La actriz Alicia Galli presentó en la plataforma Capital Cultural el monólogo "Yegüita, vení", adaptación de Raúl Kreig de un texto de Alejandro Urdapilleta. "En esta época de tanta escasez de teatro, eso que nos apasiona, fue hermoso hacerlo", contó.
Gentileza Municipalidad de Santa Fe Alicia Galli durante el monólogo Yegüita, vení , que grabó en el Teatro Municipal.
"Soy feliz por un montón de cosas. Por mis hijos, por mi nieta. ¿Pero si me faltara el teatro qué haría? Es una pregunta muy fuerte. Estoy segura de que no sería yo si no hiciera teatro". Así de contundentes son las palabras que elige la actriz Alicia Galli para referirse a ese mundo en el que entró hace décadas y del que ya no pudo (no quiso) salir. Un mundo que hoy se encuentra restringido en sus posibilidades por la pandemia y que obliga a sus artífices a agudizar el ingenio para poder seguir en pie. Al transitar ese camino, Alicia hizo su aporte a la plataforma Capital Cultural, un espacio virtual que dispuso la Municipalidad de Santa Fe para que los artistas puedan volcar sus acciones hasta que puedan reencontrar al público en las salas.
Para la ocasión, la actriz de "Ricardo, una farsa", seleccionó el monólogo "Yegüita, vení", adaptación del actor y director Raúl Kreig de una pieza escrita por Alejandro Urdapilleta bajo el título "La llorona". "El proceso fue maravilloso como todo lo que se hace con Raúl Kreig, quien es mi gran maestro. Esto nació en el marco de uno de sus talleres anuales, hace algunos años. Yo andaba buscando que hacer para la muestra final y el me propuso esta adaptación. Cuando la leí, me pareció desopilante, como todo lo que hace Urdapilleta. Desopilante y a vez interesante. Cuando me invitaron a sumarme a la plataforma virtual, cosa que me honró muchísimo, no tuve dudas de volver a trabajar sobre este texto. Lo saqué del baúl, porque lo tenía olvidado. Fue maravilloso y en esta época de tanta escasez de teatro, de eso que nos apasiona, para mí fue hermoso hacerlo", contó Galli a El Litoral.
D.R.
Sensaciones
Alicia tiene amplia experiencia en los escenarios. Intervino en obras como "Y a otra cosa mariposa" dirigida por Luis Mansilla, "Ricardo, una farsa" y "Llanto de perro" bajo la conducción de Sergio Abbate y "Septiembre, un musical para enamorar" de Gustavo Palacios Pilo. Sin embargo, no había trabajado antes frente a una cámara, como debió hacer en esta versión de "Yegüita, vení". "Nunca he trabajado en audiovisuales, no tengo experiencia en eso. Entonces, cuando llegué al Teatro Municipal para grabar, más allá de las butacas vacías, había un equipo técnico y unas cámaras. Empecé a temblar. Tengo más de 30 años haciendo teatro y esto es otra cosa, en todos los aspectos. Pero una vez que empiezo a actuar, que dejo de ser Alicia, ya está. Todo se acomoda y empieza a estar bueno", relató.
Fueron sensaciones encontradas las que la atravesaron al realizar el monólogo, pero no de tristeza. "Me pasó ver butacas vacías, pero no el teatro vacío. Para mí, estaban todos ahí. No me sentí sola. Tal vez tuvo que ver el equipo técnico, que me contuvo mucho. Pero cuando me tocó hablarle al auditorio vacío, sentí que los espectadores estaban ahí. Y que les estaba hablando a ellos, potenciales. No me sentí sola. En cuanto a experiencia, fue muy gratificante hacerlo", explicó.
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Personajes en lo cotidiano
Pese a que se trata de un formato completamente distinto, Alicia aclaró que lo trabajó de la misma forma que si hubiera sido para una función con público presente. "Soy muy emocional. Cuando asumo un personaje, primero lo tengo que internalizar, lo debo armar emocionalmente. Después viene lo estético. Tengo que sentirme ese personaje para poder trabajarlo. Algunos lo hacen de otra manera. Cuando asumo un personaje soy un poco obsesiva, lo llevo conmigo a todos lados: a mi trabajo, a mi casa, a mi vida. Así vivo el teatro, lo llevo a la cotidianeidad, para ver como ese personaje se manejaría ante distintas situaciones. Es muy gratificante y enriquecedor trabajar así el teatro. Así que lo hubiera hecho con gente, sin gente, en un teatro o en la virtualidad de la misma manera. Porque así siento al personaje y así lo llevo donde me lo propongan", aclaró Alicia.
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Volver
Realizó trabajos en la virtualidad, porque hoy es la única opción. Pero Galli sostiene que el teatro es tal, cuando se hace en forma presencial. "No veo la hora de volver a estar en un escenario, no veo la hora de volver a ver teatro. Hacer teatro es hacerlo en un escenario, de eso no tengo dudas. Es más, hasta tengo cierta resistencia a lo virtual. El teatro es la cercanía con tus compañeros, los olores, tiene que ver con un montón de sensaciones, es la piel contra la piel y es el público en sí. Pero frente a esta situación, como dice mi colega 'Chola' Almirón, hay que ponerle onda, porque si no nos morimos de tristeza. Es una manera de sobrevivir a esta ausencia". Es por eso que, en este tiempo de paréntesis, Alicia prepara una obra de teatro. Ansiosa por la vuelta.