Juan Carlos Scalzo | [email protected] | Agencia Rafaela
El ex arquero, desde hace más tres décadas ligado a la actividad empresaria, se integró a la subcomisión de fútbol profesional del club del barrio Alberdi para volcar toda su experiencia y contactos a todo nivel.
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El uruguayo, ídolo de Independiente de Avellaneda al haberse consagrado campeón intercontinental (1984) defendiendo los tres palos, tuvo un destacado paso por la “Crema” entre 1992 y 1995 y, un año después, tras retirarse como jugador, se radicó en la Perla del Oeste y estuvo siempre estrechamente ligado al albiceleste.
Antes de alejarse de las canchas se había transformado en representante para toda América de la firma alemana Reusch, dedicada a la fabricación de indumentaria deportiva, en especial al diseño de guantes de arquero. y desde esa posición, forjó un acuerdo con Atlético para el aprovisionamiento de la vestimenta oficial del club en una alianza que ya casi llega a los 30 años.
Ahora, y después de muchos años en los que su nombre estuvo dando vueltas para incorporarse a la directiva, Carlos Mario Goyen decidió que había llegado el momento de cooperar más estrechamente con la institución y aportar su granito de arena sin importar que las circunstancias deportivas y económicas de la Crema no sean las mejores.
“Yo nunca me ofrecí para ningún cargo en Atlético, pero siempre estuve colaborando, ad honorem y tratando de hacer todo lo que pude para beneficio del club tanto en la parte de sponsoreo deportivo como cuando tuve la oportunidad, durante tres años, para que Atlético pueda realizar pretemporadas internacionales por los contactos que tengo en Uruguay con gente amiga, como el grupo Tenfield, Francescoli, Gutiérrez, Paco Casal”, dejó en claro de entrada en la entrevista con El Litoral.
Fue así que su desembarco en el club comenzó, explicó, cuando “hace alrededor de una año, gente que no estaba en el oficialismo del club (grupo opositor encabezada por Silvio Fontanini, hoy presidente, mediante una lista de consenso para evitar la interna) me ofreció ser presidente de la subcomisión de fútbol si eran los ganadores de las elecciones de este año, pero dilaté la respuesta porque no quería divisiones y preferí continuar como un colaborador desde fuera. Después que se logró la unidad y Ricardo “Cabo” Castro, actual titular del área de fútbol profesional, me invitó a participar, acepté; pero tiene que quedar bien claro que no soy dirigente, no pertenezco a la Comisión Directiva y sigo siendo un colaborador”.
—Convengamos que no es el mejor momento para meterse en el tema fútbol...
—Ya lo creo, pero vamos a intentar volcar lo mejor que nos queda. Le recriminé, dicho esto entre comillas, pero riéndonos, a “Cabo” Castro que se habían acordado un poco tarde de mí, pero rápido de reflejos me contestó que siempre había tiempo. Y la verdad es que yo me siento muy bien intelectualmente, bien de la cabeza, voy a cumplir 65 años (el próximo 14 de agosto), aunque no tan bien en la parte física porque tengo algunas dolencias, que gracias a Dios no son graves, pero esta función estoy muy lúcido para desarrollarla.
—¿Cuál va a ser su función específica, entonces?
—Cuando Castro me invitó a charlar enseguida nos pusimos de acuerdo y quedamos en que las determinaciones finales, la única persona que las puede tomar es él, como jefe de este grupo, pero yo quería participar plenamente en el tema contrataciones y que no se realicen de manera unipersonal sino de común acuerdo dentro de la subcomisión. También planteé que quería ser partícipe directo de una nueva pretemporada internacional y que también quiero manejar la cuestión del patrocinio de la ropa por mi experiencia luego de 28 años vistiendo a Atlético.
—Uno imagina que debe haber una gruesa agenda de contactos después de tantos años en la vida empresaria...
—Creo que puede ser muy interesante. Son más de 32 años de trabajo para una compañía alemana, que hace 35 años está en Argentina, soy el empleado más viejo del mundo, más todos los contactos que tengo en Europa, los contactos en América latina, la cantidad de representantes de jugadores que conozco a través de los acuerdos que tengo que hacer para nuestra marca porque manejan arqueros y todo esto quiero volcarlo en beneficio de Atlético para llevarlo nuevamente al sitio de privilegio en el que merece estar.
—Más allá de la incertidumbre que reina en el fútbol, todavía sin fecha de reinicio, y de la complicada situación económica del club, ¿hablaron algo sobre el tema refuerzos?
—Periódicamente charlamos con Ricardo (Castro) y todavía él no se ha juntado con el técnico (Walter Otta, que arregló su continuidad hasta fin de año) para analizar los puestos a reforzar, si es que hay que hacerlo, pero todo va a depender de si hay o no descensos, si hay o no promedio y ver cómo será el próximo campeonato. Creo que AFA está esperando ver qué pasa con la Primera División para resolver sobre el ascenso, entonces recién cuando esté bien definido el panorama empezaremos a trabajar con todo para tener un plantel de jerarquía.
El vínculo entre Atlético y Reusch
“Existe un año y medio más de contrato y si me pongo del lado de la empresa -ahora estoy de los dos lados del mostrador- tendría que pedir 6 meses más porque, al no jugarse, no hubo lucimiento de la indumentaria. Una vez que finalice el contrato, si es que sigo participando de la subcomisión de fútbol, vamos a llamar a una licitación y la marca que más ofrezca (en dinero) y mejor calidad de producto nos brinde, será la que provea de indumentaria al club. No porque yo esté tiene que ser la marca que represento. Siempre nos movimos con la mayor transparencia con la gente de Atlético y no hay nada que objetar”, aseguró el nuevo dirigente del fútbol de la “Crema”.