La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, consiguió este sábado una victoria aplastante en las elecciones generales y obtuvo un resultado nunca visto en la isla: su Partido Laboralista obtuvo la mayoría necesaria para gobernar en solitario.
Con casi la totalidad de los votos contados, el Partido Laborista de Ardern contaba con el 49% de los sufragios, casi el doble del apoyo de su principal rival, el conservador Partido Nacional (cerca de un 27%).
De esta manera, obtenía 64 bancas en el Parlamento, tres más de las necesarias para alcanzar una mayoría absoluta, algo que no ha sucedido desde que Nueva Zelanda implementó un sistema de votación proporcional hace 25 años.
Por lo general, los partidos deben formar alianzas para gobernar, pero esta vez Ardern y los progresistas podrán hacerlo en solitario.
"Hoy Nueva Zelanda mostró al Partido Laborista el mayor apoyo en los últimos 50 años", dijo la reelecta primera ministra, de 40 años, al celebrar la victoria en el búnker instalado en el Auckland Town Hall, donde compartió el escenario junto a su marido, Clarke Gayford, y parte de su gabinete. Y agregó que su partido trabaja para "todos los neozelandeses".
Ardern alcanzó un reconocimiento internacional en los últimos meses por su gestión frente a la pandemia del coronavirus