El “Pajarito” Daniel Juárez es un “tapado” que Unión incorporó y dejó que permanezca en Gimnasia de Jujuy, el club en el que nació futbolísticamente. Estaba a punto de irse a Talleres, pero decidió venir a Santa Fe. El club adquirió un porcentaje de su pase (el 40 por ciento) y firmó un contrato que lo liga hasta el 2023. Talleres lo quería y había ofertado 5 millones de pesos por el 50 por ciento del pase, con una opción de compra de otros 5 millones más por el 30 por ciento. Era un número interesante para Gimnasia y aquél ofrecimiento se realizó en un momento en el que el plantel estaba de paro por una deuda. Allí fue que terció Unión y se quedó con el jugador. El colega Rodrigo Rosetti tuvo una extensa entrevista con el “Pajarito”, que el 30 de este mes cumplirá recién 19 años.
—¿Así que te ibas a Talleres y te viniste a Unión?
—Tenía todo arreglado con Talleres, me tenía que ir para allá y apareció Unión. Yo había tenido una charla con mi representante y cuando me dijo lo de Unión, le dije que le metiera para adelante. Se cayó lo de Talleres y terminé arreglando con Unión.
—¿Se dio todo apresurado en tu carrera?
—En seis meses me tocó debutar y fui transferido. Fue todo muy loco. Fueron seis meses buenísimos. Salió de la nada. En Gimnasia arranqué en la escuelita a los 6 o 7 años. Fui escalando posiciones en las inferiores. Gimnasia juega sólo en la Liga Jujeña, en quinta estuve medio año y salté a la primera de la liga local. No jugué mucho en ese equipo al principio, tuve una lesión en la rodilla, no me encontraban qué era y enseguida, con 15 o 16 años me suben a hacer pretemporada con el plantel profesional. Era el más chico. En un reducido en aquella pretemporada, se me traba la rodilla, me bajan de vuelta a la local y me operan. Hasta que en la pretemporada de julio ya me quedé en el plantel, jugué medio año y ya estaba transferido.
—¿Qué número de camiseta te gustaría tener?
—Si me dan de elegir, elijo la 30, que usé desde chiquito porque mi papá, que jugaba en Bolivia, usaba la 30. Vengo de una familia de jugadores de fútbol, porque además de mi papá, también mi tío era jugador.
Su padre es Daniel Juárez y lo apodaban “Pájaro”, por eso a él le dicen “Pajarito”. El “Pájaro”, su padre, es uno de los jugadores que más veces vistió la camiseta de Gimnasia de Jujuy: 214 oportunidades. Además, pasó por Huracán, Jorge Wilsterman, Alajuelense de Costa Rica y Guaraní Antonio Franco, entre otros. Y ahora, como entrenador, está dirigiendo en el Atlético Bermejo de Bolivia.
—Jugué de doble 9, también de enganche y a veces también de mediocampista. Hay posiciones en las que me cuesta un poco más que otras, mi preferencia es enganche o al lado del 9. Soy movedizo, me gusta tirar diagonales y me gusta el roce, no le escapo a eso.
—Messi... Lo sigo a todos lados.
—No soy de compararme con otros jugadores, trato de sacar lo mejor de los que me gustan... Dejando de lado a un monstruo como Messi, me fijo mucho en Pavón o Mauro Zárate, que son desequilibrantes.
—¿En qué pensás que tenés que mejorar?
—Lo que me ha costado siempre es lograr un buen físico. No sé si mi contextura será definitivamente así, pero me gustaría crecer en lo físico.
—¿Algún defensor que te haya marcado bien?
—Es dura la B Nacional... El 3 de Brown de Adrogué me volvió loco... ¡Me pellizcaba!... Tremendo...
—La de San Martín de Tucumán es una cosa de locos... Encima que las tribunas están pegadas y la gente encima, canta todo el mundo, te putean, no sabés qué hacer
—¿Cómo sos adentro del área?
—Cuando estoy adentro del área en lo que pienso es que tiene que entrar la pelota en el arco. Da lo mismo si va al ángulo o si entra pidiendo permiso. Sueño con hacer goles y ya me imagino haciéndole goles a Colón, porque me han contado lo que es jugar un partido así. Cuando estuve allá en Santa Fe, todos me lo pedían
—¿Vas a ganarte rápidamente la titularidad?
—Voy con muchas ganas de estar entre los 11 o los 18 siempre... Sé que ahora Unión cambió de entrenador, que cuando se hizo mi pase era Madelón y ahora está Azconzábal, así que tendré que ganarme rápidamente su confianza.
Pumpido en franco progreso
Las noticias respecto del estado de salud de Nery Alberto Pumpido son positivas, al punto tal que el arquero campeón del mundo sigue el proceso de recuperación en su domicilio y este jueves fue a un control en la clínica de nefrología en la que se llevó a cabo la operación.
La herida en el pecho ha sido importante y esto le provoca algunas molestias, sobre todo en el momento del descanso. De todos modos, Nery está bien, con buen ánimo, recibiendo centenares de mensajes desde distintas partes del mundo y haciendo lo suyo para que el proceso de recuperación se acorte lo máximo posible.
Hace unos días, su hijo Juan Pablo comentó en Café con Fútbol las más de 40 charlas vía zoom que se llevaron a cabo durante esta pandemia, en las que Nery tuvo incidencia y participación. “Por esto que le pasó a mi viejo decidimos cortar un poco, porque además se hacía extenuante todo lo organizativo, pero el otro día me llamó Miguel Angel Russo y me pidió que siguiéramos adelante, así que vamos a ver si en los próximos días retomamos”, dijo el ex entrenador de Alvarado de Mar del Plata.