Por Diego Vergara
No hay fecha de inicio definida para la segunda categoría del básquetbol argentino pero Unión cerró gran parte de su plantilla. El detalle: un alto porcentaje es genuino y de las canteras. El proyecto cumple 10 años en 2021 y el dato: sin estudiar, no se juega.
Por Diego Vergara
Mirar para atrás no está mal. De hecho, y haciendo un repaso histórico, Unión en básquet hizo los deberes como corresponde. De abajo para arriba. Desde el primer entrenador, hasta el utilero o ayudante que le dio una mano al proyecto.
¿Y cómo arrancó esa planificación?. Hay muchos nombres y apellidos que seguro se van a repetir. Como también dirigentes y colaboradores que han dado mucho, y hasta me atrevo a decir, algunos que ya no están y tal vez merecían continuar apoyando por el conocimiento y por sobre todas las cosas, el sentimiento que tienen por la institución.
Hoy, sólo mirando en el archivo la cantidad de acontecimientos que tuvo el básquetbol de Unión, es justo hacer un mini repaso histórico de los porqué y sus protagonistas con el paso del tiempo.
No fue casual. Es convicción de un camino, con aciertos y errores, aunque sostenible y con acciones directas.
De seguro, me voy a olvidar de algún nombre y de ser así, las disculpas del caso. El comienzo de todo fue bajo la conducción de un gran goleador como lo fue Marcelo “Tato” Stessens. Primero como jugador y luego como entrenador. Desde U19, primera división, Liga C, campeón en esa categoría con grandes jugadores.
Pero el tema era qué pasaba abajo. El nombre siempre llama y con la estructura, mucho más. Mediados del mismo año, llegan Juan Siemienczuck y Francisco Blanck, que junto con el profe Ernesto Gangli, diagramaron cómo sería la primera pirámide, la piedra fundamental de objetivos, metas y expectativas.
Con productos locales, recordar que el actual jugador de Liga Nacional Mauro Cosolito colaboró con el minibásquet, hasta la llegada de Fabián Fessia. El histórico e inolvidable ascenso al TNA, la permanencia por tantos años, el reclutamiento, los avances en infraestructura, equipamiento, y las cuestiones logísticas llevan a mencionar a los actuales dirigentes como Amilcar Cecotti, Alejandro Jaime y Mariel Albrecht, y por supuesto los que han colaborado: Hugo Fessia, Julio Maglione, Marcelo Vanni, Jorge Perezlindo, Juan Carlos Forconi, luego se sumaron Cristian Hofmann, Tito Mernes y las subcomisiones que han sostenido esta idea y este proyecto con muchas horas de trabajo y dedicación (hay varias personas que colaboran y colaboraron).
Desde al área de marketing y prensa, se dio visibilidad a esta tarea con Luciana Cornagli, Alejandra Quinodóz, Juan Chiappino, Raúl Daffunchio Picazzo y el actual responsable de la prensa del básquetbol como Germén Viganotti.
En este repaso general, por supuesto que luego del 2013, llegan Juan Francisco Ponce (actual DT de Liga y coordinador), Antonio Ferrari, luego Francisco Schulz, la vuelta de Juan Siemienczuk, el paso de Gustavo Eggel, Manuel Sánchez, Santiago Turri, y el actual Lisandro Leone, más la destacadísima labor de Cristian Schmidt en la preparación física, junto a la nutiricionista Luisina Fertonani, Martin Kreus en la recuperación kinesiológica, la utilería y las urgencias con el entrañable Maximiliano Siegel (lejos el que más conoce cada rincón del club, antes el querido Negro Cardozo y Peter), y como frutilla del postre, el Dr. Juan Deré que tuvo el lujo de ser convocado por la Confederación Argentina para la Selección Mayor de nuestro país.
Se considera en uno de los libros que el pasado es como pisado, viejo. Créanme que es necesario al menos mencionar que todo tuvo un comienzo, y con ideas claras, no sin antes mencionar que la decisión política fue clave, a pesar de fantasmas que trataron de romper: apoyar el básquet fue un acierto.
Sería interminable escribir de planteles con nombres y apellidos tanto del ascenso como sucesivos procesos, como también injusto si me olvido de alguno. Hay emblemas, no cabe ninguna duda, por eso, apunto desde aquella era hasta hoy.
Lamentablemente, llega el año 2020 y todavía hay socios muy caracterizados e irresponsables en algunos casos con cierta llegada a algunos medios de comunicación, que insisten en que el básquet es una pérdida de tiempo, de dinero y que no sirve para nada. La respuesta se cae por sí sola. La realidad indica todo lo contrario, más allá del argumento irreal y hasta por momentos vulgar queriendo compararlo con el fútbol profesional, como si fuera el mal de todos los males, sólo cuando la pelotita Nº 5 no entra.
Unión sigue en el armado del equipo de cara a la temporada que se avecina, en este caso el que se suma es Erbel De Pietro, escolta que viene de desempeñarse en Indios Moreno. Cristian Scaramuzzino, pivot rosarino de último paso por Centro Español y la vuelta de Sebastian Uranga, hijo del gran Sebastian Raúl, que llega por tercera vez a ocupar plaza roja y blanca.
Pero aquí el detalle. Quienes suman al plantel, son santafesinos y con gran colchón local y con una continuidad inusual para la competencia liguista. Andrés Jaime, Julián Salaberry, Jordi Godoy, Pablo Bandeo, Nicolás Reynoso, Matías Borsatti (que venia de Sionista hace varias temporadas y se inició en Banco de nuestra ciudad), Matías Ripstein (de Esperanza) y Francisco Alloati (quien volvió al club luego de varias temporadas), más el aporte en esta última campaña con los pibes Díaz Muller, Peralta, Fantin, Micheloni, Giebert.
La idea de Juan Francisco Ponce es planificar el trabajo una vez que haya definiciones en la entidad madre de la Liga Nacional para el inicio de Liga Argentina, junto a Renzo Giunta, su ayudante.
El estudio, clave
Desde hace varias temporadas, la dirigencia del básquet de Unión decidió que todo aquel jugador que sea o no de la ciudad, y que integre la lista de jugadores del plantel profesional, debe si o si dedicar su tiempo fuera del entrenamiento, al estudio ya sea de carrera de grado, terciaria o de algún oficio en particular. “La condición es esa. No importa la edad, la educación, para nosotros, es una herramienta que el jugador debe aprender a utilizarla y si no puede, le damos las facilidades para que lo pueda llevar a cabo”, sentenció Hernán Tettamanti, mánager de la entidad.