Cuatro sujetos ingresaron a una casa en Santo Tomé y se llevaron múltiples objetos. La fiscal Gabriela Arri ordenó allanamientos e imputó a una pareja -que el viernes recuperó la libertad-; se desconoce la identidad de las otras dos personas que también participaron del ilícito. En el marco de la audiencia de prisión preventiva, la víctima manifestó su temor: “Estoy sola, hace 20 días falleció mi marido”.
La madrugada del sábado 27 de junio, pasados 30 minutos de la medianoche, cuatro sujetos ingresaron a la casa de Azcuénaga al 1400 donde funciona, también, una pollería. Para esto forzaron la puerta de chapa color blanca y una vez adentro, “dieron vuelta” el lugar, dejando atrás un gran desorden y un gorro de lana gris, que días más tarde resultaría clave para sindicar a uno de los coautores del robo. Se llevaron un televisor LED de 50 pulgadas, una balanza electrónica que se utilizaba en el loca comercial y una garrafa de 10 kilos.
La fiscal Arri solicitó este viernes la prisión preventiva de los imputados Gabriel Sebastián L. y Sheila G. Durante su exposición ante el juez de la IPP Octavio Silva, la representante del Ministerio Público de la Acusación hizo especial hincapié en la declaración de un “testigo estrella”, que reconoció a los acusados en el lugar del hecho. La madre del hombre sufrió el robo de una garrafa antes de que los ladrones ingresaran a la pollería, por lo que el hombre observó que se trataba de las mismas personas. Desde las 22 comenzó a llamar al 911 para reportar la actividad delictiva en la zona, reiterando su pedido de presencia policial en varias ocasiones a lo largo de la noche, siendo la última alas 3.30 de la mañana.
Alrededor de las 3.50 un móvil de la subcomisaría 15 fue asignado a la intersección de las calles Azcuénaga y Necochea. Al arribar, vieron que la puerta de ingreso había sido forzada y estaba semiabierta, permitiendo ver que había una luz encendida en el interior de la vivienda. Junto a una vecina que dijo haber escuchado ruidos en el techo, los uniformados entraron a la casa y comprobaron que ya no había nadie allí, y notaron que estaba todo revuelto. La vecina les comentó que la dueña de casa no se encontraba allí porque su marido había fallecido días atrás.
Por la tarde la policía volvió a concurrir al lugar y habló con la dueña, que había vuelto a su hogar luego de que le avisaran lo ocurrido. Fue ella quien les entregó el gorro de lana gris que encontró mientras ordenaba el desastre que había quedado en su casa, además de notificar las faltantes. El mismo vecino que alertó reiteradas veces al 911 se acercó a la subcomisaría 15 y aportó la identidades y el domicilio de los dos imputados, dijo que había dos masculinos más y reconoció vagamente a uno de ellos. Sobre Gabriel Sebastián L., el testigo describió cómo iba vestido, con una campera azul y un gorro de lana gris.
La fiscal Arri informó que se realizaron dos allanamientos, que dieron resultado negativo en cuanto a los objetos faltantes pero que aseguraron la aprehensión de los dos sospechosos. Además, se secuestró un arma tipo tumbera no apta para su utilización, por lo que no se imputó su tenencia. Sí se les atribuyó la coautoría del delito de “robo calificado por ser en poblado y en banda”. Arri también mencionó que el imputado posee antecedentes condenatorios por varios delitos contra la propiedad, uno de ellos calificado por la privación ilegitima de la libertad, cuya pena de 8 años venció en 2014.
La defensora pública Betina Dongo representó a Gabriel Sebastián L. y Sheila G. durante la audiencia en la que él decidió declarar, asegurando que “nosotros no tuvimos nada que ver”. La Dra. consideró que no existen los elementos requeridos para imponer la medida cautelar de máxima, siendo posible mitigar los riesgos procesales con medidas alternativas a la prisión preventiva. En esta línea, el juez Octavio Silva resolvió ordenar la inmediata libertad de los imputados, imponiéndoles determinadas reglas de conducta, como la prohibición de contacto por cualquier medio a la víctima y al principal testigo, y una medida de distancia de 200 metros para con los mismos.