí el partido, no esperar que llegue el sábado. Veíamos que daban vueltas por todos lados, los micros, los hoteles, las playas...todo con hinchas de Colón. Yo, de mi parte, lo quería jugar ahí mismo. Y después, claro está, soñaba con poder levantar la Copa, para esas 40.000 personas que nos fueron a ver. Para mí fue una felicidad poder llegar ahí y conseguirla con el club que me vio crecer hubiera significado todo. Era algo muy importante.
—Faltó un poquito...
—Hubiéramos sido muy felices ganando: ellos en las tribunas, mi familia, yo. Fue un gran dolor no poder conseguirla por la gente que hizo el esfuerzo y viajó. Otro club no volverá a hacer lo que hizo Colón.
—¿Cómo fue la historia de River y el llamado de Gallardo?
—Ya habló Vignatti y salió a decir lo de mi tema. Lo de River ya está y ya pasó, hasta que a mí no me vuelvan a llamar o alguien me quiera, yo sólo pienso en Colón, sigo en Colón y me gustaría seguir mucho tiempo en Colón. Después se verá, lo decidiré con el tiempo.
—¿Estás feliz acá?
—Estoy muy bien acá, esta es mi casa
—¿Ese llamado de River fue a principio de este año?
—El tema de River fue en enero y no estábamos en una situación como para irme, con el equipo en descenso. Además, creo que no era justo, porque la verdad que Colón me dio todo, fue mi segunda casa. Me la pasaba en Colón. Era Colón, Colón, Colón y así fui creciendo. Acá me dieron mucho cariño y me familia es toda de Colón, obviamente.
—¡Y le pediste a Vignatti que no te vendiera!
—Cuando llegó la oferta, me senté a hablar con Vignatti y le dije que no era el momento de irme todavía.
—¿Se lo dijiste así a pesar que era River?
—El también me dijo lo mismo y coincidimos los dos al mismo tiempo. Y me dijo que más adelante, cuando me venga a buscar este mismo club o aparezca otro, no había ningún problema en irme.
“Quiero agradecer a la gente, tuvimos momentos difíciles y momentos buenos. Siempre ellos estuvieron con nosotros, apoyándonos con el aliento. Estuvieron mucho más en las malas que en las buenas”. Alex Vigo, Jugador de Colón