En el Gobierno argentino, ningún vocero quiere que se hable de trabas aduaneras ni de cupos a la importación. Sin embargo, ayer los funcionarios del Ministerio de Producción llegaron al primer acuerdo con un grupo de automotrices para fijar un cupo de importación que permita destrabar los vehículos varados en la Aduana.
Los fabricantes de autos agrupados en Adefa anunciaron anoche que alcanzaron un acuerdo con el Gobierno argentino para liberar las importaciones de autos, que se encuentran bloqueadas desde hace tres meses.
El acuerdo consiste en un permiso para importar 96 mil vehículos de acá a fin de año, pero sólo de las marcas que tienen fábricas radicadas en el país.
A cambio, en este compromiso -que contó con la participación de las terminales automotrices, pero también de sindicatos y autopartistas- los integrantes de Adefa se comprometieron a aumentar la producción de vehículos prevista para el 2020.
El plan original era terminar el año con 230 mil unidades fabricadas, pero ahora se elevará hasta llegar a 250 mil vehículos. De esas 20 mil extra, unas 15 mil se destinarán a mercados de exportación, para compensar las importaciones.
El compromiso fue firmado por Daniel Herrero, presidente de Toyota Argentina, flamante titular de Adefa y el ejecutivo de la industria automotriz con mejor llegada al gobierno de Alberto Fernández.
En este acuerdo sólo participaron las marcas representadas por Adefa. Por lo tanto, no incluye a los importadores de autos sin fábricas en el país. Son aquellos que están agrupados en Cidoa y que se encuentran negociando por estas horas sus propios cupos de importación.
Adefa no informó de qué manera se repartirán sus doce socios el cupo de 96 mil vehículos para importar. Tampoco se detalló cómo se distribuirá el compromiso de aumentar la producción en 20 mil unidades por encima de lo planeado para este año.
Con información de Autoblog