La joven cantautora argentina lanzó internacionalmente “Creo que sí”, su segundo single (sucesor de “Es mentira”), donde busca mostrar sus renovada mirada del mundo. El Litoral acompañó a la artista para repasar este momento bisagra en su carrera.
Gentileza producción La portada del single, cuyo videoclip cuenta (como el primero) con realización audiovisual de Josefina Pieres.
La joven cantautora argentina Celeste Sanazi estrenó a nivel mundial su segundo single como solista, “Creo que sí”, el pasado viernes 24. La artista, que busca romper con el prototipo de música pop y se atreve a mostrarse al mundo desde sus letras profundas que la vinculan con distintos estilos (atravesando el pop, el folclore y el flamenco), encaró al sucesor de “Es mentira”, buscando conectar con su público “desde la relación entre su esencia y su niño interior, y la importancia del sentido de la Fe”.
Celeste cuenta en su haber con trayectoria en lo actoral: comenzó su formación artística a los cuatro años en teatro con Esteban Mellino, con docentes como Lito Cruz, Silvina Sabater y Luis “Indio” Romero, entre otros. Dio pasos en la comedia musical con Pepe Cibrián, antes de lograr una beca en fundación de Julio Bocca, en donde terminó la carrera, completando su formación en canto, baile, lenguaje musical y actuación.
Ha participado en películas, cortos y series como “El Loco”, “El Retiro”; “Me casé con un boludo”, “Bien de familia” y “Permitidos” y fue coprotagonista en “Kally’s Mashup”, una de las series teen más exitosas de la señal Nickelodeon.
El Litoral abordó a la artista para conocer más sobre esta propuesta que se proyecta hacia el futuro.
Evolución
—Decís que este tema surgió en un momento en que cambió la vibración en tu vida. ¿Cómo fue ese instante y llevarlo al formato canción?
—La realidad es que no fue “un instante” si no una curva ascendente. Venia de unos tiempos un poco apagados, y una de las cosas que me despegó de eso fue conocer a mi pareja actual, me llevó a aprender en modo de juego como es el creer, el confiar, el disfrutar más de las pequeñas cosas, el sentir paz, en un abrazo.
Llevarlo al formato canción llevo su proceso porque el tema empezó siendo un texto que escribí en mi blog. Suelo escribir cuando me pasan cosas y los traduzco a texto informales, es un ejercicio que hago ya que al ser tan mental me hace bien bajar mis emociones a textos.
Era un texto bastante largo, pero empecé a pensarlo en modo canción con una melodía, y al agarrar la guitarra y empezar a jugar, termino de tomar su curso. Siempre que empiezo tocando el tema me preguntan “¿De dónde sacaste esos acordes?” y la realidad es que no sé, los fui sintiendo...
—¿Cómo se articula ese cambio vital con la carrera de una artista joven y en ascenso?
—Un desafío, no te voy a negar. No creo que haya sido un botón y ahora ando toda pomposa con mucha fe y ánimos sin días raros. Pero al conocer cómo se vive bonito y con ánimos, es un poco más difícil no hacerse cargo de la responsabilidad que requiere ganar calidad de vida y ejercitar las buenas formas pensando con fe. Es el tema que más libertad me hace sentir cuando lo canto. Me conecta rápidamente conmigo misma y eso es algo muy poderoso.
—En la letra decís: “Menos jugadas del ego”. ¿Hasta dónde es sano el ego como afirmación del artista, y cuándo empieza a pesar?
—Desde mi forma de ver el “el ego” es un traje que nos ponemos. Me hace ruido cuando defendemos tanto el “yo soy” de una forma incorregible, y tanto defender esos palos para sostener nuestra personalidad sin permitirnos descubrir y vulnerabilizarnos. Nos hace empezar a ensuciar la simpleza, emerger algunas estrategias más neuróticas y no tan identitarias, pero es un hilo muy fino.
Por eso “el ego” es sano como artista en la medida que sirva para fortalecer la confianza y fortalecer el autodescubrimiento. Cuando ese “traje” nos ayuda a sentirnos seguros a la hora de exponerse y compartirse. Pero me parece terrible cuando nos comemos el personaje que nos creamos de nosotros mismos, sin permitirnos, quizá, cambiar. Evolucionar y permitirse ir siendo sin titularse.
En equipo
—¿Cómo fue el trabajo con Josefina Pieres para realizar el video? ¿Cómo fue el hallazgo de la niña Martina Lola Robles?
—Sinceramente mi directora es muy muy talentosa, ella sabe traducir toda mi capacidad imaginativa y mental materializándola, bajándola a imágenes con una calidad de fotografía y poesía que me sorprende. Ella estudio conmigo comedia musical, entonces tuvimos escenarios donde nos conocimos en muchos aspectos y ella entiende qué es lo que busco al construir mi identidad musical. Tengo una sensación de mucha tranquilidad porque confío y delego. Y eso es lo que mejor le puede pasar a un artista que está empezando a construir su camino.
Martina Lola Robles surgió porque es la hija de un amigo de mi novio, Juan. Cuando conocí a Martina en un cumpleaños de amigos desde el primer segundo me reflejo todo lo que era de chica. Siempre les decía a los papás: “Soy yo de chica” hasta los mismos rulos tenía, me daba impresión. Esa felicidad, esa luz, ese juego, ese arte con necesidad de desplegarlo. Y cuando con la directora nos preguntamos: ¿Cómo disparar el imaginario con este tema para realizar el video?
