Bahiano presenta bajo el título “Home Sweet Home” su primer show en vivo vía streaming: un encuentro íntimo donde realizará un recorrido por los clásicos de siempre, sus obras solistas y su último álbum “Original Roots”, editado en 2019. Será el viernes 23 de octubre a las 22 (hora argentina, ya que se emitirá para todo el mundo) y las entradas pueden conseguirse en Ticket Hoy.
De este concierto especial, el último disco y su presente artístico habló el cantante con El Litoral.
-¿Qué estás preparando para este “Home Sweet Home”? ¿Cómo fue animarse a este nuevo formato?
-Es la única herramienta que hoy tenemos, al no poder subirnos a un escenario, para tener la comunicación con nuestro público, y dar a conocer nuestros materiales, nuestra música. En mi caso tardé un poco en decidirme porque todavía tenía que desarrollarse mejor el streaming, se estaba haciendo demasiado casero. No lo voy a hacer desde mi casa: lo haré desde un estudio, con puesta en escena, con filmación a tres cámaras; estoy haciendo una apuesta, un paso más adelante que un vivo que a lo mejor harías desde tu casa.
Fue ver que otros colegas lo estaban haciendo, y estaba resultando bien, entonces me animé. “Home Sweet Home” es el título glam, porque a todo hay que ponerle un título; y como era una canción que había escrito en otros años me pareció que en la atmósfera que estamos viviendo todo de estar en las casa era como “la casa tampoco es el enemigo”. Creo que se pueden hacer buenas cosas en las casas, y escuchar música también.
Estoy preparando con bastante estrategia el setlist del 23. Porque no va a ser solamente para la Argentina, va a ser transmitido también al resto del mundo: se pueden ver los países y comprar la entrada desde mi cuenta de Instagram.
-Estaba anunciado para siete países: Argentina, Uruguay, Estados Unidos, Chile, Colombia, México y España.
-No, más, se abrió al resto del mundo. Se empezaron a sumar más países, porque gracias a Dios tengo público que fui sembrando y cosechando durante muchos años en Latinoamérica; y en muchos otros países, como el área latina de los Estados Unidos, viene por generaciones de familias latinas.
Entonces tengo que ser bastante estratega, porque si bien hay canciones que son común denominador en muchos países, también tengo que ir pensando en darle prioridad a otro tipo de canciones. Van a ser entre 20 y 22 canciones, que van a ser icónicas dentro de todo mi repertorio de 33 años: de la época de Pericos seguramente, de mi carrera que ya lleva 16 años como solista, con cinco discos. Ya arranqué con los ensayos.
El streaming también te permite licencias musicales; ya sabemos que no es lo mismo que estar en vivo en un escenario. Entonces podés dar otra intensidad a las canciones, otros climas, para que la gente también pueda escuchar otra musicalidad. También en eso estoy dando importancia. Y va a ser un desafío en cierta forma lindo, porque lo estoy disfrutando desde la previa; pero también un desafío a la imaginación: voy a terminar de cantar las canciones, los chicos van a terminar de tocar, y no va a haber aplausos. Voy a imaginarme del otro lado a la gente que tiene su ticket, que estuvo esperando el show y lo va a disfrutar. No voy a poder ver la gestualidad de ellos, no voy a poder conectarme con las emociones del público, con el griterío, los aplausos, el coro. Siempre fui frontman, tenía una altísima comunicación con la gente desde el escenario.
Después voy a interiorizarme un poco más de la cantidad de emoticones, los comentarios, etc. Voy a tratar de conformar a todo el mundo; no sé si lo voy a lograr, generalmente no se logra (en la elección de canciones y forma de tocarlas). No quiero develar mucho, porque quiero que sea una sorpresa para la gente en ese momento. Pero apuesto a una puesta, a una iluminación, a varias cosas que estén cuidadas y la gente pueda destacar eso.
-En noviembre salió “Original Roots”, que fue tu vuelta al reggae, después de experimentar con otros ritmos del continente. ¿Cómo fue esa apuesta por las raíces?
-Fue una decisión que venía tomando hace bastantes años: “Algún disco lo quiero hacer 100 % reggae”. Pero el vuelo de la música, y dejarse influenciar por otras músicas, que estuvo y está buenísimo, lo fue dilatando. En algún momento decía: “Tengo el ADN reggae, pero también me gusta coquetear con otros ritmos y otras formalidades musicales”.
Después se dio tan naturalmente la decisión, que dije: “Este próximo disco va a ser reggae, con músicos de reggae argentinos, seguramente habrá invitados”. Empecé a componerlo con un ukelele barítono, me junté con Matías Zapata, que es mi productor en la etapa solista en cuatro discos. Empezamos a buscar sonoridades, audios, referencias. Empezaron a tener más cuerpo las canciones, que con la rusticidad del ukelele ya funcionaban; todo lo que venía después iba a sumar muchísimo.
