La actriz y titiritera Mónica Álvarez presentó su monólogo a través de la plataforma digital Capital Cultural. Allí, a través del clown, reflexiona sobre el poder del humor ante la adversidad y enfrenta el desafío de llenar de risas un teatro vacío. "El oficio del payaso siempre es tratar de remar contra las dificultades", afirmó.
Gentileza de la artista Para Mónica, fue interesante el reto de actuar en una sala sin gente para sumar su trabajo a la plataforma creada por la Municipalidad de Santa Fe y a la vez, ver que hace una payasa ante eso.
"Payasa, monólogo para una actriz" es el trabajo que la actriz, titiritera, dramaturga y directora Mónica Álvarez presentó en la plataforma digital Capital Cultural, creada por la Municipalidad de Santa Fe. Allí utiliza herramientas el clown para reflexionar sobre el rol que cumple el humor ante la pandemia. Pero, a la vez, en una lectura más profunda, se pregunta sobre el papel del arte ante la adversidad. Y apuesta a incorporar en forma inteligente y creativa los nuevos medios de trabajo que impone la actual coyuntura, vinculados con la virtualidad.
La artista, integrante de los grupos Los Lescano y Las Mandadas y consagrada a las artes escénicas desde hace 25 años, contó a El Litoral cómo surgió la propuesta. "Me pedían algunos de mis trabajos anteriores digitalizados o que arme algún video con algunos de mis personajes. Y ahí me encontré con que no podía, porque esas obras o esos personajes estaban pensados netamente para hacerlos con interacción de gente. Yo sentía que la adaptación de esas obras o esos personajes al formato digital, era un poco como matarlos. Así que pensé la manera de adaptarme hace a los nuevos formatos. Y empecé a incursionar en personajes que toman la cámara o el medio como lo que realmente es. Busqué, en lugar de ocultarla o disfrazarla, tomarla como un recurso", explicó.
En esa línea, cuando la invitaron a participar en la plataforma Capital Cultural, a Mónica le pareció interesante jugar, en función de los nuevos lineamientos, sobre la idea de un teatro vacío y lo qué hace una payasa ante eso. "El oficio del payaso siempre es tratar de remar contra las dificultades y obviamente falla, por eso es gracioso. El fracaso eterno del payaso causa risa. Así que obviamente acá iba a fracasar, porque no hay público presente. Soy una firme creyente de que las risas grabadas no son risas auténticas, sino enlatadas. Entonces, más que una comedia me salió una parodia, algo un más oscuro que lo que suelo hacer cuando hago payasadas, contó.
Adaptación "a medias"
Presentar su propuesta frente a una cámara y en una sala imponente como la del Teatro Municipal, pero sin gente, fue para Álvarez una sensación muy fuerte. Sin embargo, teñida de expectativas, ya que la artistas no duda de que la adaptación que impulsan en los últimos meses es, en realidad, a medias. "Siento que hay, en el fondo, como un dejo de negación ante ese pasaje a los medios audiovisuales. Es como que estamos adaptándonos, esperando que pase el temblor. No es una adaptación que llega para quedarse. Hay otras cosas que se están adaptando muy cómodamente a la pandemia, pero siento que el mundo del arte se está adaptando en forma disimulada, de alguna manera, hasta que esto pase. Estamos a la espera de volver a las calles, a las plazas y a los escenarios con gente. Esa es mi sensación", afirmó.
Para poner al ruedo su monólogo en Capital Cultural, Mónica tomó como punto de partida dos interrogantes. El primero, si una payasa puede hacer frente a la pandemia, el segundo, si la risa es capaz de saltar todos los obstáculos. Ante la consulta sobre si pudo obtener alguna respuesta, explicó que en sus obras intenta que queden flotando las preguntas más que intentar dar respuestas. "Pero, en lo personal, creo que la risa es la que no está salvando. La risa y la esperanza de que esto va pasar y que no es una adaptación que estamos haciendo para reformular completamente nuestro hacer. Sino en forma momentánea", finalizó.
Cámara por retablo
Para Mónica, también titiritera, ese mundo es uno de los que se adaptó con más gracia a los medios audiovisuales. "Ya el gran Jim Henson lo ha hecho con Los Muppets. El títere tiene, creo, esa cintura que le permite en estos momentos adaptar una cámara como si fuera el marco de un retablo. En ese sentido, con mis compañeros de Santa Fe hemos hecho sketches y le encontramos la vuelta al formato. En ese sentido, este período ha sido fértil, con incorporación de nuevas técnicas", comentó.
Titereré on line
Junto a Juan Venturini, Manuel Venturini, Sebastián Santa Cruz, Matías Arce y Pato Álvarez, Mónica es una de las impulsoras del Festival Titereré, que este año se realizará con formato on line, en los primeros días de octubre. "Nos parece una forma de resiliencia, para no perder continuidad, que los titiriteros puedan seguir trabajando en su oficio", fundamentó.