Mientras los docentes, médicos y profesionales de la salud transitan una nueva semana de paros, la provincia evalúa convocar a los gremios en el marco de la paritaria. Pero el llamado, que se daría en el transcurso de la semana, sería esencialmente para el sector de la administración central, a través de los dirigentes de ATE y UPCN. Ambos sindicatos, si bien rechazaron en su momento el bono concedido por el Poder Ejecutivo, evitaron resolver medidas de fuerza.
Ya la semana pasada, los funcionarios del Ministerio de Trabajo deslizaron que la salida transitoria que exploraba el gobierno para descomprimir la situación pasaba por el pago de un nuevo bono, replicando en setiembre el mismo esquema que se había estipulado para agosto.
Sin embargo, la intención sería ahora ampliar la discusión y plantear una negociación para llegar a una mejora algo más ambiciosa. Según adelantaron fuentes de la Casa Gris consultadas por El Litoral, la propuesta seguiría girando en torno de la figura de un bono, pero quizá con montos diferenciales en función de distintos conceptos que hacen a la condición que reviste el trabajador. Volvería a tratarse de una suma no remunerativa y no bonificable, pero pensando "en el beneficio para el bolsillo" del empleado. El otro rasgo distintivo de esta "mejora" estaría dado en la intención del gobierno de "acordarlo" con los gremios. Ésa es la pretensión de la gestión; como la condición "unilateral" de la decisión había sido la más cuestionada por los sindicatos - y en ellos coincidieron todos, aun cuando no hayan realizado medidas de fuerza -, se apunta ahora a que lo que se termine otorgando como paliativo salarial, sea mínimamente conversado con los sindicatos. Es más, la aspiración de máxima sería poder establecer un acuerdo que permita llegar con ese esquema convenido hasta fin de año. Si no es así, como mínimo poder consensuarlo hasta octubre. "No estaríamos hablando de un acuerdo en términos de una paritaria tradicional, que conlleva recomposiciones integrales y anuales. Pero al menos un acuerdo a corto plazo", se explicó.
Desde la esfera oficial se insiste en que cualquier decisión que se adopte tiene que ser en el marco de las posibilidades presupuestarias de la provincia, con una inflación creciente y una recaudación en baja; y en el marco de la pandemia que concentra todas las prioridades.
La historia reciente del bono resistido – pero cobrado – por todos los sectores estatales tiene que ver con la decisión del gobernador Omar Perotti de resolver transitoriamente una paritaria prácticamente estancada. Y fue así, porque desde que el Ejecutivo decidió reanudar - en julio - la conversación con los gremios - suspendida en marzo -, la mejora siempre rondó en torno de una suma fija sobre la que nunca iba a haber acuerdo con los gremios. Por eso, la Casa Gris resolvió otorgarla de manera unilateral, con la promesa de retomar el diálogo para evaluar, en función de la evolución de la situación, alguna mejora de más largo aliento.
Ese bono fue de tres mil pesos para los activos y de 2400 para los pasivos, de manera igualitaria para todos los agentes, sin diferenciación por categorías o reparticiones.
Hasta aquí, la nueva convocatoria sería sólo para los estatales con quienes, de hecho, el diálogo nunca se interrumpió. En el caso de los docentes, la ministra de Educación ha dicho en reiteradas ocasiones que la conversación se reanudaría una vez que ya no hubiese medidas de fuerza planteadas.
También los referentes del Sindicato de Luz y Fuerza vienen manteniendo una serie de contactos y reuniones con funcionarios del Ministerio de Trabajo. En dicho marco, además de analizar la situación salarial del sector, se intenta avanzar en un acuerdo con el gremio que permita normalizar la situación de la Empresa Provincial de la Energía y poner fin a la intervención dispuesta por el Poder Ejecutivo prácticamente desde que arrancó la gestión de Omar Perotti. El último decreto del gobernador prorrogó la intervención hasta diciembre.