El "Mad Max" acuático que costó 175 millones de dólares
“Waterworld” se estrenó el 28 de julio de 1995. Está ambientada en un futuro apocalíptico donde el planeta está cubierto de agua y los supervivientes luchan por los escasos recursos. La desmesurada inversión y sus flojos resultados hicieron tambalear la carrera de su protagonista, Kevin Costner.
Universal Pictures Kevin Costner como un guerrero acuático en Waterworld , que cumple un cuarto de siglo desde su estreno.
A principios de la década del ‘90 Kevin Costner era una estrella de cine en ascenso. Luego de su divertida interpretación en “Silverado” (1985), un western tardío de Lawrence Kasdan, tuvo un desempeño decente en “Los intocables” (1987) donde debió compartir la pantalla con gigantes de la actuación como Sean Connery y Robert De Niro y logró una eficaz composición del fiscal Jim Garrison, el hombre que investiga el asesinato de Kennedy en la ambiciosa “J.F.K” (1991) de Oliver Stone. Ese mismo año, junto con el director Kevin Reynolds, rodaron “Robin Hood” una versión libre del clásico que obtuvo una amplia repercusión de taquilla. En la búsqueda de reiterar este éxito iniciaron la producción de “Waterworld”, que se estrenó hace justo 25 años, un 28 de julio de 1995.
Con una trama argumental que prácticamente es una copia, bastante burda, de la saga de “Mad Max”, la película está ambientada en un futuro postapocalítico. Lo que provoca la eclosión, en este caso, ya no es un conflicto nuclear (el Muro de Berlín había caído y la Guerra Fría era el pasado) sino el calentamiento global (una problemática que estaba ya metida en la agenda de los gobiernos del mundo en aquellos años) que se traduce en un planeta Tierra cubierto de agua por el derretimiento de los casquetes polares. En ese contexto, un océano sin costas, los pocos sobrevivientes habitan enormes embarcaciones y compiten por la búsqueda de la última porción de tierra.
En un giro que emparenta a esta superproducción de ciencia ficción con el western, aparece como protagonista un solitario navegante (Costner) que llega desde el horizonte para rescatar, acreditando su pasado de guerrero, a un grupo de personas que es hostigado por un villano (Dennis Hopper, en un papel que bordea el grotesco) por poseer la clave para alcanza la “tierra firme”. Finalmente, al modo de un “Shane” acuático los salva en un duelo épico, los conduce hacia un futuro bienaventurado y parte nuevamente sabiendo que ese nuevo mundo no es el suyo.
Récord inesperado
Cuentan las crónicas que el rodaje, producido por la Universal, fue tremendamente complicado. No es para menos si se tiene en cuenta que el 90 por ciento del film transcurre en ambientes acuáticos. Lo cierto es que el presupuesto inicial debió ser ampliado varias veces con cifras millonarias y la película alcanzó un récord no deseado: se convirtió en la más cara de la historia del cine, con un costo total estimado en 175 millones de dólares, según consta en el sitio especializado IMDB. Y no logró un resultado en taquilla que justificase tal inversión. La crítica, por su parte, no la recibió del mejor modo por su argumento poco elaborado y sus personajes mal delineados, más allá de los buenos efectos visuales.
Dos años después de su estreno, otra aventura náutica le arrebataría a “Waterworld” el récord de “película más cara de la historia del cine”, aunque con resultados muchísimo mejores en la taquilla: “Titanic” (1997) de James Cameron. Evidentemente, la malograda historia de amor entre Rose y Jack en el célebre transatlántico que hoy duerme bajo el océano, generó mucha más simpatía en el público que “El Marinero” de Costner.
Frases
Más allá de sus limitaciones, el film consiguió eludir el paso del tiempo y siguió ocupando espacio en las grillas televisivas. Hoy, en tanto, se puede encontrar en Netflix. Algunas de las frases del guión que se hicieron populares son las siguientes: “Más allás del horizonte está el secreto de un nuevo comienzo”, “¡Mutante... es un mutante...!” y “Mi barco, mis normas”, ésta última atribuida a Costner.