Diego Sueiras (*)
Diego Sueiras (*)
Desde 1990 la Fundación Nueva Generación Argentina formó a más de 1200 líderes democráticos con visión global y espíritu solidario pertenecientes a diferentes partidos políticos, sectores de la producción y la sociedad civil. Hace tres décadas que sumamos a equipos académicos interdisciplinarios con decisores y líderes que ejercen o ejercieron el poder para elaborar políticas públicas que busquen generar políticas de Estado y que en definitiva permitan un desarrollo sostenible.
Llevar adelante más de 40 convenios internacionales y nacionales, le permitió a la FNGA ser impulsora y signataria del hermanamiento entre el Estado de California y la Provincia de Santa Fe, el cual fue aprobado por las legislaturas de ambos Estados. La Fundación desarrolló programas y propuestas que en temáticas como calidad institucional, inserción internacional, comercio exterior, seguridad, transparencia electoral, producción e inversiones.
Desde el enfoque del cuidado del medio ambiente, la FNGA busca incentivar la creación de inversiones que permitan empleos verdes de última generación con eje en la cuarta revolución industrial. Un nuevo orden social.
La pandemia ha precipitado el aluvión tecnológico que impactó en el núcleo central de nuestra sociedad, en la familia, en la introspección espiritual de cada individuo, en la relación laboral y en la educación. Ocasionando que las asimetrías sociales y la brecha económica se conviertan en exponenciales, principalmente en los países o regiones que no estaban preparados para adaptarse a estos cambios.
En forma disruptiva y dentro de una debacle económica se ahondará la crisis de representación en términos políticos, gremiales, sectoriales y en las organizaciones que defienden a las minorías. Este cambio que se ha pronunciado, transparenta y profundiza la mencionada crisis que desde la insatisfacción personal deja latente y abierta la posibilidad de conflicto. Este es el primer gran desafío a resolver.
Un nuevo orden político. El desafío de representación del nuevo orden social debe interpelar al poder, a las instituciones de la República, a la cultura y al sistema democrático. La contumacia es insistir en el error enérgicamente y ese es un círculo vicioso del cual debemos salir de forma inmediata. Para enfrentar la crisis económica y de desarrollo se deben adaptar las instituciones.
Los Estados deben repensar sus estructuras, no solo en su tamaño y eficacia sino buscando interpretar y conducir los cambios del nuevo orden social y el nuevo sistema de producción. Desde el nivel local al nacional se debe iniciar esta profunda transformación. Para ello necesitamos líderes que al margen de atender las imperantes urgencias del día a día, estén dispuestos a hacer las reformas necesarias.
Desde la Fundación estamos generando ideas y propuestas en base a experiencias de otros países y regiones, para buscar debates y consensos que creen una ciudadanía activa que acompañe estas necesarias transformaciones que deberán ser formuladas como políticas de Estado a mediano y largo plazo.
Un nuevo orden internacional. En un evidente fracaso de la integración de los Estados Nacionales en los Organismos Internacionales que permitan soluciones concretas, se debe apelar a la globalización, que respete y genere un nuevo orden internacional incluyendo en la globalización el sentido de lo local. La impronta de los Estados sub-nacionales, en especial de los Estados provinciales y grandes ciudades, debe generar una nueva red de alianzas que impulsen de abajo hacia arriba una representación de este nuevo orden social y político y que en forma decidida debe encontrar respuestas a lo que la sociedad global está exigiendo.
Estos Estados por estar más cercanos a la escala humana y al territorio son los que deben hacer un esfuerzo y tienen la mayor responsabilidad de implementar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Desde este poder territorial, los gobernadores e intendentes deben proyectar internacionalmente a su comunidad.
De hacerlo, serán los primeros en generar beneficios para sus representados. En búsqueda del Nuevo Paradigma. Desde la idea fuerza de devolver el poder al ciudadano y el de defender a nuestro planeta, el desarrollo sustentable se debe traducir en la generación de nuevas instituciones que tiendan a crear una nueva soberanía ambiental compartida y decidida por todos, que incentive de forma valiente la generación de energías renovables frente a los lobbies de la energía fósil, y que prepare las condiciones para una educación que permita ingresar a la fuerza aboral dentro de la nueva revolución industrial y de una agricultura sustentable.
Estos son algunas de las ideas y propuestas sobre las cuales la FNGA está trabajando para aportar al nuevo paradigma que deberá estar acorde al nuevo orden social, político e internacional, pensando en los desafíos de los próximos 30 años.
(*) Presidente FNGA - Fundación Nueva Generación Argentina.