El fiscal federal Fernando Alcaraz comenzó las indagatorias por la desaparición del empresario Diego Alfredo Aliaga (51) e imputó este miércoles a los cuatro detenidos que tiene la causa como coautores del delito de secuestro extorsivo.
El fiscal federal Fernando Alcaraz comenzó las indagatorias por la desaparición del empresario Diego Alfredo Aliaga (51) e imputó este miércoles a los cuatro detenidos que tiene la causa como coautores del delito de secuestro extorsivo.
Para el Ministerio Público, el socio del ex despachante de aduana, Diego Barrera, su pareja y los dos hijastros, quienes fueron detenidos el lunes por la noche, tuvieron algo de relación con la desaparición ocurrida el martes 28 de julio en el distrito de Rodeo de la Cruz, en Guaymallén.
Por los diversos indicios incorporados y a pesar de que Aliaga no ha sido ubicado ni se han hallado pruebas de vida, el fiscal Alcaraz entiende que, al haber recibido la familia de Aliaga un llamado en el que le exigían un millón de dólares a cambio de la liberación, corresponde acusar por esa calificación, sostuvieron fuentes judiciales.
El artículo 170 del Código Penal tipifica con respecto a ese delito. “Se impondrá reclusión o prisión de cinco a quince años al que sustrajere, retuviere u ocultare a una persona para sacar rescate. Si el autor lograre su propósito, el mínimo de la pena se elevará a ocho años”, sostiene
Las fuentes agregaron que también se analizaba el agravante de la participación en el hecho tres o más personas, que eleva el mínimo a 10 años y el máximo a 25.
Esta fue la novedad más importante que presentó el expediente en las últimas horas, mientras efectivos de la División de Escuchas Telefónicas y Antisecuestros Extorsivos continuaba con los rastrillajes para intentar encontrar al empresario. A pesar de los esfuerzos, desde hace 8 días no tienen novedades de él.
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El caso tuvo uno de los avances más significativo el lunes por la noche, cuando un socio de Aliaga, Diego Barrera (51), fue detenido con su mujer, Bibiana Socolle (46) y los dos hijastros –de 26 y 28 años–, en el barrio Dalvian, de Ciudad.
Se cree que Barrera fue la última persona que tuvo contacto con él. Contradicciones en su relato y el análisis de las cámaras de seguridad lo complicaron en el expediente federal.
Los hechos
La reconstrucción agrega que Aliaga salió de su casa el martes por la mañana –luego de haber pasado la noche con Barrera en su casa de Palmares– y luego se iba a dirigir a un predio que había adquirido con su socio, en Rodeo de la Cruz.
Se dirigió en una camioneta BMW X6 que le habían prestado en el complejo donde vive y se dirigió hasta ese lugar.
Sin embargo, esa jornada por la noche, el vehículo regresó al countrie pero con otro conductor: Barrera.
Al parecer, este hombre habría ingresado a la casa de Aliaga y desactivó las cámaras de seguridad, además de buscar documentación y revolver algunos cajones de las habitaciones.
El miércoles, el hermano de Aliaga recibió un llamado en el que cual exigían un millón de dólares a cambio de liberarlo. Al otro día, el jueves, realizaron la denuncia correspondiente.
Ese fue el puntapié para que la Policía de Investigaciones iniciara la pesquisa para intentar encontrarlo. Sin embargo, no hubo más comunicaciones ni rastros del empresario.
Gracias a las pruebas que se sumaron durante el fin de semana, Barrera fue detenido y enviado a la U-32, el centro de detención federal.
También se secuestraron teléfonos celulares y una importante cantidad de vehículos, algunos de alta gama.