Mientras el peronismo santafesino vive tensiones internas más actuales (entre la Casa Gris y los senadores del PJ) a nivel nacional se juega fuerte respecto de la interpretación de la historia del peronismo en los '70 y sus hechos más violentos, entre ellos el asesinato del dirigente gremial José Ignacio Rucci por parte de Montoneros (un crimen que esa organización armada nunca admitió haber cometido), el 25 de septiembre de 1973.
Se cuentan con los dedos de una mano a los peronistas santafesinos que se han sumado a la polémica. Y el más notorio es el secretario general de la Unión Docentes Argentinos (UDA) y miembro del Consejo Directivo de la Confederación General del Trabajo (CGT), Sergio Romero,
"Repudio la actitud de algunos diputados (del Frente de Todos en la Provincia de Buenos Aires) que no entienden que el futuro y el presente de la Argentina se fortalecen reconociendo el pasado. José Ignacio Rucci fue, es y será siempre un líder sindical para la historia del país y del movimiento obrero organizado", destacó Romero.
Recordó que Rucci fue clave para el retorno de Juan Domingo Perón a la Argentina. Llevaba tres días como presidente electo cuando se produjo el crimen: "Me mataron, me mataron a un hijo", expresó Perón al saber la noticia.
"Es grave lo que ocurrió en la Legislatura bonaerense", comentó el jefe de UDA, en la misma dirección que la CGT nacional que emitió un documento titulado "Recordamos y honramos a un gran dirigente sindical peronista", que lleva la firma del Consejo Directivo Nacional.
Lo mismo, el Frente Sindical para el Modelo Nacional (Fresimona) de Hugo Moyano.