“Seguramente si el panorama fuese distinto en Buenos Aires, yo creo que estaríamos entrenando. La mayoría de los clubes están en Buenos Aires, el grueso de los clubes y de importancia están en Buenos Aires y ese peso también influye, pero bueno no es una decisión mía”, manifestó en diálogo con Canal 3 de Rosario.
Luego de aclarar que no ha realizado ejercicios bajo la supervisión presencial de miembros del cuerpo técnico canalla, Ledesma denunció que en la decisión de no permitir las prácticas hay “mala intención”.
“Escuché que se habían planteado que los clubes que participan de Libertadores ya podrían iniciar a entrenar, y estamos hablando de ventaja deportiva. Creo que hay muchas cosas que no están siendo correctas. Tenés abierto los shoppings, los bares, el domingo el parque (Independencia) era un mundo de gente. Pasás a la tarde y ves los grupos running, 20 personas andando en bicicleta, ves un montón de cosas y nosotros no podemos ir a entrenar a un club o a una fábrica privada siendo menos de 10 personas, en un ambiente abierto. Son muchísimas cosas que se hacen con mala intención y no con lógica”, concluyó.
Central tiene a mano un ‘delantero potente y metedor‘, se trata del juvenil atacante Luca Martínez Dupuy. Se lo escucha feliz. Ofrece respuestas sinceras y con perfume de juventud. Luca vive un presente perfecto en medio de la pandemia. La semana pasada firmó el primer contrato como profesional con vencimiento en diciembre de 2022 y a la vez se prepara con toda la fuerza de un toro para ganarse un lugar en la consideración de Cristian González cuando haya acción. “Soy un delantero potente y metedor. Te peleo todas las pelotas siempre”, le confiesa a Ovación a modo de presentación el 9 de Central que tiene como ídolo a Lautaro Martínez. El atacante clase 2001 destacó además que “el Kily González nos conoce muy bien a todos los que venimos de abajo y nos brinda mucha confianza. Y eso es muy importante”, destacó la principal promesa canalla en materia ofensiva.
La historia marca que Luca nació en San Luis Potosí porque su padre, el ex defensor Nahuel Martínez, jugaba en México en esa época. Sin embargo, desde los tres años reside en nuestro país “porque mi viejo retornó a Rosario, donde jugó en Argentino y Tiro Federal, entre otros equipos”.
Pero la vida de un jugador es como la del nómade. “De acá nos fuimos a San Francisco, Córdoba, porque mi papá era entrenador. Luego nos mudamos a Leones, donde empecé a jugar en el mediocampo. Era un cinco que metía y jugaba”, desprende el juvenil canalla. “Fui volante hasta que un día un técnico de Sarmiento (Leones) me puso de delantero. Al principio me costaba porque me gustaba estar en contacto permanente con la pelota, pero luego le fui agarrando la mano y no quise bajar más. Y acá estoy”, remarca con cierta timidez una de las promesas más importantes que tiene Central en la actualidad.
Luca además confesó con énfasis: “Arranqué a jugar en el baby de Central Córdoba. No tenía un puesto fijo, me gustaba correr para todos lados”. El destino indica que llegó al canalla “en 2017 mediante el Pelado Boggio, quien me conocía de Leones porque mi familia vive allá. Como en la categoría 2001 de Central había un solo delantero, decidí probar y quedé. Empecé acá en séptima división”, destaca.
“Vivía en la pensión del club hasta hace poco. Como ahora firmé contrato, ya no puedo estar más, tomo esto como un gran paso en mi carrera, como vengo de una familia del fútbol, sé que debo crecer mucho y tengo que seguir trabajando para poder demostrar que puedo jugar en Central”