El santafesino Agustín Rossi, ministro de Defensa de la Nación, permitió finalmente homenajes a militares muertos en hechos violentos, durante la década del '70, que habían generado una dura condena de organismos de Derechos Humanos, y ciertas incomodidades dentro del oficialismo.
El compromiso de los militares fue hacerlos puertas adentro de los cuarteles, sin publicaciones en redes sociales, como para que no se vean. Pero alguien se encargó de filtrar una arenga del jefe del Ejército, el general Agustín Cejas, en la que además de llevar a cabo su homenaje deja en claro que lo hace con el consentimiento del ministro Rossi, con quien mantuvo una reunión.
En ese discurso, el militar reivindica la memoria de los uniformados muertos en enfrentamientos con grupos subversivos, en el marco del Operativo Independencia (ordenado por el gobierno peronista de Isabel Martínez, antes del golpe de 1976).
En el marco de los cambios impuestos "por el nuevo gobierno" respecto de "los lineamientos generales" para las fuerzas armadas, el general en tres ocasiones habló de cómo tener una "aproximación para lograr el objetivo". Y luego se extendió: "aproximación para lograr el objetivo es eso: maniobrar… Y muchas veces la maniobra no es directa. De eso también sabemos", dijo.