Si bien existe satisfacción oficial por las proyecciones, se indicó que recién el lunes estarían los porcentajes finales de adhesión, ya que se debe procesar toda la documentación.
Si bien existe satisfacción oficial por las proyecciones, se indicó que recién el lunes estarían los porcentajes finales de adhesión, ya que se debe procesar toda la documentación.
Voceros oficiales consultados por la agencia NA señalaron que el resultado es "muy bueno y alto, y las caras que se ven en el Ministerio de Economía son de satisfacción y tranquilidad".
Las fuentes consultadas estimaron que los porcentajes de adhesión estarán largamente "por encima del 75%" sin dar mayores precisiones, y los más optimistas especulaban con alcanzar un nivel del 90%.
La Argentina ofreció cinco bonos en dólares y euros, y en el Palacio de Hacienda se trabajaba febrilmente procesando los pedidos y calculando los porcentajes de adhesión por bonos y por series de títulos ofrecidos en el canje.
"Por ahora estimamos altos porcentajes de adhesión pero hay que esperar que se cierre todo", explicaron las fuentes oficiales consultadas, que señalaron que el anuncio oficial será el lunes próximo y estará a cargo del presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán.
El proceso de reestructuración de la deuda incluye el canje de 21 bonos de la deuda externa denominados en dólares, bajo legislación extranjera, por u$ s 66.137 millones.
En el Gobierno daban por descontado que se supera la adhesión a las Cláusulas de Acción Colectiva (CAC), que para los bonos Exchange (Par y Discount), requieren una aceptación general de 85% y de 66% en cada serie, o un 75% en cada serie sin importar la sumatoria total.
En los bonos Globales, emitidos entre 2016 y 2018, la adhesión debe superar el 66% general y 50% de cada serie.
Si se superan los porcentajes de adhesión al canje los bonistas que no se presentaron quedan obligados a aceptar las condiciones ofrecidas por el gobierno o recurrir a los tribunales.
La liquidación de la operación se realizará el próximo viernes 4 de septiembre, y desde entonces los bonistas podrán cambiar sus títulos en el mercado secundario.
Los que entraron al canje cobrarán el 9 de julio de 2021 el primer cupón de intereses devengados desde el 6 de abril hasta el próximo viernes, y los que rechacen la oferta presentada no tendrán ese adicional.
Para normalizar el pasivo total de la deuda pública resta aún el canje de deuda en dólares con legislación local y la negociación con el FMI, por una deuda que alcanza los u$ s 46.000 millones.
Perspectivas
El objetivo será que no queden holdouts de esta operación, pero si quedaran unos pocos, la estrategia a seguir dependerá de quiénes son los tenedores de esos títulos y qué posibilidades de litigio haya, afirmó un referente del mercado. En este caso, el Gobierno tiene la posibilidad de formular, en el plazo que considere conveniente, una oferta levemente mejor para terminar de conseguir las adhesiones que no obtuvo hasta este viernes.
Las expectativas en el mercado en torno al canje se revirtieron favorablemente a partir del acuerdo explícito que mostraron el Gobierno y los tres grupos de acreedores a comienzos de agosto, y que luego fue reconfirmado tras la presentación de la última propuesta de canje ante la Securities & Exchange Commission (SEC). En esa oportunidad, los tres comités -Ad Hoc, Exchange Bondholders y el Comité de Acreedores (ACC)- volvieron a remarcar el apoyo a la oferta y llamaron a los inversores a aceptarla.
La propuesta tiene un valor presente neto de USD 54,8, si se considera una tasa de descuento del 10%, por lo que subió un punto respecto de la anterior. El Gobierno también accedió a conceder algunos cambios legales para limitar las cláusulas de reasignación y pac man que generaban un fuerte rechazo por parte de los acreedores, según informó Infobae.
Con este canje resuelto y la salida del default que empezó a fines de mayo último encaminada, el Gobierno esperará los resultados de la operación de reestructuración de títulos en dólares emitidos bajo ley local, cuyo plazo vence a mediados de septiembre y del cual Economía también tiene muy buenas expectativas. "Será una adhesión masiva", habían dicho en el Palacio de Hacienda apenas fue enviado el proyecto de ley al Congreso.