No se podía una gran producción por el tema de la pandemia, entonces pensamos formas de poder decir y entendíamos que no íbamos a poder armar una producción como nos gusta.
Pero Juan, mi pareja, otra vez aportando a la causa me sugiere a Martina con esta idea de “mi niña interior”, y ahí se lo sugerí a Jose, ella dijo: “¿Sabés que justo te iba a decir algo así? Pero ir haciendo casting o buscar, era difícil” y ahí le presente a Martina, nos pusimos a organizar y con todos los cuidados necesarios pudimos grabar. Martina llegó a la locación feliz, plena, agradecida, diciéndome que ensayó toda la semana (no había que ensayar nada) y ya se sabía la letra de memoria. Tiene cuatro años.
—¿Cómo vivís la situación de pandemia y cuarentena, justo en este momento de tu carrera?
—Y, tengo días y días, la verdad al principio estaba más paciente y con ánimos de adaptación. Ahora ya cuestiono algunas cosas y en otras me siento limitada. Pero no puedo quejarme ya que este camino como cantautora está siendo muy muy especial para mí, y no puedo dejar de registrar la sensación que es ir construyendo y materializar los deseos. Ya como actriz no puedo generar trabajo y varios proyectos se postergaron, entonces la sensación de igual “seguir haciendo” me genera mucha paz e impulso motor.
Lo vivo de una forma muy afortunada, estoy estrenando mis canciones y estoy recibiendo mucho cariño de las personas que las escuchan.
—Trabajaste con Stefano Vieni como productor. ¿Cómo fue la experiencia, y qué sentís que le aportó él al single?
—Stefano es un productor muy talentoso y tiene recursos muy actuales. Creo que nutre muchos a mis temas con el toque de las producciones que se están haciendo ahora. Más que nada porque él le da el toque actual y que en la industria se está usando.
Es otro de los alquímicos que tengo en mi equipo que entiende que es lo que quiero generar con mis canciones y mi mensaje, resaltando las letras y creando un universo sonoro que lleve mejor a la melodía. Él está muy metido en el mundo de la industria y ese conocimiento me hace sentir muy bien guiada en ese aspecto.
Paleta interpretativa
—Hay charango en la instrumentación de “Creo que sí”. ¿Funciona como un color nuestro en un tema de proyección internacional?
—Eso tendrías que preguntárselo al productor (risas). Siento que mi tierra y mi origen es algo que también va a estar en mis canciones, la música folclórica con aspectos gitanescos, orientado a lo pop, son universos sonoros que quiero que estén en mis temas. Creo que el charango en esta canción le dio un vuelo más terrenal, pero orientándolo a la mística que tiene esos paisajes del Norte de Argentina y la paz que abunda.
Había hablado con el productor de una sensación más candombera con este tema, pero el violinista, que también hizo un trabajo tremendo en “Es mentira” mi primer tema, sugirió un charango y me pareció bellísimo.
Ahora tengo pensado en la versión acústica que hagamos de “Creo que sí” llevarlo más para el lado candombero con tambores, cajón peruano y más simple. Esas producciones también tocan corazones profundamente.
—Por el otro lado, “Es mentira” tiene un sabor flamenco sin perder identidad pop, quizás en la estela de Rosalía. ¿Cómo fue hacer ese single y video, donde pudiste mostrar tus dotes de actriz y bailarina?
—Ese tema es uno de los más poderosos que compuse hasta ahora, con su fuerza, su brutal decir y la producción musical, me pareció tremendamente acertada en todo. No hubo casi cambios del primer modelo de producción. A ese nivel de sincronicidad con Stefano.
Y hacer el videoclip fue de lo más divertido, Jose con todo su equipo trasgredieron lo esperado. El sentido poético del mensaje también, con las cuerdas que amarraban ese personaje que necesitaba soltarse “de las mentiras”. Y la realidad es que yo soy artista de comedia musical, entonces las tres áreas las estudio y las entreno con mucho amor: cantar, actuar y bailar. Son cosas que disfruto y recontra nutren a este nuevo camino que estoy empezando.
—En relación con lo anterior: ¿Qué otras cosas sentís que te aporta tu formación como actriz en esta carrera como cantante?
—Creo que más que solo cantante, soy intérprete. Es decir, atravieso las canciones con un sentido actoral. Tengo un cantar diciéndolo, una necesidad de decir y no solo para cantar “bonito” sino para interpelar al oyente y que le pasen cosas. El hacer pensar, el hacer sentir es mi objetivo como cantante.
Hacia adelante
—¿Qué proyectos tenés para el corto y mediano plazo?
—Como te contaba como actriz tengo varios proyectos que se tuvieron que postergar, asique veremos. Por ahora estamos ensayando vía Zoom un nuevo largometraje con el enorme director Indio Romero, y una serie con un mensaje LGBT+, “Kinaman”: mi personaje es uno de las más profundos que me toco abarcar (risas).
Y como cantante estamos terminado de producir un tema muy poderoso y polémico con Ema García, compañero del camino actoral que también se está lanzando con sus canciones, tiene una onda que cuando me comento hacer un feat le dije “me encanta, claro que sí”. Asique estamos organizando los detalles ¡y va a salir súper poderoso! Y a mediano plazo deseo fuerte ir a tocar a festivales, programas, que se generen eventos donde pueda compartir mi música en vivo, ya que esa sensación “con el otro” es la más hermosa que un artista pueda vivir.