La situación de las pymes en el sur provincial, como en todo el país, es muy complicada. Estos seis meses fueron difíciles para algunas y lapidarios para otras. Desde ADEESSA (Asociación de Entidades Empresarias del Sur Santafesino) solicitaron que se revean las medidas que comenzaron a regir desde la hora 0 del sábado 5 pasado. La asociación agrupa a pequeñas y medianas empresas de toda la región sur excepto la ciudad de Rosario.
Beltrán León López, presidente de ADEESSA, habló con El Litoral sobre estas dos semanas con mayores restricciones: “Vale la pena aclarar que nosotros estamos muy preocupados por la salud de nuestras familias, nuestros empleados y nuestros clientes. La inmensa mayoría de los comercios está trabajando de manera protocolizada. Estamos trabajando con todas las normas como para cuidarnos nosotros, nuestros empleados, clientes y proveedores. Si nosotros somos conscientes de ese protocolo, nosotros consideramos que no contagiamos”. “Los problemas de los contagios están fuera de los comercios. En cada una de las localidades trabajamos codo a codo con los municipios. La inmensa mayoría de los comercios adheridos a ADEESSA son pymes familiares. No somos grandes empresas. No tenemos grandes espaldas y la situación económica no es la mejor, sino al contrario”, subrayó el empresario.
López dio un ejemplo con su propia firma, una pyme con base en Cañada de Gómez: “Hoy están entrando los cheques que yo emití 30 días atrás. Yo los pensaba cubrir con la venta de esta semana y la venta de esta semana es nula o casi nula porque puedo hacer algo de ‘delivery’ o venta por comercio electrónico, pero es ínfimo, o ‘take away’. Los cheques están llegando al banco y se me complica cubrirlos porque no tenemos grandes espaldas las pymes”.
El dirigente empresarial aseguró haberse comunicado con el ministro de la Producción de la Provincia, Daniel Costamagna, en una videoconferencia y haberle manifestado que la situación económica es acuciante. “Le decía que por favor diferencien las grandes ciudades de las pequeñas. Es distinto el comercio de las pequeñas localidades al de las grandes localidades. Si uno se va a los pueblos, en los comercios entran durante el día 10 personas con protocolo y no es un lugar de contagio, pero sí es el problema económico que se le causa al pequeño comerciante por tener que estar cerrado”, comentó Beltrán López.
El empresario también se refirió a la cuestión de la salud: “Es compleja. Y no por eso dejamos de cuidarnos, dejamos de pedirle al municipio y a las autoridades provinciales para que no haya fiestas privadas, que no se aglomere la gente en las plazas o en los parques. Después van a decir que el que contagia es el comercio. Nosotros consideramos que no es así”. “En Cañada de Gómez se modificaron algunos horarios de los locales gastronómicos que están abiertos, de los ‘delivery’ y de los comercios en general. No consideramos que sea nuestro comercio el lugar de contagio. Eso le queremos decir al gobernador. Le hemos pedido una reunión al gobernador, también al secretario de Comercio. No hemos tenido respuesta alguna”, agregó.
Desacatos, cierres y reconversiones
Frente a estas medidas, ha habido comercios que han decidido abrir a pesar de estar prohibido. “No tengo la estadística, pero sí sé que hay comercios que han desobedecido el decreto. Lo cual no está bien. No está bien porque queremos trabajar dentro de la legalidad. Algún comerciante ha abierto y que sea lo que sea”, afirmó López.
Por otro lado, en este semestre atípico, se han producido muchos cierres de negocios pequeños y medianos. “Han cerrado, ha habido muchos cheques rechazados, hay muchas empresas con problemas financieros, hay otras con problemas económicos”, aseguró el dirigente.
Uno de los sectores más complicados es el relacionado a los eventos y celebraciones. “Todos los salones de fiesta están cerrados. El bar puede abrir, pero el que hace un catering para una fiesta, un casamiento no lo puede hacer. Todo eso está cerrado desde hace seis meses. Ha habido casos de que se han reconvertido en otra actividad. Hay otros que siguen cerrados y no se sabe si van a volver a abrir. Los empleados han quedado desocupados”, comentó Beltrán León López.
La única opción en ese rubro ha sido la reconversión. “Sé de algunos caterings que se han reconvertido en venta de artículos comestibles al por mayor. Un salón de eventos a media cuadra de mi oficina se ha convertido en venta de artículos de decoración. Quizás de tener cinco empleados pasaron a tener uno”, dijo. “Ya se habla de que no va a haber graduaciones. Ese trabajo está en cero. Y no hay ATP (programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción) que valga. Nada. No sirve eso. A nivel provincial se habla de algunas ayudas. Son mínimas y tardías porque el cheque entra hoy. Así de triste y de real”.