En otras circunstancias la publicación de unas imágenes de los reyes Guillermo Alejandro I y Máxima disfrutando de sus vacaciones familiares en las islas griegas habría sido polémica por la vulneración que supone de las normas de privacidad de la casa real holandesa, contrarias a las realización de cualquier fotografía de sus miembros durante su tiempo libre.
Es lo que por ejemplo sucedió el año pasado, cuando el gobierno de Países Bajos censuró un vídeo en el que la reina Máxima aparecía bailando sevillanas en una caseta de la Feria de Abril. Para colmo, en varias de las imágenes que se filtraron este fin de semana se ve al matrimonio de reyes en bañador, a bordo de su nuevo y caro superyate. Sin embargo, en plena pandemia del coronavirus lo que más ha escocido en Países Bajos de las referidas fotografías ha sido que demuestran la violación por parte de Guillermo Alejandro I y Máxima de las normas de distanciamiento social.
Tenés que leerPaíses Bajos: rechazo general a una publicación argentina sobre Amalia de OrangeAsí lo constata en particular una fotografía en la que aparecen posando con un hombre sin respetar el metro y medio de distancia ni llevando mascarillas –el monarca la lleva en la mano–, y por la que esta mañana el matrimonio se ha visto obligado a pedir perdón a través de un comunicado. "En los medios ha aparecido una foto en la que mantenemos muy poca distancia. En la espontaneidad del momento, olvidamos cumplir la norma. Por supuesto, deberíamos haberlo hecho. Porque el cumplimiento de las normas de protección es esencial para evitar contraer el virus estas vacaciones", firman Guillermo Alejandro I y Máxima de Holanda.
Según ha podido confirmar el programa de noticias holandés RTL Nieuws, el hombre que aparece en la foto es el propietario de un restaurante de Milos, una de las islas en la que el matrimonio de reyes recaló la semana pasada durante un crucero que realizaron a bordo de su yate. Contactado ayer por dicho programa, el dueño del restaurante reconoció que “fue un error” no respetar la distancia social, palabras a las que hoy se han sumado los reyes de Países Bajos.
“Puede parecer una foto inocente, pero en un momento en el que el primer ministro Mark Rutte repite sin cesar a los holandeses la importancia de cumplir las medidas sanitarias, no se puede concluir que el rey ha cometido simplemente un desliz”, opinaba ayer el corresponsal en realeza Sander Paulus en la información de RTL Nieuws, recogida por los principales diarios holandeses.
Algo parecido ocurrió hace unos días en Dinamarca. Durante su primer acto oficial tras las vacaciones, la princesa heredera Mary apareció sin mascarilla y, cuando un hombre le tendió la mano, bajó la guardia y se la estrechó. Aunque viendo las imágenes quedaba claro que fue un acto reflejo, la princesa no dudo en disculparse y, momentos después, compartió una fotografía suya con mascarilla en su cuenta de Instagram, junto a un mensaje en el que reconocía su error.