"Todo fue un malentendido", dicen comprensivos unos y otros, luego de que la polémica se hicera pública en redes sociales, y con duras acusaciones. Está claro que han hecho las paces funcionarios y colaboradores del Ministerio de Cultura y el de Desarrollo Social, pero el problema existió.
Un grupo de militantes -junto al artista plástico Raúl Viso- pintaban un mural de Eva Perón rodeada de niños en la sede de calle San Luis de la Secretaría de los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia (una imagen típica del peronismo) cuando -según uno de los realizadores- la titular de esa repartición, la ex diputada provincial Patricia Chialvo, citó una indicación del ministro de Desarrollo Social, Danilo Capitani que pedía no incluir mensajes partidarios en bienes del Estado.
El argumento institucional del ex senador provincial fue interpretado por el grupo que había llegado allí por vía del Ministerio de Cultura, "no sólo como un acto de censura artística, sino la peor ofensa a Gobierno PERONISTA", así subrayado en el original.
El primer trabajo fue tapado con pintura blanca, pero finalmente se volvió avanzar con el mural "Mundo Infantil", en un rincón llamado "La Plaza", de esa secretaría. Aparentemente, se acordó que se adivinara la conocida estampa de la segunda esposa de Juan Domingo Perón, rodeada de niños, como en los libros de lectura obligatorios de aquel gobierno, sin completar las facciones de su rostro.