Un melodrama romántico que dejó huellas: "Love Story" llega a Netflix
Medio siglo después de su estreno en la pantalla grande, el film protagonizado por Ali MacGraw y Ryan O’Neal podrá ser visto en la plataforma. Tan exitosa como sensiblera, quedó en el recuerdo por las lágrimas que provocó y por una frase: “Amar significa no tener que decir nunca lo siento”.
Paramount Pictures Oliver Barret IV (Ryan O?Neal) y Jennifer Cavilleri (Ali MacGraw) se conocen en la universidad y se enamoran, a pesar de que provienen de mundos completamente distintos.
El amor es un asunto complicado en la vida cotidiana. Y en el cine, mucho más. Lo sabía Woody Allen cuando filmó “Annie Hall” en 1977. También Reth Butler, luego de intentar una y otra vez obtener un “te quiero” por parte de la fría Scarlett O’Hara, encaprichada con Ashley Wilkes en “Lo que el viento se llevó”. Y Omar Shariff cuando atraviesa un desierto blanco y helado para reencontrarse con Julie Christie en “Dr. Zhivago”. Pero, entre todos, los que mejor comprendieron que amar es ingresar sin boleto de retorno a un mundo de problemas fueron Ryan O’Neal y Ali MacGraw, quienes en “Love Story” lucharon contra viento y marea para poder estar juntos a pesar de la oposición de sus familias (y de sus diferentes entornos) y finalmente fueron derrotados por una fuerza ayor que cualquier convención social.
La película de 1970, que a partir del próximo sábado estará disponible en la plataforma Netflix, es el melodrama romántico por excelencia, pensado hasta el mínimo detalle para hacer llorar a los espectadores. No fueron antojadizas las palabras de la crítica Sue Heal de Radio Times: “Necesitarás dos cajas de Kleenex”. Hay que considerar, en este sentido, el contexto en el que surgió: los ‘60 todavía estaban muy cerca y la brutal pérdida de la inocencia que viviría el público norteamericano al promediar los ‘70, tras la fallida incursión en Vietnam y el escándalo de Watergate, todavía quedaba algo lejos. Dicho de otro modo, era más fácil conmover a ese público que al mucho más cínico que llenaría algunos años más tarde para ver “El exorcista”, “Tiburón” o “Taxi Driver”.
Cabe recordar el hilo argumental, simple y cristalino. Mientras asisten a Harvard, dos jóvenes se conocen y comienzan una relación sentimental. Él (el carilindo Ryan O’Neal) es un deportista, hijo de un renombrado banquero, mientras que ella (la frágil Ali Mac Graw) estudia música y proviene de una familia de humildes inmigrantes italianos. La pertenencia a clases sociales tan distintas impone varios obstáculos a la pareja, que pese a todo logran avanzar en su historia amorosa. Pero ahí surge lo inesperado: una enfermedad terminal que pone todo en crisis.
Éxito y nominaciones
Manipuladora hasta el extremo, a veces en exceso edulcorada, plagada de estereotipos pero realizada con profunda convicción tanto por su director Arthur Hiller (el director de “Anatomía de un hospital” y “El hombre de La Mancha”, quien nunca obtuvo otro éxito tan sonado) como por su dupla protagónica, el film logró conectar profundamente con el público y se convirtió en un éxito de taquilla. A tal punto que fue la película más exitosa, en términos económicos, de todo el año de su estreno en los Estados Unidos. Y obtuvo siete nominaciones al Oscar, en la categorías principales, que finalmente quedaron para “Patton” de Franklin Schaffner.
Aunque luego intervinieron cada uno por su parte en numerosos filmes, algunos de ellos tan interesantes como “Barry Lyndon”, “Luna de papel” y “La huida”, MacGraw y O’Neal, quedaron en cierto modo atrapados por los personajes que hicieron en “Love Story”. Lograron una química que beneficia mucho a la historia, que recuerda un poco al lograda por Cary Grant y Deborah Kerr en “Algo para recordar”, que también habla sobre el amor en clave dramática. También contribuyen las sólidas interpretaciones de Ray Milland, como padre de O’ Neal, y de John Marley, nominado al Oscar.
En los años venideros, serían muchos y variados los filmes (o directamente telefilmes) que trataron de emular a “Love Story”, con golpes bajos de variada gama. Pero ninguno logró la penetración cultural del que dirigió Arthur Hiller. Simplemente, porque ninguno contó una historia de amor malograda con tanta convicción.
Otras novedades
En los próximos días llegarán otras novedades a Netflix. En el terreno de los clásicos, a partir del sábado estarán disponibles “Bajos institntos” (1992) con Michael Douglas y Sharon Stone y “El santo” (1996) dónde Val Kilmer intepreta a Simón Templar. Por el lado de las series, desde esta semana ya estarán para su visionado la temporada 5 de “Vis a Vis” y la segunda temporada de “The Umbrella Academy”, sobre una familia de superhéroes.