El grupo estrena “Trabajando, sí” un recital-documental de música argentina y latinoamericana que se podrá ver on demand del 16 al 18 de octubre. En diálogo con El Litoral, Rocío Elizalde (una de las iniciadoras, junto al referente Maximiliano Maglianese) contó la historia del proyecto y de este viaje del cuerpo a las imágenes.
Gentileza producción Judith Léonardon, María Florencia Grimoldi, Maximiliano Maglianese, Juan Manuel Perino y Rocío Elizalde (falta en la foto Dianela Fernández).
Aié Música Corporal estrena “Trabajando, sí” un recital-documental de música corporal argentina y latinoamericana, conectando fragmentos de historias que centran su temática en el trabajo, que se podrá disfrutar del 16 al 18 de octubre por la plataforma Ticket Hoy. El link con los instructivos de acceso es https://linktr.ee/aie.musicacorporal.
Aié Música Corporal es un movimiento cultural concebido en el Litoral santafesino, coordinado por el músico y docente Maximiliano Maglianese, que desde 2013 busca consolidar un movimiento cultural de música corporal a través de expresiones folclóricas argentinas y latinoamericanas, que ponen en valor diversos saberes ancestrales.
Para adentrarse en este mix de música e imágenes, y conocer el devenir de esta iniciativa artística, El Litoral dialogó con Rocío Elizalde, una de sus fundadoras.
Existir en las imágenes
-¿Cómo es este recital-documental?
-Con esto de querer seguir existiendo aunque haya una pandemia, y aunque no haya subsidios para todos y apoyos concretos; decidimos llevar al formato audiovisual el repertorio que ya teníamos trabajado, que justamente tiene como eje el trabajo. Para que no queden esas angustias de silencios entre tema y tema, esos vacíos que se rellanan a veces con imágenes de protocolo (risas), decidimos jugar un poquito con el lenguaje audiovisual y hacer como una narrativa y un documental. Sintetizamos en un “docurecital”, como le decimos nosotros: poder hacerle más placentera la experiencia al espectador.
-Filman lo que tocan y cantan y se mecha con imágenes.
-Lo que tocamos obviamente lo grabamos seguido. Primero teníamos el repertorio, después armamos todo el guión por escrito. Ahí grabamos todos los temas como si fuera un reci en vivo. Después grabamos los conectores y lo editamos. Nos gusta trabajar (risas).
-Hay una temática sobre el trabajo. ¿Cómo se plasma en el repertorio?
-La mayor parte del “reper” la planteó Maxi. En todos sus laburos, como referente en los programas del Ministerio de Educación (antes del macrismo) y varios otros procesos que tuvieron que ver más con lo social, fue investigando zarpado repertorio y creando cosas propias. Es como un lugar de encuentro que busca que las personas se identifiquen con lo que estamos diciendo.
Para hablar de la música corporal podríamos entrar en una cosa de anti-instrumentos o de súper virtuosismo físico. Eso es parte, pero fundamentalmente lo pensamos como una oportunidad para el acceso a la experiencia placentera de cualquier persona en lo musical. Con el cuerpo vamos y vamos; si hacíamos un repertorio que no tuviera que ver con la cotidianeidad de las personas es como que nos estábamos perdiendo esa oportunidad que ya tiene de por sí el orgánico que usamos, que son los instrumentos del cuerpo.
-En todas las tradiciones de los cantos de trabajo, en distintas sociedades, está la percusión sobre el cuerpo en movimiento.
-El desarrollo de la industria nos fue haciendo alejar de los cuerpos en general, y también de ciertos trabajos que ponen el cuerpo de otra manera, que genera otros sonidos y otros sentidos. Eso es un poco lo que busca recuperar la propuesta del audiovisual. No lo quiero spoilear tampoco (risas).
Devenir
-Maxi venía trabajando con talleres de percusión corporal. ¿Cómo derivó en lo que fue Minga y hoy es Aié?
-La propuesta como la fue concibiendo Maxi tiene la trilogía de la percusión corporal: lo artístico, lo pedagógico y lo terapéutico. En lo terapéutico estamos más asesorando o acompañando procesos de otras personas: mesoterapeutas, kinesiólogos, que usan la “percu” como una herramienta más de trabajo. Nosotros lo que llevamos adelante como propuesta concreta es la Escuela de Percusión Corporal Latido Americano y Aié como un movimiento cultural que pone esto más en escena.
El proceso tiene bastante historia: hubo como cinco o seis intentos de Maxi de juntar gente para hacer esto. Finalmente lo que más se concretó fue Minga: estuvimos como un año armando el “reper” y estrenamos justo el 12 de octubre en La Casa del Nogal, el año pasado. En el verano grabamos unos videos, ahí tuvimos una primera experiencia de que el audiovisual para la música corporal está más bueno que el audio solo, y se nos despertó algo. Conocimos también a los chicos de la Cooperativa Amaranto, que también hicieron la realización de este documental/recital.
En marzo nos íbamos de gira a Brasil; antes hicimos una fecha en El Solar de las Artes, y ahí detonó todo. Una compañera invitada (Judith Léonardon) que estaba acá de vacaciones se terminó quedando toda la cuarentena y más, recién se pudo volver la semana pasada a Francia. Entonces dijimos: “Bueno, hagamos algo” (risas). Lo cuento más simpáticamente, pero fue un momento re angustiante: “¿Qué hacemos con todo el año que teníamos armado? ¿Cómo lo podemos reconvertir en algo? Que esté y en lo posible se vea fortalecido”.
Las giras didácticas las pasamos a virtual, con mucho trabajo y esfuerzo, y eso nos permitió financiar la realización del video. Todos sentimos que esto no iba a ser transitorio, y que había que pensar en seguir existiendo como actividad y como propuesta de acceso no solamente para la producción de nosotros sino a acercar a algo que tenga que ver con los cercano: en estos tiempos en las pantallas tenés acceso a todo y es como que lo local se pierde bastante.
Entonces estaba buenísimo porque podíamos “jugar al mundo”: la mayoría venimos de años de giras, de conocer gente, de encuentros y festivales. Lo vimos tentador y viable por ese lado.
-En el video de “La Arenosa” están Judith, Maxi y vos. Para El Solar ya se parecía a la formación actual. ¿Quiénes están en la grabación?
-Dianela Fernández, Judith Léonardon, María Florencia Grimoldi, Juan Manuel Perino, Maximiliano Maglianese y Rocío Elizalde. Después hay invitados: Rolando Lukacs y Alfonso Paz Demasi.