El ex mandatario de Bolivia Evo Morales denunció que el actual gobierno, de la presidenta interina Jeanine Áñez, está buscando impedir el triunfo de su delfín Luis Arce en las elecciones presidenciales del 18 de octubre mediante "un golpe o fraude". "Saben que vamos a ganar las elecciones y la oposición buscará evitar el triunfo de Arce por golpe o fraude", sentenció Morales en un encuentro virtual con la prensa en Buenos Aires, donde permanece refugiado desde diciembre pasado.
"Si ganamos por poco van a desconocer los resultados y la única forma de evitarlo es ganar ampliamente", advirtió. Arce llega a los comicios como claro favorito en todas las encuestas, pero aún sin mayoría para vencer en la primera vuelta y de esa forma poder eludir el balotaje.
Suspendidos tres veces por la pandemia de coronavirus, estos comicios reemplazan a los de octubre de 2019, anulados por denuncias de supuesto fraude que derivaron en protestas y la renuncia de Morales, forzada por una asfixiante presión del Ejército, en una maniobra que el propio afectado y muchos analistas calificaron de "golpe de Estado".
Las elecciones tendrán una primera vuelta el 18 de octubre y en caso de que ningún candidato supere el 50% de los votos o aventaje por al menos 10 puntos al segundo, se celebrará una segunda ronda el 29 de noviembre. Arce, del Movimiento al Socialismo (también conocido como MAS) y ex ministro de Economía de Morales, encabeza las encuestas de intención de voto realizada por la fundación católica Jubileo, con el 29,2%, seguido por el ex presidente de centro Carlos Mesa con el 19% y el líder civil regional derechista Luis Fernando Camacho, con el 10,4%.
Esa ventaja "es sin contar con el voto del exterior", remarcó Morales, al recordar que en la Argentina hay empadronados 171.000 bolivianos. "Son el 2% del padrón nacional. Ustedes van a decidir el futuro de Bolivia", les dijo el ex presidente, primero en la historia de origen indígena, que se mantuvo en el cargo entre 2006 y 2019. Morales expresó reparos acerca de la transparencia del proceso electoral y en tal sentido aseveró que "miembros de embajadas y consulados van a sabotear porque saben que en el exterior arrasamos con el 80% o 90%".
En cuanto a las votaciones en Bolivia afirmó que "va a ser muy importante el trabajo de los veedores", para garantizar la transparencia y "evitar el fraude o el golpe". "Nuestra tarea es cuidar el voto y defenderlo. Siento que no va a ser sencillo, mucho va a depender de la comunidad internacional y de la fuerza de los movimientos sociales en Bolivia", abundó.
La Organización de Estados Americanos y la Unión Europea enviarán observadores a Bolivia, que vive una ola de violencia política agravada por las graves consecuencias de contagios y muertos derivados del flagelo mundial. La Oficina en La Paz de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos registró en el último mes unas veintisiete "acciones reprobables de violencia de grupos civiles".
"Nos están provocando. El plan es llegar a segunda vuelta y si no, provocar, generar suspensión de elecciones y nueva convocatoria para ellos unirse y a nosotros dividirnos; pero estamos unidos", cerró Morales.