Nicolás Chieu es un joven nacido en Rosario de 25 años que viajó a China en septiembre de 2019 para estudiar el idioma chino. Desde hace 11 meses se encuentra en la ciudad de Hangzhou y estudia en la Universidad de Zhejiang. El gobierno chino le otorgó una beca para poder capacitarse en mandarín dentro de ese país. La pandemia del coronavirus se expandió por esa nación y por el resto del mundo en los primeros meses de este 2020.
Nicolás habló con Multimedios El Litoral sobre su experiencia en el país más poblado del mundo. Las cifras oficiales según Google indican que hubo 1.270 casos confirmados de covid-19 en la provincia de Zhejiang y sólo 1 muerto por esta enfermedad.
- Yo estudié en el instituto de lenguas extranjeras de la UNR (Universidad Nacional de Rosario) durante cuatro años y medio. Y rendí un examen internacional, el cual me permitió postularme para la beca. El examen se llama HSK (Hanyu Shuiping Kaoshi - prueba de competencia en chino). Obtuve una muy buena nota y por suerte tuve la oportunidad de quedar seleccionado.
- ¿Estabas estudiando alguna carrera acá en Rosario?
- No, estaba trabajando como camarógrafo. Tenía intenciones de estudiar comunicación social, pero surgió esta oportunidad y simplemente la tomé. Me pareció una buena oportunidad para desarrollarme en el idioma.
- ¿Cómo fue tu experiencia con la pandemia desde que llegaste en septiembre?
- Cambió mucho la situación del país. El primer semestre (segundo semestre de 2019) se dio con condiciones completamente distintas. Muchos estudiantes extranjeros, un campus lleno, colmado todo el tiempo. Transporte público lleno todo el tiempo. Después yo en enero salí por unas vacaciones y cuando volví me encontré con un panorama totalmente distinto. Yo llegué a Shanghai y la ciudad estaba totalmente desolada. Negocios cerrados. Yo volví a mediados de febrero cuando no era el pico de la pandemia, pero la situación era muy crítica. Poco a poco se fue retomando a lo que es hoy que prácticamente podría decirse que se volvió a la normalidad, pero se siguen tomando recaudos tales como mascarillas en transporte público en algunos lugares. En otros, distanciamiento, pero en general se podría decir que se volvió a la normalidad. Se controla con el teléfono. Hay una aplicación que es un código QR basado en los movimientos de uno, por donde estuvo uno indica las probabilidades de que puedas estar infectado o no. Algunos negocios también te piden que tengas el código QR en color verde (las otras dos opciones son amarillo y rojo). Ahora la situación en China es buena en todo el país. No hay muchos problemas con eso.
- ¿Es obligatorio tener este código QR?
- Cada ciudad tiene un código QR distinto, pero antes era más estricto. Para entrar al supermercado te lo pedían. Ahora es solamente para tomar subte y algún que otro lugar, en algún centro comercial. En general se está dejando de usar. Todos lo tienen que tener porque sino te puede traer problemas.
- ¿Eso es con tu teléfono argentino?
- Yo tengo mi línea china, pero ellos tienen aplicaciones para todo. Todo tiene su aplicación. Por ejemplo, las clases este semestre fueron online. Imagino que el siguiente en muchas universidades, para muchas carreras va a seguir siendo online. Sobre todo para idioma en que los estudiantes son extranjeros, entonces no pueden volver a China. En vez de usar Zoom tienen su propia aplicación. En vez de usar WhatsApp tiene otra aplicación para comunicarse. Y así con todas las redes. Tienen una especie de YouTube. Todo lo que es Google no corre acá.
- ¿En la calle qué sensaciones tuviste en estos 11 meses?
- Personalmente estos últimos meses tuve, como todos los estudiantes que viven en el campus, prohibido salir del campus. Sólo podíamos salir a la calle a través de un permiso. De esa forma, otorgaban algunas horas para salir y hacer compras o ir al banco, o por algún problema de pasaporte o lo que fuera. En los últimos meses estuve siempre en el campus. Mucho panorama no tengo, pero por lo que cuentan personas que viven afuera al principio fue muy duro. Muchos negocios cerrados durante mucho tiempo. Y la gente que siempre acató lo que se le pidió. Es muy disciplinada la gente. El cese de la pandemia no sólo tiene que ver con eso, sino con algunas medidas que tomó el gobierno. Por ejemplo, cerrar una ciudad. De un momento a otro cerraban una ciudad y de esa forma evitaban que se propague el virus. Dentro del campus se tomaron medidas como en los comedores instalar sensores térmicos, en las mesas de los comedores se sentaba una persona con un asiento vacío de por medio. En principio, también estaban cerrados gimnasios, estadios, pero se fue abriendo de a poco a lo que es hoy, que la situación es muy buena.
- ¿Por qué decidiste quedarte en China?
- Siendo sincero, en su momento no creí que iba a pasar lo que pasó. Pensé que iba a ser algo más a corto plazo. La realidad es que hoy en día China es mucho más seguro que la mayoría de los países del mundo. Si uno lo ve por ese lado, no sé si fue una mala decisión. Me parece que fue una decisión acertada porque pude seguir estudiando acá, perfeccionándome, estar en contacto con la gente, lo cual beneficia el aprendizaje.
- ¿La vida allá se alteró mucho con el coronavirus?
- Sí, creo que afectó mucho. Ver ciudades enormes con lo que significan económicamente como Shanghai, lo vi yo, completamente vacías, el aeropuerto vacío, los medios de transporte con muy poca gente. Absolutamente todos con mascarillas en su momento. Tuvieron el respaldo económico para poder mantener esto de esta forma. Cerrar todos los locales, quedarse cada uno en su casa y de esta forma poder ahora volver un poco a la normalidad. No cualquier país tiene los recursos para hacer lo que hicieron acá.
- ¿Qué pensás que puede pasar el resto del año?
- Yo espero que la situación siga controlada y que la gente pueda seguir viviendo en condiciones normales. Me encantaría que se normalice en el resto del mundo, que se puedan volver a abrir las fronteras y que se puedan retomar las clases normales como fueron en el primer semestre. Fueron meses de mucha incertidumbre, de no saber cuándo termina, de esperar a que abran el campus para poder salir a recorrer un poco, para hacer vida normal. Incertidumbre por todo. Por el tema de los vuelos. Esta es una ciudad linda. Todo el que tenga la oportunidad de venir se lo recomiendo. Es un país muy interesante y con costumbres muy interesantes, y gente muy humilde y trabajadora.