La Oficina de Gestión Judicial (OGJ) de Reconquista notificó el último viernes la fecha de audiencia en la que se tratará la apelación de la sentencia condenatoria para el ex cura Néstor Fabián Monzón, confinado a 16 años de cárcel en diciembre pasado por dos casos de pedofilia denunciados a fines de 2015 por los padres de las víctimas.
Las partes fueron citadas para el próximo jueves 3 de septiembre, a las 11 de la mañana, en la Sala N° 1 de los tribunales norteños. Y para el tratamiento de la apelación, fueron designados los camaristas José Antonio Mántaras, Eduardo Bernacchia y Jorge Andrés (de Santa Fe), del Colegio de Jueces de Segunda Instancia.
Entre los convocados se encuentran: la defensa del imputado Monzón, a cargo del penalista Ricardo Degoumois, que fue quien instó la medida; los fiscales Juan Sebastián Marichal y Alejandro Rodríguez; y las dos querellas, representadas por un lado por la dupla Andrés Ramseyer y Andrés Guío y por otro por la Dra. Luciana González.
Monzón, de 51 años, se encontraba al frente de la iglesia María Madre de Dios, del barrio San Jerónimo, de la ciudad de Reconquista, cuando fue denunciado, en diciembre de 2015, por presuntos abusos sexuales contra una nena de 3 años y su primito de 5, que solían ir a visitar a su abuela, que vivía en una casa contigua a la parroquia. Su detención se produjo el 19 de abril de 2016, y el caso se convirtió en un escándalo que escaló hasta las más altas esferas de la diócesis norteña.
Además del proceso judicial, que atravesó en libertad hasta su sentencia, sufrió un proceso canónico, por el cual el Vaticano resolvió su expulsión como clérigo. Los primeros días de enero de 2020 el Obispado de Reconquista confirmó que “la Santa Sede a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe ha determinado la dimisión del estado clerical de Néstor Fabián Monzón”.
En la faz judicial, fue sometido a juicio oral, y el 18 de diciembre de 2019 los jueces Claudia Bressán (presidenta), Santiago Banegas y Martín Gauna Chapero, lo condenaron a 16 años de prisión por el delito de abuso sexual gravemente ultrajante por las circunstancias de su realización, calificado por ser el imputado ministro de un culto reconocido, en perjuicio de dos menores, en concurso real entre sí.
Dos días después -el 20 de diciembre- la jueza penal de Reconquista, Norma Senn, le impusiera la prisión preventiva y desde entonces permanece alojado en la Unidad Penal de Santa Felicia. Su defensa apeló esa medida el 26 de diciembre de 2019. La audiencia se celebró el martes 10 de marzo y el lunes siguiente -16 de marzo-, el camarista de Vera, Carlos Renna, rechazó el planteo defensivo, que pretendía recuperar la libertad bajo alternativas a la prisión preventiva o ingresar al régimen de prisión domiciliaria.
Cuando tuvo tratamiento la apelación de la prisión preventiva del cura Monzón en marzo, su abogado Ricardo Degoumois planteó la libertad bajo alternativas o la domiciliaria, al sostener que la medida dispuesta por la jueza Norma Senn en diciembre fue “para calmar el clamor popular” y que no existía riesgo de fuga ni entorpecimiento probatorio.
Pero el camarista Carlos Renna puso una vez más por delante el derecho de los desvalidos al sostener que “un número indeterminado de víctimas sueñan con la quimera de la ‘JUSTICIA’. Son madres, niños.., gente en general sencilla. Muchos viven sumidos en la introspección, el desconsuelo y el quebranto, y desde allí esperan el desenlace. Ansían tal vez que alguien les ‘devuelva algo’, que alguien los ‘consuele’, que alguien les restituya la ‘esperanza’ y ‘fe’ perdida, que alguien se acuerde de ellos”.
Se trata, en definitiva de “conciliar el derecho del individuo a no sufrir persecución injusta, con el interés general de no facilitar la impunidad del delincuente”, cita el Dr. Renna.