Ignacio Pellizzón | [email protected]
Ignacio Pellizzón | [email protected]
La proliferación de criaderos de animales ilegales en Rosario, que se comercializan sobre todo a través de redes sociales, es un tema que preocupa y mucho. Por este motivo la comisión de Ecología y Medio Ambiente del Concejo Municipal aprobó dos iniciativas que apuntan a disminuir la población de animales domésticos en la ciudad.
Distintas ONGs protectoras de animales dan cuenta de las malas condiciones en las que tienen alojados a los animales –principalmente perros y gatos- y de la falta de control por parte del Estado que, al tratarse de un mercado opaco, no tiene alcance pare poder regular el negocio.
Con este escenario, la intención es poder erradicar los criaderos ilegales de manera veloz y vaciar la ciudad de todo tipo de espacios habilitados que promuevan la venta de perros y gatos en los próximos cinco años.
El proyecto: por buen camino
El Palacio Vasallo, por un lado, obtuvo proveído favorable una propuesta del concejal justicialista, Eduardo Toniolli, a la que tuvo acceso El Litoral, que modifica la ordenanza Nº 7.445/02, sobre la tenencia, control y protección y permanencia en lugares de uso públicos de animales de compañía.
El cambio apunta a prohibir la instalación de criaderos de perros y gatos y permitir la actividad de los que se encuentran en funcionamiento solo por 5 años más, sin posibilidad de prórroga.
Según expresa la iniciativa “solo podrán comercializarse ejemplares cachorros o adultos que sean debidamente identificados con microchips y libreta sanitaria” y con los correspondientes certificados de salud.
Otro punto clave que también se aprobó es el incitado por la organización ONGs en Red. El mismo apunta a disminuir la población de gatos y perros a través de un programa de esterilización sistemática y masiva.
En base a estimaciones de la ONG, en Rosario alcanza a un animal cada 2,1 personas, cuando esa proporción debería disminuirse a la mitad según se establece en la ordenanza Nº 9.015. Ambos proyectos avanzarán en el Concejo y tendrán tratamiento en las comisiones de Gobierno y Presupuesto.
A su vez, se acordó aprobar en comisión un proyecto impulsado por el ex concejal Juan Monteverde -integrantes de Ciudad Futura-, para prohibir “las cirugías estéticas y mutilaciones cosméticas sobre animales”.
De acuerdo al artículo 2, “se entiende por cirugías estéticas o mutilaciones cosméticas a las intervenciones quirúrgicas realizadas por un profesional o en ámbitos profesionales” como veterinarias, quirófanos del rubro, domicilios o criaderos.
Ventas ilegales
El negocio de venta ilegal de animales en Rosario no es nuevo. Pero en los últimos años, con el auge de las redes sociales, distintas organizaciones defensoras notaron un incremento de la comercialización, sobre todo de perros y gatos, de manera irregular.
Para la presidente de la ONG Protectora Rosario, “un perro de raza puede costar, en promedio, entre 20 mil y 40 mil pesos, y los que más se venden son los de porte pequeño, como bulldog francés o caniche, y los de guardia”, expresó a un medio de esa ciudad.
“La ordenanza data de 2002 y establece que están permitidos en zonas rurales o semirrurales. Están en una zona gris, y es un negocio muy rentable”, expresó la activista y añadió: “Estamos hablando de gatos y perros viviendo en jaulas diminutas, criados tipo factoría en situación de explotación. No respetan los ciclos normales de los animales y estimulan los celos con hormonas, a los 3 o 4 años de edad las hembras no sirven más porque las obligan a parir 4 veces por año, en lugar de 2. Los animales que ya no le sirven al criadero son abandonados en la vía pública”.
Antecedentes
Hace apenas tres años, la Municipalidad de Rosario promulgó dos ordenanzas de autoría del concejal Toniolli que buscaban mejorar el funcionamiento del Instituto Municipal de Salud Animal (IMuSA), y las condiciones de los animales de paso por dicha dependencia.
Una es la ordenanza que creó el “Protocolo de ingreso y permanencia de animales en el Imusa”, y la otra es la que da origen al “Protocolo de adopción y tenencia responsable de animales del Imusa”.
La primera dispone de controles médicos obligatorios al momento del ingreso de perros y gatos, el alojamiento en caniles proporcionales al tamaño para garantizar su movilidad mínima necesaria, estándares mínimos en el suministro de agua, alimentos y paseos, y la evaluación a cargo de profesionales en conducta animal para habilitar la reinserción de animales internados por agresiones.
La segunda establece reglas y procedimientos a fin de evitar procesos traumáticos que culminen en abandonos o devoluciones de animales a la institución. El mismo dispone instancias de preselección de adoptantes, entrevistas, mecanismos de consulta ante el Poder Judicial ante posibles antecedentes en materia de maltrato animal, contratos de adopción, castración obligatoria previa al egreso o a posteriori si se tratara de cachorros, seguimiento y posibilidades de revisión de la medida si estuviera en riesgo la salud del animal.
Además, se creó un registro de adoptantes en el ámbito del IMuSA, para notificar antecedentes en la materia, incluyendo eventuales incumplimientos de las responsabilidades establecidas en el citado protocolo.