Ceferino Nadal, de 43 años, murió el 24 de junio en Tucumán luego ser asfixiado por un policía que lo detuvo tras ser acusado de robar en un supermercado chino. Testigos contaron que el uniformado presionó el cuello del sospechoso contra el suelo luego de reducirlo a pesar de que la víctima le decía que no podía respirar. Algo muy similar a lo que pasó con George Floyd, el afroamericano asesinado por policías en Minnesota, Estados Unidos.
El caso despertó la polémica en Tucumán debido al cruce de versiones sobre la causa de muerte de Nadal. Es que el informe policial indicó que el hombre perdió la vida como consecuencia de un infarto, pero los resultados preliminares de la autopsia contradijeron esa versión, indicando que Nadal “sufrió en vida la comprensión violenta del cuello, lo que produjo la interrupción normal del aire a la vía aérea, y del flujo sanguíneo por un mecanismo isquémico, produciéndose asfixia de tipo mecánica”.
Tras lo ocurrido, la fiscal del caso, Adriana Giannoni, ordenó estudios complementarios al Equipo Científico en Investigaciones Fiscales (ECIF) para conocer el motivo del deceso. Los resultados de esos análisis, según indicó Infobae, determinaron que Nadal murió tras sufrir una “falla miocárdica aguda, secundaria a comprensión violenta cervicotorácica”.
En la autopsia, los médicos legistas encontraron una “hemorragia en carótida y músculos pre vertebral, situación compatible con una compresión violenta de cuello”. Esto fue confirmado a través del estudio anatomopatológico, en el que además advirtieron un aumento anormal del volumen del corazón de Nadal, “lo que sugiere una probable hipertensión arterial”, y una lipomatosis del ventrículo derecho, lo que predispone a arritmias.
Según el informe forense, la comprensión a Nadal fue incompleta (no completó el ciclo hasta la asfixia total) pero pudo estimular el seno carotideo con una descarga vasovagal o provocar una restricción de la entrada de aire y una insuficiencia respiratoria con hipoxia cerebral. “Tanto la hipoxia cerebral o la descarga vasovagal pueden ocasionar arritmias y/o paro cardíaco, lo que, unido a la presencia de cardiopatía preexistente, al estrés y a la descarga adrenérgica, adquirió mayor gravedad”, se explica.
Con estos elementos, los forenses realizaron una secuencia de hechos que finalmente ocasionaron la muerte: “El esfuerzo físico de Nadal (al correr para escapar de la policía), con estado de agitación y excitación previa, su cardiopatía previa y la descarga vasovagal o hipoxia por la comprensión del cuello y tórax, constituyeron un terreno apto para la ocurrencia del paro cardíaco, ya sea per se o por arritmia previa”.
Nadal perdió la vida rumbo al Hospital Padilla. Allí llegó con el esternón y cinco costillas fracturadas, daño presuntamente correspondiente a maniobras de resucitación.
Tras recibir esta información, la fiscal Giannoni dispuso que el 13 de agosto se realice una junta médica para aclarar algunas discordancias entre el informe preliminar, el reconocimiento del médico legal de la Policía y el estudio anatomopatólogo. Por otra parte, Giannoni citó a declarar en calidad de testigos a dos de los seis agentes que intervinieron en la detención de Nadal. Declararán el 7 de agosto. Por el momento la causa no tiene imputados.
Mientras tanto, la familia de Ceferino, que por medio de su abogado –Benito Allende– había denunciado que Nadal “sufrió hostigamiento policial constante”, continúa pidiendo justicia.