“Las medidas anunciadas en las últimas horas, que imponen nuevas restricciones para el acceso de dólares a tipo de cambio oficial, no sólo cristalizan una brecha cambiaria en torno al 70 % (como piso), sino que, al mismo tiempo, ponen una espada de Damocles sobre la calificación crediticia de las compañías locales con deuda externa. Se introduce un serio factor de vulnerabilidad sobre las empresas”.
El economista Jorge Vasconcelos analizó así las últimas medidas dispuestas por el BCRA. “Para el ‘dólar ahorro' y el ‘dólar tarjeta', el precio se encarece de 100 a 130 pesos, aproximadamente, con el objetivo de desalentar la demanda, al tiempo que se hacen más estrictos los cupos, por lo que sólo una fracción de las 4 millones de personas que accedieron al ‘dólar ahorro' podrán hacerlo de ahora en adelante
“El ‘dólar tarjeta' -añadió- es asimétrico, ya que para los locales se ubica un 67 % por encima del dólar oficial, pero para los extranjeros que vengan al país su poder adquisitivo se limitará al valor de la paridad oficial. Cuando los flujos turísticos comiencen a normalizarse, en el escenario pos-pandemia, para los argentinos será caro salir al exterior, pero los visitantes de otros países no encontrarán barato este destino”.
Señaló esa diferencia fundamental con respecto al cepo de 2012 a 2015, cuando “la Argentina sufrió una drástica pérdida de market share en la industria turística global”
Sobre el financiamiento externo a empresas privadas sin acceso pleno a las divisas, para Vasconcelos “cabe esperar que la oferta siga contrayéndose, por lo que la dinámica de las reservas del Central se verá afectada por este fenómeno. Hay que tener en cuenta que el crédito de comercio exterior se habría achicado en unos 9 mil millones de dólares en los últimos doce meses”.
Reseñó que el cepo que tuvo vigencia entre 2012 y 2015 “registró una brecha cambiaria promedio en torno al 45 %, congruente con una emisión monetaria destinada a financiar al Tesoro equivalente a 2,8 puntos del PIB por año.
“No sorprende que la brecha del actual cepo se haya instalado en torno al 70%, ya que en los últimos doce meses la emisión monetaria con destino al fisco se ubica en torno a los 7 puntos del PIB. Para superar la encrucijada, es clave generar un horizonte fiscal y monetario consistente con una reducción de la brecha en el futuro, aunque esto implique llevar la paridad oficial a un nivel más realista”, concluyó.