Una cuestión que aflige, que tiene a muchos pensadores en vilo, en discusión permanente, es el mañana que -se sabe- será diferente desde el núcleo definitivo: la Cultura. Es un punto extremo que aconsejan mirar… para no tropezar.
Esto es, si no hay conocimientos previos no hay conocimientos posteriores. Una secuencia elemental. Para que la tetera rebalse tiene que estar llena. Es tan simple.
Una cuestión que aflige, que tiene a muchos pensadores en vilo, en discusión permanente, es el mañana que -se sabe- será diferente desde el núcleo definitivo: la Cultura. Es un punto extremo que aconsejan mirar… para no tropezar.
Peter Sloterdijk dice: “La vida actual no invita a pensar”. "Muchos esperan con ansias volver a la cotidiana frivolidad, al modo de vida consumista". Para el filósofo alemán que está por publicar un nuevo libro titulado "Las epidemias políticas", por estos días se da un fenómeno inédito: "la casi perfecta sincronicidad de la pandemia microbiana con la informativa", según sostiene en una entrevista con Télam (entrevista que aconsejo buscar, leer y comentar). No seremos iguales, eso avisa.
“Los medios de comunicación modernos son menos informativos que portadores de infecciones. Las aberraciones morales y políticas empiezan casi siempre con descuidos lingüísticos”.
“El mundo moderno no invita a pensar”…"Sí"…. “Efectivamente. Eso me recuerda una ceremonia zen en la que el maestro tomaba una tetera, como estoy haciendo yo ahora, y vertía té hasta que la taza estaba llena, y entonces continuaba echándolo y el líquido desbordaba. No puedes entender nada si la taza no está llena…”.
Esto es, si no hay conocimientos previos no hay conocimientos posteriores. Una secuencia elemental. Para que la tetera rebalse tiene que estar llena. Es tan simple.
Bueno, volvamos a lo nuestro: la Peste en mi Pago ayuda o no ayuda a pensar… Aparece entonces un punto que no lo oscurece el living en penumbras, el balcón de Juanito o “la radio a todo volumen”, como narraba Charlie. Luz plena. Un punto que no podemos esquivar. Costumbres alteradas, horarios disímiles, olvidos, reproches, nuevas formas de la memoria, distintos modos de comunicar las mismas cosas pero levemente alteradas, mínimamente alteradas pero para siempre y así, todo se corre de a poco, como las arrugas, los achaques, el amarillear de las páginas del libro último allá, en el fondo de la repisa.
El desafío al que hace mención el filósofo contemporáneo (Peter Sloterdijk es un filósofo y catedrático alemán de la Escuela de Arte y Diseño de Karlsruhe) es el del silencio, la soledad del cuarto de soltero (tango) la buhardilla bohemia (Aznavour la relató, tomada de la Ópera y agregamos: también el Cuartito Azul… un tango compuesto por Mariano Mores con letra de Mario Battistella), la espera en el hospital, la villa de miserias, el living en penumbras de la soltería o la viudez, los miles de solos que la Peste en mi Pago a puesto a contemplarse.
No es broma ni sortilegio que muchos se descubren y se aceptan y otros comienzan a detestarse. Quieto el ruido. Callado el movimiento. Nada cruje excepto lo nuestro. Soportamos. No soportamos. Hay un reventón del ayer. Somos otros.
Es La Cultura la que no se detiene y en este instante fabrica caminos de múltiples entradas y diversas salidas para la pregunta. La Cultura es, a su modo, una pregunta que necesita la tetera Zen.
No es sencillo aceptar: el mundo cambió. Distintas formas de esquivar la Peste, que es una muralla informe pero letal. Una bomba caprichosa pero letal. Un asesino silencioso y azaroso pero letal.
Digámoslo como lo estamos viendo. La Peste es el hecho cultural más importante del Siglo XXI y trajo una constante: la vida no tiene contrato dos veces: por la biología de cada quien y por la Peste de todos.
Esa constatación, que no es necesario que sea explícita, todos la tenemos dentro como la vacuna que no llega, esa internalización de la uniformidad del peligro y la inseguridad de la salvación, adosándose a las circunstancias particulares, que se suman y se suman, dan una resultante de vectores que los tutores de la cultura deben entender.
Peligroso es el sitio donde los tutoriales culturales no contienen una tetera… al menos una taza para verter, preparar, beber el mate cocido que deja libre el Siglo XXI. La Cultura también es una sed.