La tensión creció en la isla griega de Lesbos, luego de que miles de solicitantes de asilo de Asia y África (mujeres, hombres y niños que quedaron sin techo tras el incendio de su campamento), realizaran una protesta en exigencia de que se los dejen ir. Todo ello, en medio de un fuerte despliegue policial que les impidió llegar al puerto de la capital isleña. Los migrantes gritaban "Libertad", aplaudían, cantaban y bailaban mientras marchaban por la ruta que va del destruido campo de refugiados de Moria al puerto de la ciudad de Mitilene, escoltados por un gran número de fuerzas antidisturbios enviadas a la isla por el gobierno griego.
Funcionarios locales dijeron que los incendios del martes y el miércoles pasados fueron iniciados de manera deliberada por los propios residentes del campamento, el más grande y sórdido de Grecia y de Europa, en protesta por la cuarentena en la que había sido puesto el lugar tras detectarse 35 casos de coronavirus entre sus habitantes. El gobierno dijo que ninguno de los residentes del campamento, famoso por su superpoblación y sus malas condiciones, serán autorizados a salir de Lesbos (isla situada en medio del mar Egeo), a excepción de 406 niños y adolescentes no acompañados que ya fueron trasladados a Grecia continental y serán recibidos por diez países de la Unión Europea (entre ellos Alemania).
Los más de 12.500 personas que vivían dentro y en los alrededores de Moria pasaron el jueves una tercera noche a la intemperie, durmiendo en campamentos improvisados al costado de las rutas, ya en tiendas rescatadas, en otras hechas con frazadas o en refugios precarios hechos de juncos. El campamento fue puesto en cuarentena el mes pasado luego de que se detectó un primer caso de coronavirus, el de un somalí que había conseguido el asilo pero que había regresado de Atenas a Moria tras no hallar trabajo.
La OMS dijo que Grecia le pidió el despliegue en Lesbos de un equipo médico de emergencia. Atento a ello, dos equipos, uno de Bélgica y otro de Noruega, llegarán a la isla entre este sábado y el lunes. A su vez, el organismo sanitario de la ONU para los refugiados (Acnur), remarcó que la pandemia está agravando "una situación que ya era desesperada".
"¿Qué hay que hacer para que nos escuchen y para que nos dejen salir de Lesbos?", dijo Monira, una afgana de 25 años, entrevistada por la agencia de noticias AFP. "No queremos quedarnos en Grecia, queremos ir a oros países del norte de Europa; los griegos tampoco quieren que nos quedemos aquí, entonces... ¿Por qué nos mantienen en Lesbos en condiciones inhumanas?", agregó.
Tenés que leerGrecia: miles de refugiados pasaron otra noche a la intemperie en el campo de MoriaMoria albergaba a migrantes de África, Medio Oriente y Asia que llegaron a la isla en los últimos años desde la cercana Turquía huyendo de guerras o de la pobreza. Por lo general, los migrantes no quieren quedarse en Grecia, sino que prefieren ir a otros países de la UE más prósperos, sobre todo Alemania. En virtud de un acuerdo de 2016, firmado entre Bruselas y Ankara, los que llegan a las islas griegas se quedan allí esperando que se acepte su pedido de asilo o que, caso contrario, sean deportados a Turquía.
Pero las demoras en el trámite de las solicitudes, sumado al hecho de que el número de los que llegan supera al de deportados, contribuyó a la superpoblación del campamento. El incendio de Moria renovó críticas a la UE por su fracaso a la hora de manejar de una manera humana el flujo de inmigrantes ilegales que recibe. De hecho, organizaciones humanitarias llevaban años advirtiendo sobre las pésimas condiciones del campamento, que tenía capacidad para 2.750 personas pero albergaba a más de 12.500.
La situación fue provocando una creciente tensión, tanto entre los solicitantes de asilo como entre los isleños, que querían que el campamento se cerrara. "Moría nos recuerda a todos qué necesitamos cambiar en Europa", expresó el vicepresidente de la Comisión Europea de la UE (CE), Margaritis Schinas, quien también se encarga de los asuntos migratorios del bloque. "Se agotó el tiempo para que Europa pueda vivir sin una política migratoria", agregó Schinas, quien voló a Grecia para hablar con las autoridades locales sobre Moria.
La CE planea presentar un nuevo "pacto de migración y asilo" el 30 de septiembre próximo. Según Schinas, dicho pacto contemplará acuerdos con los países de origen de los migrantes, para disuadirlos de no viajar a Europa, así como "un sistema robusto para gestionar las fronteras externas del bloque, que incluya una nueva guardia costera y fronteriza europea, con mucho más personal, más botes, instrumentos y herramientas".
También incluirá "un sistema de solidaridad permanente y efectiva de repartirse la responsabilidad de asilo" entre los 27 países de la UE, añadió. Mientras tanto, Protección Civil de Grecia empezó a montar un nuevo campo de refugiados provisional, para albergar provisionalmente a los que quedaron sin techo tras los incendios.