Visitó a un curandero para que le cuide la fortuna y lo entregó

“Vamos a entrar de punga, papá. Vamos a salir de pobres, ya está”, le decía en un audio de whatsapp Ariel Joaquín Cuatrín a uno de sus cómplices mientras le hablaba de un “viejito” que tenía plata en la casa. Señalado como miembro de una asociación ilícita que organizaba entraderas y robos a mano armada, el juez Pablo Busaniche ordenó que tanto él como Hugo Alberto Almitrani -también de la banda- permanezcan en prisión preventiva.

Las fiscales de la Unidad Especial de Delitos Complejos, Mariela Jimenez y María Laura Urquiza, investigan una serie de atracos cometidos por una banda de al menos 9 personas. De estas, Cuatrín y otros siete permanecen detenidos mientras que uno de los “organizadores” está prófugo, ya que abandonó los lugares que frecuentaba luego de ser advertido de la existencia de una orden de detención en su contra.

La asociación ilícita habría cometido al menos cinco robos a mano armada desde el 30 de junio, bajo la modalidad de “entraderas” o sorprendiendo a sus víctimas cuando éstas intentaban realizar una operación de compra-venta. Cuatrín fue imputado como “miembro” de la banda, acusado de haber tenido un rol en su organización general, aportando no sólo información y apoyo logístico sino también señalando que un familiar guardaba dinero en su casa.

“Vos tenés plata”

Además de ser árbitro de fútbol Cuatrín es curandero, y cuando un allegado le solicitó sus servicios para proteger el dinero que tenía en su vivienda producto de la venta de un inmueble, el imputado decidió utilizar esa información para hacerse con parte del botín.

Fue así que el 19 de agosto, alrededor de las 13.30, una camioneta Peugeot 504 blanca arribó a la casa del matrimonio que había confiado en el curandero. Durante más de 40 minutos cuatro masculinos golpearon y maniataron a la pareja y a su hijo discapacitado.

Tomaron algunos objetos, pero su objetivo principal era el dinero. “Vos tenés plata”, acusaron al dueño de casa. Se llevaron $ 200.000, además de teléfonos y otras pertenencias que encontraron en la finca, ubicada en zona rural, sobre la Ruta 11. A 10 kilómetros de allí, en la ciudad de Recreo, Cuatrín se comunicaba con uno de los asaltantes mientras estos estaban en la vivienda.

Al día siguiente, el curandero generó sospechas en el matrimonio, ya que a pesar de no tener una relación cercana se mostró muy preocupado por el robo que habían sufrido, llamó varias veces e incluso se acercó al lugar. Insistía en saber la cantidad exacta de dinero que los ladrones se habían llevado.

Tiroteo con la policía

Además de las entraderas, la asociación ilícita se dedicaba a simular transacciones para luego asaltar a quienes serían sus “clientes”. El 30 de junio citaron a dos personas en Las Heras al 7400, cerca de una escribanía. Su objetivo era concretar la adquisición de barbijos y guantes de látex, pero para su sorpresa dos ladrones las redujeron mientras otros les quitaban sus pertenencias.

Las cámaras de seguridad de la escribanía captaron el robo. En el video se pudo distinguir a los asaltantes, así como comprobar que durante al hora anterior una camioneta Chevrolet del 78’, de color rojo y sin patente delantera, y un auto BMW color champagne, pasaron por lo menos cinco veces por el lugar.

Esta banda es también la responsable del tiroteo que se dio en barrio Guadalupe el pasado 10 de septiembre. Fue en el marco de un operativo de la Agencia de Investigación Criminal (AIC). Un policía se hizo pasar por un civil que quería comprar dólares, y a su encuentro fueron los asaltantes con la intención de robarle el dinero que llevaba.

Pero en cuanto intentaron reducirlo, el agente dio la voz de alto y comenzó el enfrentamiento, en inmediaciones de Piedras y Hernandarias, que terminó con cuatro de los cinco delincuentes aprehendidos. El otro fue detenido al día siguiente.

Información desde adentro

Tanto Hugo Almitrani como Ariel Cuatrín están representados por los abogados defensores Sebastián Gervasoni e Hilda Knaeblein. El primero decidió acordar la prisión preventiva en vistas a un posible procedimiento de juicio abreviado. En cuanto a Cuatrín, las fiscales Jimenez y Urquiza hicieron especial hincapié en cuanto a sus conexiones.

Cuatrín manejaba información de la investigación penal, supo cuando se libró su orden de detención, lo que le permitió fugarse y esconder elementos de interés para la causa. También estaba al tanto de que uno de los organizadores de la asociación ilícita era requerido por la Justicia, y se lo advirtió, colaborando con que se diera a la fuga. De hecho, su paradero aún es desconocido.

La representantes del Ministerio Público de la Acusación señalaron que la investigación continuará para intentar dar con los policías que le hicieron llegar la información al imputado. Ante la existencia de ambos riesgos procesales, ya que Cuatrín logró entorpecer el proceso antes y también intentó fugarse, el juez Pablo Busaniche resolvió ordenar que permanezca en prisión preventiva.