Ignacio Pellizzón | [email protected]
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Una situación insólita se está dando en la ciudad de Rosario. Una compañía distribuidora de materiales de construcción padece desde hace 60 días consecutivos un bloqueo, en su planta de zona sur en Avenida Arijón al 2.500, por parte del Sindicato de Camioneros en reclamo de que se anoten a sus empleados en el gremio. Producto del incesante amedrentamiento y la imposibilidad de seguir operando, los dueños de la firma decidieron cerrar.
“Lo que está sucediendo con el Grupo Razzini es altamente preocupante. Estamos viendo cómo un grupo de empresas de Rosario está decidiendo ir a un proceso de liquidación por no soportar más los aprietes mafiosos de un grupo de sindicalistas que representan al sindicato de Camioneros”, disparó a Mirador Provincial la concejala del PRO, Renata Ghilotti, en relación al cierre de la compañía que decidió bajar las persianas.
El Grupo Razzini, que posee 100 empleados, anunció que ingresará en un proceso de liquidación, cansados de ser bloqueados desde hace dos meses por el sindicato de Camioneros. La firma rosarina cuenta con una planta recicladora donde procesan residuos de construcción y un corralón de materiales para la construcción. Una de las sedes tiene a sus empleados anotados en la Uocra y la otra filial en Empleados de Comercio.
“Desde el 8 de junio convivimos con esta situación. Fuimos víctimas de un boicot organizado y planificado por el sindicato de Camioneros, y algunos empleados que trabajaban en nuestra empresa”, dijo a LT8 Verónica Razzini, socia gerenta del grupo. “Vinimos a trabajar como todos los días en las dos empresas y nos encontramos con esta gente que solicitaba el encuadre sindical en Camioneros”.
La gerenta del grupo también explicó que, cuando recurrieron al Ministerio de Trabajo de la provincia de Santa Fe a dar cuenta de esta situación, “nos dijeron que ellos no atienden el encuadre sindical y nos dijeron que hagamos una denuncia penal por la violencia, y cierran los expedientes. Después vuelven a intervenir dictando una conciliación obligatoria. Ellos reconocen a un sindicato con el que no tenemos relación”.
“La verdad que es inaudito que la política esté mirando para otro lado y que muchos referentes políticos de Rosario no entiendan que hay que hacer un acompañamiento a las empresas que dan trabajo y que, en este contexto de crisis tan profunda, son los únicos que van a sacar a esta ciudad, esta provincia y este país adelante”, añadió Ghilotti.
Desde el Ministerio de Trabajo salieron a responder e informar que todo comenzó cuando la empresa suspendió a un total de 18 trabajadores, por consiguiente, el Ministerio dictó la conciliación obligatoria. “Esta conciliación no es cumplida por la empresa, que procede al despido de los empleados. Frente a esta situación, se producen una sucesión de audiencias. Esta regional ha estado a disposición de la empresa y los trabajadores”, dijo Rita Coli, directora de la regional Rosario del Ministerio.
A su vez, la funcionaria explicó que en la compañía Razzini actúan tres gremios: Uocra, AEC y Camioneros. Por lo tanto, según Coli, el ámbito de discusión sobre el encuadre gremial debería ser el Ministerio de Trabajo de la Nación.
En este contexto, el bloqueo sindical se mantuvo. Producto de “hechos de violencia, amenazas”, se realizó una denuncia penal en la fiscalía del Dr. Damián Cimino, lo que derivó en que unas 22 personas comiencen a ser investigadas; algunas fueron detenidas y luego tuvieron restricciones perimetrales. “Hoy se hace insostenible para nosotros convivir con esta gente en la puerta de las plantas; siguen con la actitud de hostigamiento, nuestro personal trabaja al borde del colapso”, dijo Razzini.
Finalmente, el grupo empresarial, con más de 40 años de historia en Rosario, tomó la decisión de cerrar sus puertas, tras dos meses consecutivos de bloqueo sindical y piquetes, por no poder ejercer las habituales tareas laborales. De esta manera, sus plantas dejan de funcionar y anunciaron que comenzó el proceso de liquidación a todos los empleados.