“La proporción de habitantes que no cubren sus necesidades alimentarias se duplicó en los últimos dos años”, sostienen los analistas Marcelo Capello y Laura Caullo del Ieral (Fundación Mediterránea). “Argentina, convive aún con niveles de pobreza e indigencia muy altos, que ponen en jaque la realidad social y de subsistencia de un importante grupo de personas y hogares”.
Reseñan que “en el primer semestre 2020, la pandemia empeoró todos los indicadores sociales y la incidencia de la pobreza alcanzó al 40,9% de los habitantes (18,3 millones de personas en el expandido nacional) y la indigencia al 10,5% (más de 4,8 millones de habitantes), más que duplicando la tasa reportada en el primer semestre de 2018 (4,9%)
Eso en el promedio nacional. Pero en el Gran Santa Fe los números son más graves porque la indigencia es más de tres veces lo que mostraban los números en la primera mitad de 2018. En aquél semestre había 18.562 santafesinos que no alcanzaban ingresos necesarios para cubrir sus necesidades energéticas y proteicas; el último reporte del Indec pone en esa condición a 58.150 personas.
La pobreza, en cambio, está en el Gran Santa Fe en una evolución similar e incluso por debajo que en el promedio nacional de la evolución bianual, ya que alcanzaba 158.678 personas y trepó a 226.866 habitantes, comparando los períodos citados.
“Para este flagelo” -dice un informe del Ieral- habría que transferir en promedio a cada hogar indigente la suma de $ 7.324 mensuales” a fin de que cubran la canasta básica. Con 12.631 hogares indigentes en el Gran Santa Fe en el último semestre, eso supondría la necesidad de que sus integrantes ingresen -por vía laboral o asistencial- un total de $ 92,5 millones por mes.
La cifra surge de aplicar los promedios nacionales a la realidad del conurbano santafesino. Según el Indec, la canasta básica alimentaria promedio del hogar indigente cuesta $ 17.625 mientras que el total del ingreso familiar promedio del hogar indigente sólo suma $ 10.301.
Por su parte, la canasta básica total promedio del hogar pobre es de $ 43.785, mientras que el ingreso familiar promedio del hogar pobre alcanza $ 25.759; la brecha monetaria promedio de los hogares pobres es de $ -18.026. Aplicando estos promedios nacionales a los 54.102 hogares del Gran Santa Fe en condición de pobreza, se puede inferir que el costo mensual para que no haya pobres rondaría los $ 975,2 millones.