Ni ayer, ni mañana, hoy estamos acéfalos en la democracia. Esta no es una opinión de oposición o una posición "en contra", sino una conclusión a la que arribamos cuando vemos que el comportamiento que demuestran los responsables del Ejecutivo, del Legislativo y de la Justicia -que son los estamentos principales de la Democracia-, es preocupante.
Estemos o no de acuerdo, a raíz de la pandemia por el virus Covid-19, el Poder Ejecutivo nos ha llevado a una división interna: si acatamos o si no acatamos las disposiciones emanadas de los DNU.
Como seres humanos podemos aplicar una lógica racional a esta situación, podemos reflexionar filosóficamente y preguntarnos qué debería hacer el Ejecutivo Nacional cuando ve cómo los ciudadanos dejan de lado las serias recomendaciones hechas para evitar el contagio de tan grave virus y salen a trabajar, a abrir sus negocios, a juntarse con amigos o con la familia, a disfrutar de eso tan simple de la vida que es el encontrarse. La conclusión de este análisis es que se trata de una desobediencia a la máxima autoridad de la Democracia. Los ciudadanos son conscientes de peligro y sin embargo corren el riesgo de la desobediencia.
Hay un dicho que dice "El pueblo tiene el Gobierno que se merece", pero otro dice "Cuando el Pueblo desobedece, el Gobierno debe saber ver esa rebelión como un aviso de buena voluntad". Si esto está bien, no lo sé, no sabemos si es una reacción con o sin sentido, pero sí sabemos que es real. No solamente con armas se hace una rebelión… con la acción silenciosa también se derroca a un Poder. Cada uno deberá sacar sus propias conclusiones; a las pruebas me remito.
El Poder Legislativo, en sus dos estamentos, la Cámara de Senadores y la Cámara de Diputados, en esta cuarentena está funcionando con altibajos, que para nada enaltece a la Democracia.
En Cámara de Senadores, la realización de las sesiones a través de videoconferencias resultó un fiasco y ni hablar de lo inoportuno para tratar temas de relevancia para la Democracia.
En la Cámara de Diputados, hubo una sesión donde los diputados presentes eran ausentes, en otra sesión se desarrolló un escándalo de ribetes íntimos… es increíble que los representantes del pueblo no tengan noción de la responsabilidad que significa ser Legislador y ni que hablar de la responsabilidad del presidente de dicha Cámara.
Los señores legisladores no podían viajar por temor al contagio, pero los médicos, enfermeros, los ayudantes y los ciudadanos que son empleados de las empresas de recolección de basura, sí tienen que trabajar y qué importa si se enferman, son ciudadanos que tienen que cumplir con esa responsabilidad mientras a los Sres. legisladores los tenemos que cuidar y entonces hacen la pantomima de las videoconferencias, que resultaron ser un fracaso institucional.
Respecto de la Corte Suprema de Justicia, da la impresión que no están enterados de lo que ocurre a su alrededor, le pregunto a quien lea esta opinión ¿no sentimos vergüenza ajena?
Ni se les ocurrió hacer una reunión para hablar del mantenimiento de la Democracia, entre el Presidente de la Nación, la Presidenta del Senado, el Presidente de Diputados y el Presidente de la Corte Suprema. Son solamente cuatro Personas, ¿solo por temor al contagio del virus no se pueden reunir por la Patria?
Vuelvo a reiterar, los profesionales de la salud y los basureros que levantan nuestra suciedad pueden trabajar, con o sin distanciamiento, para que no queden residuos en la calle porque nos molesta y afecta nuestra dignidad. Estos ciudadanos están obligados ante las disposiciones de los DNU o serán infractores a los cuales se los puede detener y cobrar multas como nos pasa al resto de los ciudadanos que no cumplimos con los DNU.
Si a este grupo de ciudadanos los obligamos a que cumplan con su responsabilidad Pública, por qué no les exigimos lo mismo a los Sres. legisladores, es decir, que pongan el cuerpo.
No lo puedo aseverar, pero qué oportuno hubiera sido que el Ejecutivo hiciera un DNU para licenciar al Poder Legislativo y Judicial, como lo hacen en el receso escolar de julio, parecen alumnos que se toman esos días para no sesionar, en la Constitución no está determinado, pero lo hacen. Si ellos son desacatados con las normas, entonces, qué se le puede exigir al Pueblo.
Hoy la actitud del Pueblo, de no respetar las disposiciones del Ejecutivo Nacional, es de riesgo y ese riesgo, es una voz silenciosa de Golpe Institucional, al no haber un movimiento que los represente, se está haciendo en forma individual, pero con el transcurso de los días se va a hacer un movimiento comunitario.
Los excesos no son buenos consejeros. Por permanecer con una cuota de poder, mientras se sigue entreteniendo con la cuarentena, aumenta la delincuencia -que tiene absoluta libertad de acción-, se amplían como una mancha de aceite las tomas dirigidas, se generan leyes fuera de tiempo, la economía va en baja, hay desempleo, hay mayor índice de pobreza, no se produce, no se dictan clases, se afecta la psiquis de los niños, la caja del Estado está en déficit… nos preguntamos, ¿qué está funcionando y como se avizora nuestro futuro?
Señores gobernantes, Señores políticos, abran sus oídos, algo está pasando, algo no está funcionando y esto trae insubordinación, rebeldía, reclamos de Libertad que está coartada.
Somos un Pueblo manso, pero cuidado con el escarmiento, subyace un reclamo de cambios, hoy es en paz, no generemos una nueva grieta, que genere violencia entre hermanos.
¿Qué debería hacer el Ejecutivo Nacional cuando ve cómo los ciudadanos dejan de lado las serias recomendaciones hechas para evitar el contagio de tan grave virus?
Los ciudadanos salen a trabajar, a abrir sus negocios, a juntarse con amigos o con la familia… Son conscientes de peligro y sin embargo corren el riesgo de la desobediencia.