-Lo importante es que la canción funcione con la melodía y el acompañamiento.
-Exactamente: el secreto es que ya ruede aunque toque con un peine y un nylon; que veas que funciona la melodía, que da gusto tocarlo, “dejémosla así”. Cuando llegamos al estudio ya teníamos prácticamente el 98 % del disco armado; ahí había que ver la ingeniería de audio, mezcla, mastering, posproducción, para poder tenerlo como queríamos.
-¿Cuántos sesionistas diferentes hubo con respecto a los que venían trabajando con vos?
-Estuvieron el Tate (Walter Aguirre), baterista de Dread Mar I; Ariel Colla, que también colabora con Dread Mar I en guitarra; Gonzalo (Albornoz), bajista de Los Cafres; Luciana Palacios en los coros, una de las coristas de Los Fundamentalistas (del Aire Acondicionado); Mati Zapata, mi productor, tocó piano y teclados. Fue armar un equipo de gente, los fuimos buscando como un seleccionado para este disco. También tocó Johnny Monty, bajista de mi banda, Fabricio (Rodríguez) en la armónica. Como invitados estuvieron Cucho (Parisi), Fidel Nadal, Rochi Igarzábal, que es una voz muy bonita. No fueron los músicos con los que suelo tocar a menudo, sino que fue una búsqueda.
-Claro, yo no tenía mucha televisión encima (risas) y más que nada de una tira adolescente. Cuando estaba escribiendo esa canción, desde un primer momento dije: “Llevaría algún invitado, tiene que ser una voz femenina”. Uno va pensando en quiénes podrían cantarla conmigo, quién se animaría, quién no aceptaría. Pensamientos que no hacían a la terminación del tema, que ya casi estaba.
Un día estaba de gira, Matías estaba en Buenos Aires y me pasa un track con la voz de Rochi. “Uy, qué lindo que quedó esto, ¿quién es?”. “Es Rocío Igarzábal: venía de ‘Casi ángeles’ y ahora se está desarrollando como cantante”. “Qué linda voz que tiene; guardémosla porque me gusta”, le digo. “Ya la grabé”, me contesta. “Bueno, dame un par de días, la sigo escuchando a ver si cerramos con ella”. La escuché 15 minutos más y sí, era con ella. Le sumó muchísimo a la canción y era lo que estaba buscando desde un principio. Sí, una sorpresa para mí.
-En el caso de Cucho y de Fidel aportan el sonido de cada uno de ellos.
-Claro. En el caso de Cucho esa melodía porteña, la frase “mis amigos me decían no te metas por ahí”, queda bien a una personalidad como la suya, la forma de cantarla. Sí fue un invitado a nivel generacional: fuimos “primos” musicales en esa época, Cadillacs, Pericos y Decadentes. Así que valió la invitación.
Con el Negro Fidel cada vez que nos encontramos decimos “tenemos que hacer algo”, y quedaba ahí. Hasta que le dije: “Mirá, yo tengo esto, para hacer, ¿querés participar? Me dijo: “Sí, titán, vamos a hacerla”. Quedó buenísima también.
-¿Qué planes tenías para este 2020, y cómo la venís llevando en estos meses?
-Muchos planes. Había 14 conciertos que tuvieron que posponerse o suspenderse, a estas alturas no sé. Solamente dos eran en la Argentina, los cuales iban a ser la presentación del disco y aparte grabación del show en vivo, con el título de “Pura adrenalina”. Iba a ser un racconto de mi historia en vivo, con público. Lo haremos en algún momento, porque también tengo ganas de tener un disco en vivo. Y también tengo ganas de tener un disco minimalista, tipo Tribalistas, de fogón; más crudo, más roots, de ukelele, guitarra y piano, ponele.
-Veremos qué pasa. Por ahora creo que la herramienta que tenemos es el streaming, y creo que no se va a dejar de lado por más que todo se normalice: considero que es muy interesante el streaming para llegar a la gente y para uno mismo sentirse un poco más presente, activo, ilusionado.
-Sí, creo que sí. En todo sentido, no sólo en el área musical, al teatro también se lo está viendo por streaming, hay muchas cosas. Igualmente hice como una investigación liviana: me acuerdo cuando uno va a un estadio, al campo, a ver un espectáculo, uno no le ve la cara al cantante, lo ve por pantallas. Y cuando uno está tocando ve un montón de gente filmando el show estando en vivo, lo ven por la pantalla y después lo van a escuchar con un audio espantoso, la luz te quema la pantalla, mal enfocado. Todas estas evaluaciones hacía antes de decidirme (risas).
Pero bueno, esto va a ser primera fila, y una familia puede verlo con un solo ticket: de pronto eso también es beneficioso para muchos.