Según las estimaciones del equipo económico, a partir de estas dos operaciones, el horizonte financiero entre 2020 y 2024 se despejaría sensiblemente. Los vencimientos de títulos ley Nueva York en esos años ascienden a USD 30.461 y con la propuesta en marcha bajarían a USD 4.038 millones, mientras que los vencimientos de deuda en dólares ley local suman USD 32.400 millones en ese mismo período y se reducirían a USD 2.151 millones.
La reforma tributaria
La reforma tributaria apuntará a ampliar la base imponible de "impuestos progresivos" y lograr que tributen más los sectores de mayor capacidad contributiva, pero no se estudia subir Ganancias sobre empresas o asalariados, ni aumentar aportes del monotributo.
Así lo indicaron fuentes del Ministerio de Economía y de la AFIP, al salir al cruce de una información sobre un proyecto para aumentar al 41% la alícuota de Ganancias.
La reforma jugará un rol decisivo en las próximas negociaciones con el FMI, ya que el Gobierno deberá demostrar cómo piensa recuperar el superávit fiscal primario, luego de que el déficit se disparó hacia $ 1 billón en lo que va del año.
Las fuentes oficiales consultadas por la agencia NA aclararon, además, que se mantendrán los incentivos para las empresas que reinviertan sus utilidades en la producción.
También negaron que el futuro proyecto estudie modificaciones en el monotributo o elevar la escala del impuesto a las Ganancias en la cuarta categoría, que alcanza a trabajadores en relación de dependencia.
Indicaron que las reformas que se analizan "buscan ampliar la base imponible de los impuestos progresivos y apuntarán a que paguen más los que más tienen".
Explicaron que, por ejemplo, la AFIP y ARBA están comparando la base de datos del impuesto a los ingresos brutos, para tratar de eliminar la evasión, y además ampliar la base de contribuyentes en ese impuesto.
"No se estudia modificar el monotributo, ni tampoco la escala de cuarta categoría", aseveraron las fuentes consultadas.
Desde el Gobierno indicaron que "cada peso que se recauda es un peso que vuelve a la sociedad en políticas públicas y productivas como el Programa ATP o el IFE", y señalaron que los cambios "en estudio" procuran "lograr un sistema tributario que privilegie la producción, la equidad, la igualdad y que sea sostenible".
Enfatizaron, además, que "no se elevará la carga tributaria sobre la clase media, los profesionales y las empresas que intentan invertir".
La visión de Melconian
El economista Carlos Melconian aseguró que si bien la pandemia fue un "golpe muy duro", el problema de la Argentina es que ha tenido su "macroeconomía desordenada" por muchos años, lo que le resta capacidad de resistencia.
"El problema de la Argentina es que su sociedad no quiere la moneda local. La usa solo para transaccionar. ¿Por qué? Porque la han cagado 150 veces con la moneda local. Entonces es natural. No son fugadores ni especuladores. Es natural", dijo el economista.
Melconian agregó que el "problema adicional" en la actualidad es que "semejante emisión monetaria" para financiar la crisis hará que si la sociedad no quiere esos pesos más adelante "podría haber un salto inflacionario y un salto devaluatorio, como históricamente ocurrió en la Argentina".
"Semejantes toneladas de emisión monetaria... Si me preguntan qué hubiera hecho. Nada. ¡Qué se yo que hubiera hecho! Esto hubiera hecho, esto", dijo Melconian, tras recordar que el 19 de marzo él propuso que el Gobierno se ponga a imprimir billetes para financiar la crisis.
Según Melconian, Argentina tiene problemas adicionales debido a que viene con crisis recurrentes desde hace mucho tiempo, y que cuando tuvo bonanza económica no supo administrar los ingresos y los "dilapidó" con un "gasto público insostenible".
El economista dijo que efectivamente hay "rebotes" en algunos sectores de la actividad económica como señaló el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, pero advirtió que estos "son poco genuinos y sostenibles".